Como en el fútbol, por fin los Concejales de la oposición se pusieron a marcar al intendente hombre a hombre, para que sus pasos no sean iguales a los que dio durante muchos años, que marcaron su gestión. Sabemos que es costumbre de Ostoich de hacer los que quiere sin obedecer las reglas mínimas de convivencia política, mientras su partido estuvo en el poder nacional y provincial. Ahora que no tiene apoyo a esos niveles la cosa se le puso difícil. No tiene fondos para hacer nada, sólo apenas alcanza para pagar su sueldo y de sus funcionarios, retaceando a los empleados su añorado y prometido aumento. Para colmo a los Concejales se les dio por controlar, cosa que hace rato les venimos pidiendo, y en esta reunión del Honorable Concejo se destaparon con sendos proyectos de comunicación, que  no son mas que tareas que el intendente debió cumplir pero que no hace. De todos destacamos el pedido de informes al Organo Provincial para el Desarrollo Sostenible, dependiente del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y encargado de controlar que las industrias radicadas en esta provincia tengan su   Certificado de Aptitud Ambiental como requisito  obligatorio indispensable para que las autoridades municipales puedan conceder, en uso de sus atribuciones legales, las correspondientes habilitaciones industriales. Este pedido está dirigido especialmente a la empresa Tres Arroyos S.A. que desde hace tiempo funciona en nuestro distrito, y últimamente muchos vecinos se están quejando de un olor que proviene precisamente de ese establecimiento.

El mencionado certificado expedido por el municipio debe según la ley 11.459 reunir varios requisitos entre ellos: Adecuado tratamiento y destino de los residuos sólidos, líquidos, semisólidos y gaseosos, que se generen inevitablemente.

Ubicación del establecimiento en zona apta y caracterización del ambiente circundante.

Informe de factibilidad de provisión de agua potable, gas y energía eléctrica.

Elementos e instalaciones para la seguridad y la preservación de la salud del personal, como así para la prevención de accidentes, según lo establezca la reglamentación en función de la cantidad de personal y el grado de complejidad y peligrosidad de la actividad industrial a desarrollar.

Toda otra norma que establezca la reglamentación con el objeto de preservar la seguridad y salud del personal, de la población circundante y del medio ambiente.

El Certificado de Aptitud Ambiental en principio tiene una duración de dos años, pero una vez perfeccionado con la comunicación del comienzo de la actividad, permite el funcionamiento en regla del establecimiento, pero los funcionarios competentes están obligados a verificar que dicho funcionamiento se ajusta a lo autorizado y a las prescripciones de la en un plazo razonable. Esta obligación regirá sin perjuicio del deber permanente de verificar que no se alteren las condiciones de las autorizaciones concedidas, y que en general se cumplan las prescripciones de la siguiente ley en todo el territorio provincial. Ahora veamos ¿los funcionarios municipales han controlado la actividad de la empresa durante estos años de gestión Ostoich? Rotundamente no. El intendente se jacta de ser la persona que “trajo” a la empresa a Capitán Sarmiento, tiene a un familiar empleado, tiene muchos “votos” en ese lugar, no es lógico que si ve alguna anomalía mire para el otro lado. Por eso es también lógico que los concejales –nuestros representantes- obliguen con sus pedidos a que de una vez por todas el Ejecutivo local cumpla con las leyes, y no se distraiga con “cuentos” traídos de la boca del eterno gestor.   Si el certificado de Aptitud Ambiental dura 2 años el municipio de Capitán Sarmiento, tendría que tener las sucesivas renovaciones, y para el caso las correspondientes inspecciones, de no ser así habría incumplido con normas provinciales, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de toda la población de la ciudad, y esto es grave sumamente grave. Está en juego un bien apreciable como la salud pública, la de toda la población niños, jóvenes, adultos y ancianos. Esto no se puede permitir, si fuera como lo estamos describiendo, que el ejecutivo no realizó las inspecciones y debido control al expedir el remanido certificado, es una causal de destitución prevista en la ley orgánica de las municipalidades. A su vez la empresa deberá asumir los costos que le demandará ajustarse a la ley de defensa ambiental, si es que algo no se ajusta a los cánones de defensa del medio ambiente.

Por fin los concejales están obrando con la entereza y responsabilidad que el Pueblo les pidió cuando depositó su confianza a través del voto en las últimas elecciones. Al margen de los manejos políticos que eventualmente se dan dentro del seno del Concejo, algo natural, estamos viendo más responsabilidad e intervención en algunos de sus miembros, sobre todo aquellos que son oposición en estos momentos. Es saludable para nuestro Pueblo.