EL DÍA DE LA “SOBERANÍA NACIONAL”

EL DÍA DE LA “SOBERANÍA NACIONAL”

Por el Profesor Julio César Pometti – Coordinador Circulo Argentino Recreacionista – Museo de la Recreación Histórica.

Días atrás hubo algunos actos, actividades, un feriado largo, y un cúmulo de actividades en torno a este día importantísimo para nuestra patria.

Ya pasada esta fecha hace muy poco, no quisiera redundar por lo que ya si se hizo, sino agregar, desde mi punto de vista lo que creo que nos debería dejar la conmemoración de este evento.

La “soberanía nacional” entendida por el público en general podría interpretarse por el amor y orgullo de pertenecer a la historia de esta tierra, a sus raíces, a sus logros y sus desaciertos. Es elegir por delante el bien común, el bien mayor, por sobre el beneficio personal.

Estos sentimientos, crecen en las personas desde la niñez y como una planta, crecen y aumentan de tamaño cada vez que se las riega.

Quiero dejarles un relato, una forma de regar estos sentimientos que quizás, hasta logre generar una lágrima, eso señores, eso es “soberanía”

Por el Mayor de Caballería E. A. D. Luis Noailles French.

A fines de 1933 volvíamos de la Cambaí situada al Norte del río Mocoretá en la Provincia de Corrientes, luego de realizar unas maniobras muy lluviosas, atravesamos el nombrado río, con 1000 metros de ancho a nado y 5 kilómetros de bañados, cansados y con la ropa húmeda. A la cabeza de la columna marchaba el Tte. Cnel. Donovan con su ayudante el Subteniente Espinosa, atrás de ellos marchaba yo con la bandera de guerra enfundada, luego los 5 escuadrones. Serían las 11 horas, el sol rajaba la tierra y la humedad era insoportable. Desde una lomada vimos un grupo de chicos, acompañados por una maestra de no más de 20 años que corrían hacia el camino. Al fondo se divisaba una escuela rancho y su bandera. Sorpresivamente el Tte. Cnel. Donovan ordenó al corneta de órdenes “de alto” y el regimiento se detuvo. Luego hizo tocar Prepararse para desfilar y a mí, me ordenó:

-¡Subteniente desenfunde la bandera!

Entonces hizo pasar la banda al frente y esperamos que la señorita maestra llegara con los chicos al alambrado. En ese momento arrancó la banda y él se dirigió hacia el grupo de argentinos y saludando a la señorita con su sable desenvainado, le pidió permiso para iniciar el desfile. Los chicos eran una sola boca abierta y la maestra comenzó a sollozar. Estábamos listos y todo el Regimiento 6° de Caballería rindió honores a esa maestra con sus alumnos, mientras las lágrimas brotaban silenciosas.

Ese grupo de niños argentinos miraba absorto las armas de la Patria que reconocían sus sacrificios por hacer cada día algo por la Argentina… Fue para mí el más brillante desfile de toda mi carrera militar, que hoy a mis 86 años (1998) me emociono hasta las lágrimas cuando recuerdo el momento que Dios me permitió vivir…

Nota del Redactor: “Cuando un país es poderoso el nacionalismo se ve como una virtud, en cambio sí es dominado pasa a ser un defecto”. Ninguna frase mejor que ésta para aludir a la anécdota de referencia. Todos los sacrificios y esfuerzos que hacemos en nuestros Regimientos de Recreación Histórica apuntan a eso.

Todos somos argentinos, todos somos soldados en nuestra vida cotidiana, todos luchamos por algo, con algo y contra algo…. pero hoy en día, solo algunos elegimos no dejar que esas grandes proezas, historias y glorias, caigan en el olvido de una sociedad donde cada vez más, se olvida de donde viene…. Si al leer estas palabras, algo muy dentro se movilizó, entonces vamos por el camino correcto.