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Un bar echa a un grupo de curas por creer que se habían disfrazado para una despedida de soltero

Ocurrió en un local de Cardiff (Reino Unido), donde los seminaristas iban a celebrar la ordenación de uno de ellos. Esta es la historia de una divertida confusión que se ha convertido en la historia más comentada del día en Reino Unido.

Un grupo de siete seminaristas de la ciudad de Cardiff entró el pasado sábado en un pub para tomar una copa. Sin embargo, el dueño del bar los acabó echando a todos, porque al verlos con sus ropas religiosas pensó que, en realidad, era una pandilla de amigos de despedida de soltero. Antes de que se la liaran entre pinta y pinta, decidió expulsarlos. El problema es que no, no había disfraz, sino uniforme de trabajo de lo más real. El grupo entró con sotana y alzacuellos, y fue entonces cuando el dueño les informó de que debían irse porque «tenían una política de no dejar entrar vestidos de fiestas de disfraces o despedidas de soltero». Cuando los seminaristas ya se iban a marchar del local, el gerente del bar, Matt Morgan, les miró de nuevo y les preguntó: «El traje es de verdad, ¿no?». Y ahí quedó todo, en la anécdota.