ENTREVISTA A EDUARDO FERRARIO

ENTREVISTA A EDUARDO FERRARIO

¿Usted sabía que en nuestra ciudad existe un taller de reparación y afinación de pianos? Eduardo Ferrario nos cuenta un poco de su vida y de su hobbie…lea la nota, no se la pierda!!!!

“Si no tengo un incentivo, mi vida no tendría sentido, sobre todo a esta altura, si yo puedo hacer algo por los demás me sirve para vivir.”

E.F.: Mi nombre es Eduardo Carlos Ferrario, nací en Capitán Sarmiento, el 17 de enero de 1935, nací y me crié acá, buena parte del tiempo la pase en el campo, tengo 86 años de edad. Tengo un hijo, un nieto que es baterista, y que ahora estudia piano.

E.A.: ¿Me cuenta sintéticamente un poco de su vida?

E.F.: Mi vida se desarrolló de esta manera: cuando vine del campo empecé siendo relojero, porque desde muy chico me interesaba la relojería, también en una época reparé motos, cuando comienza la radio a transistores, empiezo a armar radios siendo mi socio Juan Compani, y trabajamos 12 años juntos, después hicimos televisores blanco y negro. Cuando termino mi sociedad con Juan, comienzo a dedicarme un poco a la comunicación, algo que siempre me llamó la atención, que podía ser un receptor de radio, pero no entendía como se emitía la onda y como podía ser un transmisor. Me hice radio aficionado, y fui creciendo en conocimiento, acotando que en todo fui un autodidacta, siempre me relacioné con personas que conocen del tema. Mi vida fue entre la relojería y la radio, hasta que en una época donde LVS empezó a funcionar –la radio circuito cerrado- con Raul Risolino y mis otros socios, hicimos trabajos para ellos, y así lentamente nos fuimos relacionando y nos hicimos socios, mientras la empresa (Electrónica Sudamericana) crecía fuimos abarcando la parte comunicaciones, que esa era mi especialidad en ese momento. La empresa creció bastante pero como todas las empresas en un momento no pudo seguir funcionando, y a pesar de la excelente relación entre los socios, sin existir ningún problema económico, ni personal, tuvimos que ir achicándonos hasta que liquidamos la sociedad. Me quedé con el primer socio, pero también me separé porque él se dedica a cosas más avanzadas, como internet, y yo me quedé con mi hobbie, porque siempre de joven algunas cositas hacía en los pianos.

E.A.: ¿Cómo nace ese hobbie de dedicarse a los pianos?

E.F.: En mi época no había muchas posibilidades de hacer estudios avanzados, me crié en el campo, y tenía solamente hasta cuarto grado, estudié en el Colegio San Pablo de los Padres Pasionistas (El Monasterio), allí estudié cuatro años y tuve una pequeña base de música, de piano, una vez ví como se le cambiaba una cuerda. Soñé por muchos años tener algún instrumento de música. Recién a los veinte y pico de años, pude comprar un acordeón a piano, y empecé a estudiar en forma autodidacta siguiendo la música. Como dije en el Monasterio vi como se cambiaba una cuerda al piano y me llamó la atención, después un amigo necesitaba reparar un piano y le hice un buen trabajo. Mas tarde compré un piano, y empecé a practicar sobre ese piano, me costó muchísimo encontrar literatura al respecto, hasta que encontré en Buenos Aires un libro en inglés, y como yo no lo entiendo mucho a pesar de haber estudiado, no me resultó suficiente, hasta que en un viaje que hice a Italia, encontré un libro en italiano, y este es un idioma que practico muy bien, entonces esto me dio una base. Después tengo un amigo desde hace 40 años, que ahora está en Estado Unidos,  se dedica a los pianos y órganos, antes de radicarse en USA, aquí fabricaba órganos, al relacionarme con él, también tuve la posibilidad de conseguir todo tipo de repuestos. Lo que comenzó por hobbie, terminó siendo algo importante en mi vida, hoy en día tengo una persona que me ayuda. Los costos cada vez son mas elevados y hay que compartir. Me empecé a dedicar a los pianos cuando me quedé solo, y a medida que fue cerrando la fábrica, mas trabajos hacía. Con el empleado –mas de 40 años juntos en la fábrica- también hacemos algún arreglo de electrónica, a veces automatizamos los portones de garajes, no son cosas que surgen todos los días, pero una que aparece nos mantiene ocupados. También reparamos relojes antiguos, las máquinas y la parte de las maderas, esa madera torneadas que tienen algunos, que son verdaderas obras de arte. Tengo muchos pianos algunos para vender y otros para reparar, hay pianos importados, otros restaurados.

