¿ES BUENA IDEA VOLVER A LA QUEMA DE BASURA?

¿ES BUENA IDEA VOLVER A LA QUEMA DE BASURA?

Por Cristian Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

La legislatura porteña autorizo la quema de basura en hornos controlados, situación con la que estaría de acuerdo si se hubiesen cumplido las metas de la ley 1854 (basura cero). La disposición final de la basura a cumplir debía ser de un 30% para el 2010, de 50% para el 2012 y de un 75% para el 2017… Claro que nada de lo que se había propuesto se cumplió.  Ante el incumplimiento de las metas para reducir de forma progresiva el volumen de los residuos urbanos que se entierran, el gobierno decidió replanteas las metas y reflotar la quema de la basura.

Las modificaciones que se quieren implementar a la ley en la actualidad, no es la incineración como alternativa –aunque abre la puerta para que eso suceda- sino que modifica errores que no contempla el crecimiento de los volúmenes de basura ni el incremento poblacional, cuyo fin es alcanzar la máxima reducción posible de la cantidad de residuos a ser depositados en rellenos sanitarios. La propuesta ha sido impulsada por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a través del partido político PRO.

Lo que  se debe fomentar, más que incentivar la quema de la basura, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en las demás ciudades del país, es las tres erres (3R), la cual es una regla para cuidar el ambiente, específicamente para reducir el volumen de residuos o basura generada. En pocas palabras, las 3R te ayudan a tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable, ayudando a reducir la huella de carbono de la ciudad o de la región.

Siempre se han originado residuos como sociedad, pero es ahora, y en la sociedad de consumo en la que uno vive desde hace años, cuando el volumen de las basuras ha crecido de forma desorbitada y acumulativa, incrementado su toxicidad hasta convertirse en un gravísimo problema medio ambiental. El ser humano está inmerso en la cultura del usar y tirar, y en la basura de cada día están los recursos que dentro de poco uno no tendrá.

Cuando se habla de reducir lo que está expresando es que se debe tratar de reducir o simplificar el consumo de los productos directos, o sea, todo aquello que se compra y se consume, ya que esto tiene una relación directa con los desperdicios.

Al decir reutilizar, uno se está refiriendo a poder volver a utilizar las cosas, dándole una vida útil a embalajes o materiales que se usan día a día y darles un uso lo más prolongado posible antes de que llegue la hora de eliminarlos definitivamente, disminuyendo así el volumen de la basura y reduciendo el impacto.

Reciclar es una de las R más populares debido a que el sistema de consumo actual ha preferido usar envases de materiales reciclables pero no biodegradables. Por tanto se requiere el uso de personal y energía para someter los materiales al proceso necesario para su reutilización. Esto significa que mediante el reciclaje se reduce de forma verdaderamente significativa la utilización de nuevos materiales, y con ello, la generación de basura nueva.

Siguiendo con esta LINEA, estoy más de acuerdo con una Planta de Reciclaje para el tratamiento de la basura, ya  que las plantas de reciclaje son instalaciones en las que se procesan diferentes clases de materiales para poder reaprovecharlos.

Los materiales que se manipulan en las plantas de reciclaje son muy variados y depende de que se demande más y de la capacidad de la planta. Las plantas se diseñan para que la separación de los materiales sea rápida y eficaz.

Al implementar la quema ya no habrá más razones para instrumentar medidas de reducción de la cantidad de basura generada o acciones de concientización o educación ambiental dirigidas a la ciudadanía para separar y reciclar los residuos porque estas centrales de incineración necesitan grandes cantidades de basura para poder funcionar y generar la energía necesaria para justificar su funcionamiento diario.

Con las actuales modificaciones se propone que las metas sean de un 50% para el 2021, de un 65% para el 2025 y un 80% para el 2030. En tanto que prohíbe para el 2028 la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables.