Se cumplieron 35 años desde el advenimiento de la Democracia. El 10 de diciembre de 1983 asumió Raúl Alfonsín como presidente de la República después de años que gobernaran los militares. Fue un recomienzo de las instituciones democráticas y por supuesto muy duro, porque hubo que acallar muchas voces de los militares que pedían una especie de perdón o indulto general para todos aquellos que participaron en el último golpe armado. La historia empieza a ser justa con aquel radical que se puso el país al hombro, porque estaba devastado, y los desequilibrios económicos no nos permitió el alcance de este estadista completo que fue Alfonsín. Por estos lugares también empezamos la aventura democrática y el primer intendente elegido por el pueblo de Capitán Sarmiento fue Horacio Enrique Tapia, un peronista militar jubilado, que se hizo cargo de la administración local con mucha dedicación y esfuerzo. Paradójicamente se daría una situación -que en el tiempo se repetiría- que mientras en la Provincia y Nación gobernaban radicales, aquí en nuestra ciudad ganaban los peronistas. Fueron 4 años de gobierno y aprendizaje, es que había muchas puertas que no se conocían y pocas se abrían para aquellos que fueran de otra bandería política. Por eso no fue extraño que en 1987 la comuna fuera ganada por un joven radical Oscar Olives, arquitecto que se encontró en el palacio municipal rodeado de numerosos jóvenes como él, haciendo las primeras armas en la política. Tambien paradójicamente en la Provincia y Nación ganaron los justicialistas, por lo que quedamos otros 4 años a contramano y por supuesto con muchas puertas de ministerios cerradas para nuestra comuna. No fue extraño que en las elecciones de 1991 la gente desilusionada volcara sus votos a un radical intransigente devenido a justicialista Oscar Ostoich, quien a esta altura ya se había convertido en un excelente político a pesar de su poca experiencia. Su gobierno era consustanciado con el provincial y nacional lo que produjo una aceptación masiva y le permitió la primer reelección de su historia. Si bien los primeros 4 años fueron buenos, cuando pierden las elecciones a nivel nacional asumiendo De la Rua como presidente, y comienza la debacle económica en todo el pais, Ostoich no permaneció indiferente, y Capitán Sarmiento cayó en desgracia. En las postrimerías de su gobierno fue destituido por mala administración, y terminó perdiendo las elecciones de 2003 con otro justicialista devenido a partido vecinal Francisco Alvarez, que enfrentó los 4 años de gobierno con una municipalidad arrasada, ni escritorio tenía, luz cortada, sin servicios esenciales, y desorganización general. No obstante rodeado de gente capaz, durante su gestión de a poco se fueron recomponiendo los servicios, las maquinarias, y demás obras que se realizaron en ese corto período de bonanza. Así las cosas en las elecciones de 2007 Alvarez se confió en su tarea política, y el regreso de Ostoich fue inevitable, fueron pocos votos pero los suficientes, y así se instaló nuevamente el actual intendente, porque desde esa fecha consigue ser reelecto hasta 2019. Si sumamos los primeros 8 años hasta la actualidad se completarían 23 años de gobierno en la comuna. Un verdadero récord, que podría ampliarse por 4 años más si se presenta a las elecciones de 2019, porque puede a pesar de la prohibición legal impuesta por ley que no permite la reelección de un jefe comunal sino por dos períodos, que se cuentan a partir de la sanción de la ley provincial que fue sancionada por el actual gobierno provincial. Es triste ver la historia de un pueblo que no ha podido vencer los personalismos en los cargos públicos, nos hace pensar que en el ejercicio democrático Capitán Sarmiento no está muy preparado. En lugar de pensar en el bienestar de la comuna, siempre prevaleció la persona. Noten  que en todos los años de Democracia que tuvimos solo conocimos a cuatro personas: Tapia-Olives-Ostoich-Alvarez, esto marca un desconocimiento de política porque siempre apostamos a los mismos, y ojo que para 2019 suenan algunos nombres que ya conocemos. Tal vez la gente capaz y honesta se aleje de esos cargos electivos por muchas razones, pero desgraciadamente si no nos involucramos siempre aparecerán las mismas caras.

Por favor démosle una oportunidad a aquellos que si bien no aparecen dentro del espectro político, por primera vez quieren hacer algo por nuestro querido Capitán Sarmiento.