E.A.: ¿Cómo se mantiene tan activo?

E.F.: Siempre traté de hacer algo que no hicieran los demás, o que haya muy poca gente que lo hace, entonces uno tiene mas posibilidades de trabajo y se puede desarrollar mejor. Desde chico pensaba, tengo que elegir una profesión u oficio que me sirva en todo el mundo, así como mis abuelos, mis ancestros han tenido que emigrar, algún día nos puede pasar a nosotros que tengamos que ir a otro lugar, si yo tuviera que trabajar en otra parte del mundo ¿en que podría trabajar? Los relojes están en todos lados, en todo el mundo, ¿cosa curiosa no? Desde chico lo pensaba, y además es una cosa que me apasiona, me apasiona todo lo que hago sino a los 86 años no me mantendría activo. Fui 13 años presidente de la Sociedad Italiana, mis cuatro abuelos fueron italianos, y siempre que puedo colaboro con alguna institución.

E.A.: ¿Qué tipo de música le gusta?

E.F.: De la música me gusta todo lo popular, folklore, valses, los temas de antes, los foxtrot, los pasos dobles. Cuando tocaba la acordeón a piano, con un primo practicábamos en los carnavales, en el Prado Español, en la época en que tocaba Yubesky, un vecino de nuestra ciudad.

E.A.: ¿Está reparando un piano que piensa donar?

  1. F.: El piano fue donado por la familia Doyle, y yo lo estoy reparando, es un piano de 140 años, va ser un milagro repararlo, pero con mucha paciencia hace como dos o tres meses que lo estamos trabajando y ahora se puede decir que está listo. Por afuera el piano junta demasiada pelusa y hay que limpiarlo continuamente, hay también telaraña, normalmente el piano se ensucia mucho, lo peor lo limpiamos afuera del taller, cuando ingresa a la parte intermedia, se sopletea y ya empezamos con las reparaciones de la parte del gabinete, se retira la máquina y se la pasa a una mesa limpia, donde están los repuestos. En la máquina se requieren herramientas especiales, y se repara la máquina martillera, resortes que generalmente vienen rotos, comidos por las polillas, hasta por las lauchas, es decir pasa de todo. Primero se deja la máquina en perfectas condiciones, cuando esta reparada se la adosa al piano mueble, allí hay que volver a hacer una adaptación, porque el piano tiene muchísimos ajustes, para que sepan cuando uno oprime una tecla mueve veinte piezas, y el piano tiene 81, 83 u 88 teclas, cada nota tiene tres cuerdas para ajustar, al margen de los movimientos de la tecla.

E.A.: ¿Cuál es el costo de reparación de un piano?

E.F.: En cuanto al costo es imposible saber, cada piano tiene un presupuesto distinto. La afinación del piano me lleva 5 horas, cuando el piano esta todo armado, afinar significa que hay que hacerla y repasarla, y a veces hay que afinarlo al otro día de nuevo.

E.A.: ¿Hay alguien de la zona que se dedique a esta tarea?

E.F.: En la zona no hay otra persona que se dedique a este trabajo en los pianos, antes supo haber alguien en San Antonio de Areco, pero era solo de afinación.

E.A.: ¿Le hace feliz este hobbie-trabajo- ocupación?

E.F.: Si, gracias a Dios este trabajo me hace feliz. Si no tengo un incentivo, mi vida no tendría sentido, sobre todo a esta altura, si yo puedo hacer algo por los demás me sirve para vivir.