Entrevista Dr. Roberto Spinetta

Entrevista Dr. Roberto Spinetta

 

E.A.: ¿Cuánto tiempo hace que ejerce la profesión en Capitán Sarmiento?

R.S.: Empecé en consultorio en enero del año 1985; así que hace ya 32 años. Primero hacía todo yo, sin secretaria. En esa época en el Hospital éramos 5 médicos, los Dres.  Petratti, Graziosi, Almirón, Di Fulvio y yo. El Dr. Rabellino que iba y venía de Buenos Aires y el Dr. Laurens hacía Oftalmología. Generalista éramos 4 o 5, poquitos. El Dr. Demergasso ya empezaba con las imágenes así que nosotros hacíamos todo. Nos volvíamos locos,  eran guardias pasivas pero con un trajín impresionante. Es más, era tanto lo que trabajaba en ese momento que pensaba que no iba a llegar a los 40 años de vida.  Me despertaban 3 o 4 veces por noche. Tenías que hacer de todo, tipo medicina rural, partos, pediatra, la ayudantía de todas las cirugías, pues no había gente. Por suerte, empezaron a llegar especialistas y después se municipalizó el Hospital, bajo la Intendencia de Oscar Olives, y asume la dirección del Hospital la Bioquímica Mónica Alvarez, y por medio de una  ordenanza se establece la carrera hospitalaria, A partir de ahí hicimos guardias activas para cubrir todas las necesidades, ahí la situación cambió y se fue haciendo más aliviado el trabajo pues había especialistas, si bien la población fue creciendo pero  la complejidad del Hospital también.

E.A.: ¿Cómo vé la salud en nuestra ciudad?

R.S.: En Sarmiento está relativamente bastante bien, lo que está mal es la salud en el país. Hay una desorganización terrible con respecto a la superposición de lo privado con lo público;  a la falta de atención de lo público, falta de infraestructura edilicia, de sueldos dignos, lo cual forma parte del contexto general del país. Está mal la salud y la educación.

E.A.: ¿Y respecto del Hospital San Carlos?

R.S.: Te diría que Capitán Sarmiento  en la zona es un oasis. Vienen gente de Areco, Arrecifes y Carmen  a tratarse y a operarse aquí. El Hospital creció mucho y está bastante bien, no es de alta complejidad, pero tiene su terapia, su tomógrafo, y todas las especialidades básicas cubiertas. El balance del Hospital en los últimos años es altamente positivo. Tuvimos épocas terribles, de confrontación con el Intendente, ahora estamos bien. A veces hay cuestiones que son inherentes a la situación general,  a cuestiones que se presentan en todo grupo humano, relaciones interpersonales, pero el balance es positivo. El servicio de enfermería es buenísimo y las especialidades también. Tenemos todavía anestesista, que es algo que está faltando en muchos lugares. No entran médicos a hacer residencia ni de anestesista, ni de neonatología, porque es poco lo que cobran, y quizás mucho lo que arriesgan.

E.A.: ¿Qué es mejor para un médico, prevenir o curar?

R.S.: La prevención es sumamente importante, la principal causa de muerte son los accidentes vasculares, que se podrían prevenir. Primordial es la atención, por supuesto que curar, pero no siempre se puede curar. A la gente le cuesta prevenir, hay poca adherencia al tratamiento, los medicamentos son muy caros;  eso hace que mucha gente los abandone. El precio de los medicamentos es el problema fundamental, no es sostenible. La medida de sacar el 100 x 100 del PAMI no fue tan así, estuvo mal informado. En la mayoría te sigue descontando el 80% y del 50%  y en los casos que se justifica el 100%. Sólo fue en aquellos afiliados que tienen capacidad de pago. IOMA  tiene bastante buena cobertura de medicamentos. Pero igual siguen siendo muy caros, con obra social incluída, lo que se hace difícil la prevención y la cura.

E.A.: Si no hubiese sido médico, ¿a qué se hubiese dedicado?

R.S.: Sería carpintero, me gusta trabajar la madera. Desde chiquito decía que iba a ser médico. En el secundario me gustaban las materias de naturales.

E.A.: ¿Qué opina de la formación de los profesionales nuevos?

R.S.: Hay de todo. Depende del lugar donde se formen, del aporte personal, hay algunos que están bien y otros no. Hay un problema muy grande con la residencia en la Provincia de Buenos Aires, el tema que se está tratando en el Colegio de Médicos, porque no están bien organizadas las residencias. Hay poca dedicación en muchos centros, y por ende la formación no va a ser buena. Hay muchas especialidades vacantes, por la responsabilidad que implica dedicarse a ciertas ramas de la medicina.

E.A.: Alguna anécdota que nos quiera contar.

R.S.: Con el Dr. Carlos Demergasso teníamos montones de anécdotas. Siempre tenía una expresión, vos le pedías:  “Carlitos, necesito que me hagas una ecografía” y él decía, “¿De qué color?”. Se extraña mucho Carlitos. Una vez  fui a visitar a una paciente, y mientras estaba charlando, el marido mientras yo estaba conversando y sin que yo lo advirtiera me pone una botella de whisky en el maletín. Yo fui a hacer otra visita, cuando abro el maletín arriba de la mesa sale una botella de Johnny Walker etiqueta negra y no sabía que decir. Fue una situación embarazosa, pues el paciente  que fui a atender no era muy conocido mío.

E.A.: Algo que quieras agregar.

R.S.: Estoy muy satisfecho con la carrera que hice en Capitán Sarmiento. Siempre tuve el apoyo incondicional de Tere, mi esposa; sin ella no hubiera llegado a nada, desde el comienzo, desde que estudiaba, siempre me apoyó.  Y desde hace muchísimos años es mi secretaria. No sé cuándo me voy a retirar, me gusta mi profesión, lo hago con gusto.