Y ESTO, ¿¿¿¿PARA CUANDO, INTENDENTE????

Y ESTO, ¿¿¿¿PARA CUANDO, INTENDENTE????

Mire lo que es esto…..esta imagen, que vergüenza. La realidad que hoy viven los vecinos de la avenida Rivadavia cuando termina el asfalto y hasta la calle Córdoba, es vergonzosa, están a cuadras  del centro pero viven en una isla. Sí, una isla porque todos los que están sobre la zanja han tenido que construir improvisados puentes para acceder a sus viviendas. Estos puentes en muchos casos son precarios y por ellos circulan los automotores de los dueños de las casas, poniendo en peligro a sus moradores. Ni hablar de aquellos que tienen hijos menores de edad porque la profundidad de la zanja cuando se llena de agua es similar a un arroyo, sin exagerar. Criar pequeños en ese lugar es sumamente peligroso. A esto debemos agregar la presencia de roedores y otras alimañas que ponen la nota de alerta para que surjan enfermedades típicas de estos animales. No termina allí la cosa, al tener una zanja tan profunda paralela a la calle, le quita espacio a la avenida Rivadavia, y a ello sumamos que se estacionan vehículos del otro lado, en cualquier momento puede suceder un accidente, y si algún auto, moto, bicicleta o transeúnte cae en la zanja la vida puede correr un gran riesgo. A todo esto se suma también que la calle está llena de pozos –como la mayoría de Capitán Sarmiento- y quienes transitan por allí hacen lo imposible para  evitarlos, y en esas maniobras no solo ponen en peligro su vida sino también la de los demás. Nosotros nos hicimos eco en una oportunidad de esta problemática en un semanario del 26  de agosto de 2016, donde criticamos al actual intendente por cambiar de destino un par de tubos que bien pudieron aplicarse a la avenida Rivadavia y sin embargo fueron a parar a la calle Palacios, donde su hija tiene una vivienda, haciendo gala de una conducta criticable de todo punto de vista. Mientras tanto los ediles ni se enteraron de lo que pasó, y como consecuencia Ostoich sigue haciendo “lo que quiere” y es real, nadie le pone freno a su poder, a pesar de que está en minoría en el Honorable Concejo Deliberante. En aquella oportunidad mencionamos también que Ostoich prometió en la campaña 2013 que entubaría todas las zanjas de cielo abierto, y como vemos otra promesa incumplida, como nos tuvo acostumbrados durante en todas sus gestiones, y la comunidad sin embargo siguió dándole respaldo, haciendo de su cargo como algo personal. El mismo Ostoich también se lo creyó y ahora pretende que su señora continúe en el cargo de intendente como si fuera un cargo que le pertenece a la familia Ostoich. Si la comunidad de Capitán Sarmiento no ve estas maniobras para perpetuarse en el sillón de intendente, esta ciega, o quizás no hay otros candidatos mejores, no se sabe que es mejor.