LOCURA SOLIDARIA

LOCURA SOLIDARIA

La solidaridad es un valor humano que a veces puede quedar relegado a un segundo plano cuando nos sumergimos en nuestra rutina diaria, el auge de la pandemia a veces nos muestra su cara mas horrible pero también suele avivar el fuego de la solidaridad en otros. También la utilización de las redes sociales hace que todo se propague más rápidamente que en otras épocas. El argentino siempre se caracterizó por practicar la solidaridad en los casos extremos, cuando ocurrieron terremotos, inundaciones, siniestros, donde quedaban muchos desamparados y sin posibilidad de recuperarse. Hubo entonces grandes colectas que rindieron sus frutos, una de ellas que nos dejó el gusto amargo fue cuando se realizó la maratón por las islas Malvinas, la colaboración del pueblo fue masiva, pero unos corruptos -que en Argentina hay muchos- se encargaron de desvirtuar semejante gesto de solidaridad que quedará en la historia. Pero desde estos actos masivos, ahora comenzamos a transitar por gestos más pequeños, pero no por ello importantes. Se trata ahora de ayudar en forma colectiva a personas que han sufrido un accidente y necesitan remedios, o fondos para transitar tal difícil situación, que los afecta en todo sentido, en especial lo económico. No vale la pena enumerar los actos de solidaridad en nuestra ciudad emprendidos por ciudadanos en el noble afán de ayudar a sus semejantes, víctimas de siniestros, accidentes, y enfermedades solo para mencionar algunos eventos. Utilizando las redes sociales -que llegan a todos- se pueden ver numerosos casos, por colectas para personas que la mayoría conocemos, e impulsa ese gesto tan valioso que es la solidaridad. Pero, así como exaltamos este gesto, vemos también la proliferación de colectas que se publican, las que por su cantidad corren el riesgo de caer en el cansancio de los ciudadanos ávidos de colaborar. También debemos sumar grupos de gente pertenecientes a asociaciones de otros lugares que piden por centro de ayuda a drogadictos, a enfermos de dolencias increíbles, y centros religiosos. Al final de cuentas vemos como ese germen de solidaridad empieza a desvirtuarse por la gran variedad de emprendimientos -loables todos- pero que apabullan a la persona con ganas de ayudar. Es que la demanda es mucha y muy variada, y la oferta por quienes quieren ayudar cada vez es menor. Quizás es igual que en otras épocas, pero ahora no hay bolsillo que alcance. Por eso nos pareció importante un artículo que leímos en internet que nos da siete consejos para practicar solidaridad y ellos son:    1) Dona sangre 2) Acoge animales 3) Da de comer a una persona sin hogar 4) Dona ropa, juguetes o medicamentos 5) Ayuda a personas ancianas  6) Hazte socio o socia de una ONG o haz una donación 7)  Apúntate al voluntariado.

Si practicamos uno de ellos lo más probable es que nos sintamos mucho mejor mentalmente, y estas actividades las podemos hacer sin mucho esfuerzo, solo invertir un poco de tu tiempo, y por supuesto no tendremos que andar detrás de esos pedidos que se hacen por internet, que no sabemos qué destino final tendrán. Hay mucho para hacer en nuestra ciudad, solo hace falta voluntad y solidaridad. Por último, nos resta decir que el sarmientense es una persona sumamente solidaria, lo hemos comprobado miles de veces en acontecimientos locales, pero cuidado que con tanta locura solidaria que surge de internet, se vaya perdiendo esa esencia tan importante que siempre lo caracterizó al ser humano, sentir empatía por su semejante.