ENTREVISTA

Dialogamos con Manuela Ponz, a raíz de la publicación de su libro “La Mala Victima”, originado en un hecho por demás conocido: un taxista abusó de ella cuando contaba con 20 años de edad.  

Manuela opina que: “…hay otro plan para nosotras: ser felices, empoderarnos y luchar contra las injusticias y la desigualdad…”

M.P.: Nací en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1995, pero cursé toda la primaria y secundaria en la escuela 13 de Capitán Sarmiento. Actualmente estoy por recibirme de abogada especializada en derecho penal de la UBA, estoy a cargo del Departamento de género, diversidad e inclusión de la Biblioteca del Congreso, y soy vicepresidenta de la comisión de Géneros del Sindicato del personal legislativo.

E.A.: ¿Cuándo fue la fecha del desgraciado episodio? Capitán Sarmiento, su ciudad de infancia, ¿se solidarizó con su situación?

M.P.: Esto ocurrió en el 2015 y lamentablemente, la herida sigue abierta igual que la causa, ya que el agresor continúa prófugo de la justicia. En Sarmiento no recuerdo demasiado apoyo, más bien críticas, o comentarios dolorosos, como por ejemplo que me lo merecía, o que seguro era mentira, que siempre fui demasiado “libre” y me vestí demasiado “libre” y salía mucho de noche… y digo libre para no reproducir las barbaridades que decían. Siempre tuve esa relación con Sarmiento, ambigua, porque por un lado me dio grandes amigas y amigos, y esa libertad despertó en mi, la rebeldía de no vivir como los demás querían. Pero también me hizo daño, la gente puede ser muy cruel. Pagué los costos de ser una mujer libre en un pueblo chico. Hoy lo agradezco, me trajo hasta acá. Y no guardo rencor, también entiendo que cada quien hace lo que puede con los recursos que tiene, y por suerte, las chicas más jóvenes e incluso pares mías con los años se han acercado a mí, para felicitar mi valentía o para pedirme ayuda, incluso para pedirme perdón. Y eso para mí es justicia también.

E.A.: «La mala victima» fue escrita años después de lo ocurrido. ¿Qué la llevó a escribir su historia?  Cuéntenos un poco de lo que trata el libro.

M.P.: La mala víctima fue escrita durante estos 7 años. Para mí, fue una manera de, metafórica y literalmente, “dar vuelta la pagina”. Yo escribía porque me hacía bien, y me ayudaba a sacarme de encima la rabia y la angustia, nunca había pensado en publicarlo, hasta que fui madre y entendí que quería cerrar un ciclo.

E.A.: ¿Cree que la divulgación del libro logrará cambiar algunas apreciaciones sobre los delitos sexuales?

M.P.: No sé si esa fue la intención en un primer momento, no soy tan pretensiosa. Pero espero que sí. Ojalá las mujeres entiendan que no podemos permitir que nos defina la violencia que ejercen sobre nosotras y qué hay otro plan para nosotras: ser felices, empoderarnos y luchar contra las injusticias y la desigualdad.

E.A.: ¿Quedó conforme con el accionar de las autoridades nacionales y/o judiciales? Para usted, como estudiante de Abogacía, ¿dónde cree que fallaron si es que lo considera así?

M.P.: Claro que no estoy conforme, ninguna mujer puede estar conforme hoy con el desastroso y antidemocrático poder judicial que tenemos.  En la justicia falta perspectiva de género, como falta en los otros dos poderes del Estado también. Faltan funcionarios trabajando de manera empática. No saben tratar con víctimas, y, además, cuando los abusos son en situación de calle -como me paso a mi- nos culpan a nosotras, es decir, no nos creen. Por eso no accionan, no son rápidos ni eficaces.

“Quiero agradecer a mis maestras y profesoras de la Escuela 13, particularmente a Graciela Tancrede, que me incentivó a temprana edad a que escriba, porque me dio una herramienta super poderosa. Y a Patricia Matas que me enseñó a cuestionarlo todo. La educación que tuve fue clave para salir adelante y convertir el dolor en lucha.”

La Mala Victima de Manuela Ponz está disponible en formato digital en: lamalavictima.mitiendanube.com