ENTREVISTA A GERMAN FRAGA MACHADO

ENTREVISTA A GERMAN FRAGA MACHADO

Dialogamos con Germán Fraga Machado, joven Secretario de la Asociación Amigos del Museo, quien nos comenta entusiasmado que “…Noto continuaciones en familias y personajes. En un montón de gente que hasta camina de una forma muy similar a ciertas personas que han sido sus ancestros, y quizás no lo tengan tan presentes como yo…”

E.A.: Se presenta.

G.F.M.: Me llamo Germán Fraga Machado, tengo 24 años, estoy estudiando Ciencias políticas en la ciudad de Buenos Aires, lo que pasa que tengo tantos temas en Capitán Sarmiento que en la semana me obliga a viajar seguido. En principio por la Asociación de Amigos del Museo, que estando en infancia necesita constantemente un poco de atención.

E.A.: ¿Qué cargo ocupa en la Asociación?

G.F.M.: Soy Secretario, nos reunimos en la secretaría de la Sociedad Italiana todos los miércoles a las 21 horas.

E.A.: ¿Dónde naciste?

G.F.M.: Nací en Cuba, en Santa Clara. Vine a Capitán Sarmiento a los 4 años. Hice toda mi escolaridad aquí, en esta ciudad. En principio, en el Jardín 901, del cual tengo muy buenos recuerdos, sobre todo de Marisa González, que era mi directora de entonces. Todavía la frecuento por el tema de la biblioteca. Después, gran parte estudié en el Colegio Inglés, y los últimos años en la Secundaria 2, la Escuela 13. Nos hemos acostumbrado muy bien a la ciudad, y me he encariñado con el tema histórico. Cuando me sugirieron buscar algunos datos, lo tomé como un desafío, porque realmente de la historia local no sabía nada, la verdad no tenía conocimiento. Lo tomé como un proyecto aparte de lo que estaba haciendo, porque siempre los profesores nos  incentivan de lo provechoso que es investigar. En ese entonces empecé  a hacer el trabajo de campo. Y de a poquito fue surgiendo una cosa,  luego la otra, terminó habiendo más que nada trabajo de fuentes primarias, o sea entrevistas y ese tipo de cosas y la verdad se volvió una bola de nieve imparable. Porque una cosa te lleva a otra, se volvió muy extenso y en el interín empezamos a armar la Asociación Amigos del Museo, con la idea de abrir un espacio como una institución fundamental de cualquier pueblo.

E.A.: ¿Has visitado tu país de origen?

G.F.M.: A Cuba no volví nunca. Mis padres tampoco, pero quieren ir, mi hermana sí ha ido. La verdad que en lo personal, se vé y es bastante evidente que es un país destruido. Y con serias necesidades de cambio, mejoras y adaptaciones a un mundo moderno. En cierto sentido, a muchas personas les parece un anacronismo divertido y simpático. Los autos viejos, los carros pintorescos. Pero la vida es miserable y sin grandes perspectivas. Realmente el país vive sumido en la nada, es una supervivencia, es un día a día y principalmente una retórica que brilla por sus ausencias.

E.A.: Y a nuestro país, ¿cómo lo ves políticamente?

G.F.M.: La Argentina desafortunadamente hace décadas que no está funcionando, no está caminando bien. Pienso que ha retrocedido en muchas posiciones que ocupaba en las primeras décadas del siglo pasado, y que quizás si se hubiesen mantenido nuestro presente hubiera sido más promisorio. No es culpa de ningún partido político en particular, es culpa de la clase política en su totalidad. Y de la sociedad que ha avalado en muchos casos con sus ambivalencias cuestiones que han resultado coyunturales pero ningún plan de estado. No quiero señalar con el dedo, pero la verdad que este es un país con grandes oportunidades desperdiciadas.

E.A.: ¿Qué observas en cuanto a la historia en Capitán Sarmiento?

G.F.M.: Yo diría que en mi abordaje histórico lo considero fascinante. No ha habido demasiados trabajos en profundidad desde lo sociológico. En la parte moderna noto muchas continuaciones. Creo que la gente se va a divertir con lo que hemos encontrado. Noto continuaciones en familias y personajes. En un montón de gente que hasta camina de una forma muy similar a ciertas personas que han sido sus ancestros, y quizás no lo tengan tan presentes como yo. Algo que siempre discutimos, yo no quiero referir esto, porque no quiero que la gente se sienta observada. Es un gran problema que tenemos los que investigamos, no queremos que las personas se sientan observadas, porque es una forma muy mala de relacionarse en un pueblo. Pero uno vé un montón de particularidades y de continuidades. Por ejemplo, vemos que en la parte comercial, antes quizás haya habido un poco más de movimiento, especialmente en la parte de diversificación, en hoteles, sastrerías, grandes tiendas, te diré que en la actualidad el comercio está orientado a negocios de ropa de otro nivel. Recuerdo la variedad de comerciantes, muy interesante; las colectividades y las comunidades, que muchas han desaparecido. Por ejemplo, los sirio libaneses, los famosos turcos. Uno vé que este tipo de negocios, La Flor del Día, un negocio de antaño, perteneció a una familia de este origen, sirio libaneses. A principios de este siglo, generalmente se casaban personas de la misma comunidad, después muy de a poquito se fueron empezando a casar por fuera de la comunidad. Los franceses, comparados con los italianos y los españoles, fueron mucho más bajas las tasas de natalidad. Tal es así, que uno compara la sociedad francesa de principios del siglo pasado y la de hoy y entonces vé que hoy está en peligro de extinción, es una pendiente declinante.

