Ya nos habíamos referido en la edición anterior a la lucha de titanes que se desató por el sillón ejecutivo de nuestra ciudad. Parece que Ostoich tendrá la contienda más dura de su historia política. Al renovado Iguacel que hiciéramos referencia en la pasada editorial, ahora debemos agregar a un autentico candidato surgido de las entrañas de la ciudad, el popular Pablo Casas. El conocido periodista que tiene su propio medio radial fue la persona que hizo la propaganda política de la vuelta de Ostoich por allá en el 2007, y vaya a saber que promesas le habría hecho el gran gestionador a Casas que por supuesto no cumplió, y a partir del comienzo de  su gobierno, el medio radial FM10 Sarmiento se convirtió en una voz tenaz, punzante y crítica del intendente. Esta posición de Casas le valió numerosos juicios –ninguno prosperó-  y mucho sinsabores para ambos contendientes, que terminó con el transcurso de los años en una relación bastante amable, pero muy distante al final. Nunca pudieron reconciliarse y para colmo ahora el periodista se instala en la oposición postulándose a intendente en las próximas elecciones. La lucha de Ostoich será a dos manos con una: tendrá que frenar al candidato de Cambiemos, Javier Iguacel, y con la otra: la fama popular de Casas, que sigue firme apoyado por la legión de Massa.

Las ideas que tiene el representante del Frente Renovador, entrevistado en esta edición,  se basan en algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver con Ostoich, promete una gestión transparente, cerca del Pueblo, con puertas abiertas, y sobre todo honestidad. Claro que con estas armas el actual mandamás tendrá que mejorar su plataforma electoral porque ya todos en la ciudad lo conocen y conocen sus falsas promesas. También le preocupa a Ostoich que si gana Casas prometió una auditoria en el municipio para poner en tela de juicio la gestión actual, y eso -cualquiera sabe- no resiste ningún archivo, y si se comprueban algunas fallas en la administración, estamos seguros que no serían perdonados por la espada del periodista y rodarían cabezas de muchos funcionarios junto con la de Ostoich. Bueno, tal vez la puja no sea solo entre Casas y Ostoich, sino que también Iguacel entraría a tallar en la parada. Pero a la hora de ideas para la ciudad, Leguizamón les sacó varios cuerpos a todos los postulantes, el tema es que hay que llegar a la competencia electoral y cada vez son más lo que se anotan. Por último un párrafo aparte merece la redacción de una nota sumamente burda en contra de Iguacel en el medio Agencia Nova, que rápidamente se propagó en las redes sociales, de la cual este medio no se hará eco. Si se trata de puja política, lo bueno es competir con argumentos y no con chismes. La verdad que ofende a los medios es que se publiquen temas personales y sin que sean chequeados para saber si son ciertos. Todo tiene un tufillo que salió de nuestra ciudad y con poca elaboración, el tiempo dirá la verdad si es que algún día se conoce.