ENTREVISTA ENTRE REJAS

ENTREVISTA ENTRE REJAS

Dialogamos con una persona que estuvo detenido en el Penal de San Nicolas, nos cuenta su experiencia y opina que “…vos no podes creerlo pero ya está hecho, te encontrás en una comisaria, y después en un Penal, es como si te metieran en una película de terror…”

E.A: ¿Cuál fue el delito por el cual te condenaron?

Me condenaron por narcotráfico, esa fue la forma en que lo caratularon, porque en realidad en esa época yo consumía droga, y me hicieron un allanamiento, revisaron distintas dependencias de mi casa, y de una habitación sale un policía con una bolsa, que contenía 16 bolsas de un gramo cada una, todo avalado por un testigo, que nunca declaró en la causa. Yo les aclaré que eso no era mío, que nunca tuve nada, y a pesar de todo igual me detuvieron. Me llevaron a la comisaría, al otro día me llevan a San Nicolás a declarar, y quedé detenido en una comisaría de esa ciudad unos tres meses. Después me llevaron al Penal donde estuve unos 4 meses más o menos. Me dieron un arresto domiciliario, y me condenaron a 4 años.

E.A: ¿Por qué te dieron arresto domiciliario?

Porque se podía pedir y me lo concedieron, porque cumplía con todos los requisitos. Primer delito, buena conducta.

E.A: ¿De los 4 años cuanto fue de cumplimiento efectivo?

Lo que vengo relatando, 4 meses en comisaria e igual tiempo en el Penal, luego arresto domiciliario, y más tarde salidas laborales.

E.A.: Como fue tu experiencia en el Penal?

En parte es como cuentan en las películas, en otras no. Hay pabellones más tranquilos que otros. Estaba en un pabellón llamado población. Hay otro que es de buena conducta, otro de evangelistas que reciben a los “refugiados” se le dicen así a los violadores, que lo mandan allí porque en otros pabellones la pasan mal.

Es un lugar donde no quisiera volver nunca. En mi caso personal yo sentí que no debía ir preso. Si bien en esa época consumía, me juntaba con mala gente, no era para que me armen una causa, me hagan un allanamiento, me pongan droga, vos no podes creerlo pero ya está hecho, te encontrás en una comisaria, y después en un Penal, es como si te metieran en una película de terror. Es muy feo lo que se vive allí adentro, todos los días te despertás con el ruido de la escopeta, que se están peleando en el patio con cuchillo, o facas. Vi matar a un pibe a cinco metros mío, salía de visita y le pegaron una puñalada en el corazón, y esas cosas lindas no son. Así también la comida era horrible, limpieza no hay. Primero en la comisaria estuve en una celda de tres metros por seis, muy apretados, con trece personas.  Cuando llego al Penal estuve en el pabellón, primero con una persona, al tiempo fuimos tres, y después fuimos cuatro. La mayoría de las celdas estaban ocupadas por tres o cuatro detenidos, el baño estaba dentro de la celda. Para bañarse era difícil, porque están todo el tiempo dentro de la celda, tenés una hora de abierto de 7 a 8 , te abren la celda y podes estar en el pabellón, y a veces una hora de patio a la tarde. La comida que hacen el penal es muy raro que algún detenido la coma, porque es muy fea, tiene mal gusto no tiene condimento, por ahí está en mal estado, generalmente no es comida que pueda comerse. Se come lo que te lleva la familia, te haces un guiso en la celda para vos y los compañeros, allá se comparte todo. Un día cocina uno otro día otro, y lo que no se tiene se comparte, desodorante, champú lo que sea. Las duchas están al principio del pabellón, que generalmente no funcionan  muy bien, falta agua, esta fría, las cloacas se tapan a diario.

E.A.: ¿Crees que estos problemas son por falta de presupuesto?

Tengo entendido, que no hay recursos, y supuestamente les tiene que llegar.

E.A.: ¿Trabajan allí?

