Nuestra ciudad está habitada por muchos habitantes, algunos originarios y otros que se han ido agregando por la fuerza del trabajo de Avícola Tres Arroyos. Creemos que todos queremos este pueblo, por eso cuando encontramos casos como el que relataremos nos llena de bronca por la desidia que demuestran algunos. Mientras caminamos por la obra que el municipio encaró como es el cruce a nivel de la calle Centenario, pudimos observar que sobre el pavimento existen numerosas huellas de bicicletas que han pasado cuando el mismo estaba fresco. Lo mismo había pisadas de perros y algún zapato, que quedaron como muestra de la falta de cuidado por parte de los ciudadanos que circularon apenas estaba puesto el pavimento. Nos preguntamos por que razón nos empeñamos en destruir la cosa pública, parece que porque fuera algo que pertenece a todos ¿no pertenece a nadie? Esa obra cuesta dinero al erario público, al que, por supuesto contribuimos todos, incluso aquellos que dejaron grabada sus huellas en el pavimento fresco. Nos parece imposible que quienes circularon con sus bicicletas no se dieran cuanta del daño provocado, que nos perjudicaron a todos, entonces ¿por qué lo hicieron?.

Reflexionemos lo que es bueno para todos debemos cuidarlo.