E.A.: ¿Algo en particular que te haya llamado la atención?  

G.F.M.: Tengo que hacer tanta memoria, lo que pasa es que escucho tantas cosas. Y uno tiene presente lo último, y capaz te digo algo ahora y en un rato se me ocurre otra cosa. Me trae la memoria por ejemplo, la casa de enfrente de la Escuela Técnica. Fue una de las primeras construcciones de dos pisos, pertenecía a la familia Diale. En un principio al fundador de la Sociedad Italiana, Don Pedro Diale. Me han contado que en un momento la familia lo alquiló. Y en la década del 20 o 30 se hacían fiestas, tertulias, de alta sociedad, ahí no iba cualquiera. Mi anéctoda favorita, con lo que me he entretenido y divertido, es que en una de estas ocasiones, el encargado del catering, para decirlo en términos modernos, o sea el que servía en esta ocasión, era Confitería Cañete, que tenía su prestigio. Y realmente, era una fiesta a todo trapo. Y había llovido mucho y los autos se estancaron en el barro y entonces los contertulios los tenían que sacar ellos mismos, pero estaban vestidos de frac, el traje de las colitas. Y entonces eso era un lodazal, después de sacar los autos. Pero igual disfrutaban de la velada. Allí también había fiestas de disfraces, venían gente de muchos lados. Los disfraces eran muy elaborados. En ese edificio funcionó la Estación de Policía y Delegación Municipal, en la parte de atrás estaban las caballerizas. También, cuentan que los que venían a la Confitería Cañete querían comer el famoso “consomé”. Era una sopa de proceso complicado, tenía su trabajo, no se hacía de cualquier forma, llevaba tiempo. En el Juzgado de Paz hay sumarios muy antiguos y muy entretenidos.

E.A.: ¿Sentís que la gente de la ciudad te abre las puertas?

G.F.M.: Yo creo que habido muchísima gente que colabora, es un trabajo en curso, hace tres años que estamos en esto. La gente ha colaborado con muchísimo ánimo. El período de la historia que investigo es aproximadamente desde el año 900 al 950.

E.A.: ¿Qué te ves haciendo dentro de unos años?

G.F.M.: ¿Qué me veo haciendo? Bueno, es una pregunta muy difícil de contestar. En principio, me gustaría ver si podemos levantar aquí el tema del museo, eso me parece importante en el futuro más cercano. Y después no sé si me propondría en algún cargo electivo. Sí me gustaría colaborar de alguna manera en revertir algo.

E.A.: ¿Participás en algún partido político?

G.F.M.: Por ahora he trabajado en Cambiemos en los últimos años, creo que por el momento es la opción que corresponde apoyar en mi opinión personal. Pero no dejo de reconocer que muchas promesas no se han cumplido, nuestro Presidente tiene grandes comentarios de la realidad pero poca aplicación.  Y eso por ese lado me preocupa. Creo que gran parte de los electores pensaron en el 2015 que las cosas iban a ser muchísimo más diferente de lo que son ahora. Y el futuro cercano no es mucho más promisorio, según muchos analistas. Así que parece que estamos eligiendo siempre entre opciones menos malas, y no le tengo ningún rencor al Presidente Macri, ojalá que logre hacer lo que se propone. Yo entiendo la frustración que tiene el elector básico con muchas de las cosas que han hecho. Quizás el Pro ha sido muy optimista en muchas cuestiones. Es mi opinión.

E.A.: ¿Tenés a alguien a quien agradecer?

G.F.M.: La lista de agradecimientos sería un pergamino. Porque tengo que agradecer a todas las familias que llevan en Sarmiento 90 años. Habría que agradecer a los Verdún, los Rabellino, los Ceriani, los Juárez Celman que viven en Capital, los Mármol, la gente se va a sorprender del recorrido. Los Girard, los Exertier, los Oliva, los Diale, Vicky Bermúdez que nos conecta con la familia Apaolaza.  Le quiero agradecer a todos los que me han recibido y a la ciudadanía en general porque a veces los ando molestando.

E.A.: ¿Algo que quieras agregar?

G.F.M.: Quiero invitar a todos, sean socios o no vengan y participen, todo el que quiera aportar algo de su trabajo y su tiempo, será bienvenido.