Si hay labores, hay pibes que consiguen salir a trabajar, no es lo mismo estar caminando, trabajando, llevando pan o lo que sea, que estar todo el día en una celda de cuatro por cuatro. Hay pibes que salen a trabajar en la panadería, otros cocinan. Adentro del penal hay escuela, carpintería pero en particular no conozco porque no fui, ya que no me gustaba el ambiente.

E.A.: ¿Qué opinás de los arrestos domiciliarios que se dieron con esta pandemia?  

La verdad que no estoy bien informado, porque estoy saturado con la información de la pandemia y el corona virus, creo que no hace bien hablar tanto de ese tema. Pero al respecto digo que es según los casos porque no todos los casos  son iguales, hay que ver el delito que cometió la persona, supuestamente para que te den un arresto domiciliario, tenés que ser primario, buena conducta en el tiempo que estuviste detenido, hay muchas cosas que van de la mano para poder acceder a ese beneficio, es según el caso y eso lo determina un Juez tengo entendido. Por allí se escuchan casos de que le dieron arresto domiciliario a una persona que violó por ejemplo y  allí no estoy de acuerdo.

E.A.: ¿Qué es una requisa?

La policía ese día hace como un allanamiento medio programado, generalmente se lo tiene pactado, porque viviendo ahí en el penal se sabe cuando se va hacer, a que pabellón le cae una requisa. Se sabe porque la misma gente del Servicio Penitenciario se encarga de decir por medio de un detenido, entonces ya los presos se preparan, a la mañana temprano se sabe que va haber requisa en el pabellón tres por ejemplo, generalmente hacen dos por día. Viene la gente del servicio penitenciario se pone en el pasillo, con escudo, escopetas, te van abriendo las celdas, te sacan afuera, hacen una fila, los llevan al patio, sacan toda la ropa, miran que no te lleves nada, te vestís y te vas al patio, en el momento en que estás allí, las personas encargadas de hacer la requisa entran a la celda, buscan droga, teléfono y facas (cuchillos). Te rompen mercadería, te tiran todo al piso, llegas a la celda y está todo desparramado, la ropa, el fideo, el arroz, hacen un poco de daño, generalmente no es muy bien cordial el trato entre la gente del servicio penitenciario y los detenidos, siempre hay una bronca por algo, por lo que sea. No todos tratan de una misma manera, unos y otros. Si al requisar te encuentran un teléfono en tu celda, llaman a los ocupantes y uno tiene que hacerse cargo, de quien es el teléfono, te hacen un informe, te lo sacan obviamente, y a los cinco días te enteras que ese mismo teléfono esta en otro pabellón, o sea que esa gente se lo vende a otros detenidos, hay de todo.

E.A.: ¿Pensás que la cárcel argentina recupera a los individuos para estar en sociedad?

No, para mí no. Al contrario, conozco muchos pibes que han delinquido y estando allí, ya tienen la mentalidad de que cuando salgan continuarán cometiendo delitos, es como que están acostumbrados a esa vida. Me tocó vivir con un compañero de celda que purgaba una condena de seis años, y estaba ya por salir en libertad, con salidas transitorias, y en una de esas salidas salió a robar, y perdió su libertad nuevamente.

E.A.: ¿Quienes estuvieron a su lado y no lo abandonaron en este difícil trance?

Mi familia estuvo siempre mas de lo que pude imaginar y quise. A veces estando preso en el penal no quería que vayan a verme por el simple motivo de que cuando termina la visita y se tienen que ir y saben que vuelven a su vida normal y yo quedaba ahí en esa jungla de cemento se les partía el corazón por eso no quería que fueran, pero iban igual siempre, fueron todas las visitas. Y amigos tambien me visitaron, me apoyaron y mandaban cosas, sea alimentos, cigarrillos, cartas.

A una visita fue un amigo con la mujer, y a la otra visita fue el padre y la madre de mi amigo eso me sorprendió bastante, son parte de mi segunda familia, se podría decir. Nadie de mi entorno se alejó, al contrario diría mucha gente se brindó para lo que precise, eso fue muy lindo.