El 1° de mayo se conmemora en todo el mundo el en homenaje a los llamados Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886. Por aquel entonces, los trabajadores habían iniciado una lucha para lograr reducir la jornada laboral a 8 horas diarias amenazando a la patronal con una gran huelga si no accedían a su pedido.

Muchos trabajadores consiguieron su objetivo con la amenaza de la huelga. Los que no lo lograron iniciaron la huelga ese día. En Chicago, los enfrentamientos entre los trabajadores y la policía fueron particularmente sangrientos y duraron cuatro días.

A partir de allí, el conflicto se fue extendiendo a otras ciudades norteamericanas, logrando que más de 400.000 obreros pararan en 5.000 huelgas simultáneas. La magnitud del conflicto causó preocupación al gobierno y al sector empresarial, que creyeron ver en las manifestaciones y huelgas el inicio de una revolución anarquista.

En honor a la lucha por la jornada laboral de 8 horas y en recuerdo de los mártires de Chicago, en 1889 se declaró el 1 de mayo el Día del Trabajador por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional.

Sin embargo, no se celebra en todo el mundo el 1ro de mayo; en EE.UU se celebra el primer lunes de septiembre. Esto se decidió así para desvincular esa fecha del movimiento obrero por miedo a que el socialismo se radicara en Estados Unidos. Luego, Canadá y otros países adoptaron esta misma medida.

Al respecto sobre el día del Trabajador, el historiador Felipe Pigna, recapitula que: “En nuestro país cada primero de mayo nuestros trabajadores tomaron las calles desafiando al poder, recordándole que existían y que no se resignarían a ser una parte del engranaje productivo. La lucha logró la reducción de la jornada laboral, las leyes sociales y la dignificación del trabajador. El poder se sintió afectado y en cada contraofensiva cívico-militar como las del 55; 62; 66; 76 y 89 (esta vez a través del voto), pretendieron –y en ocasiones lo lograron-, arrasar con las históricas conquistas del movimiento obrero”.

Este 2017 parece ser un año como esos. El contexto no ayuda. Mientras se pelean entre funcionarios del gobierno anterior y el actual a ver cuál chorea menos o de forma más sutil, los trabajadores y la ciudadanía en general esperamos que se acuerden que existimos.