Por María Elisa Antonelli

Es indudable que Evo Morales marca un antes y un después en la historia de Bolivia.

Evo fundó el Estado Plurinacional de Bolivia que reconoce y visibiliza a las etnias sometidas durante años, o mejor dicho, durante siglos. Redistribuye riquezas, nacionaliza los recursos energéticos, quita poder a los poderosos y empodera a los invisibilizados.

Nada que no hayamos leído o escuchado en diarios o TV. Cuantos nos sorprendimos al saber que en Bolivia no hay analfabetismo. ¿Por qué entonces ocurre un golpe de Estado?

Las causas seguramente son mucho más profundas que las que podamos analizar en este  texto y, desde nuestra posición, no vivir en el mismo país, tener ideas y saberes previos sobre lo que es constitucional o anti; nutrirnos de lecturas de actores con posiciones diferenciadas para arribar a una conclusión que no pretende ser absoluta; sino un aporte más a este hecho que nos conmueve y , por supuesto nos atañe como parte de esta América Latina tan castigada y deseada por poderes foráneos.                                                                                                                              Tomaremos dos referencias con posiciones bien encontradas, por un lado, la académica y feminista argentina, Rita Segato para quien Evo Morales cayó por su propio peso, por un vacío de poder que se genera “por muchos errores y excesos” y la de un grupo de mujeres indígenas bolivianas que le responden.

Segato sostiene, “…Que Camacho sea una figura inaceptable y malvada no implica que Evo Morales sea una figura perfecta…”. Se explaya sobre una serie de episodios que, según ella socavaron la gobernabilidad y la credibilidad del presidente. Hace hincapié en la “manera autocrática de hacer política”, la “militarización del país” y “el machismo de Evo”.

Las mujeres indígenas, le responden desde lo que ellas llaman el “sentipensar”. “Para una mujer aborigen que vive el machismo y la violencia en su vida cotidiana no es lo mismo encontrarse con un servicio de salud laico y respetuoso de la salud ancestral, que encontrarse con médicos anti derechos que sojuzgan”.

También refieren que la redistribución de la riqueza generó otro escenario para la lucha y la liberación. Y eso lo logro Evo Morales refundando el Estado Colonial y convirtiéndolo en Plurinacional.

Eso fue la Bolivia Plurinacional.

Si vamos al meollo de la situación de la que partimos: ¿Por qué y para qué un golpe de Estado en un país con un crecimiento económico, social y cultural demostrable en los últimos años? 

De la lectura de ambos textos se desprende la tensión entre el discurso de una intelectual blanca que por su condición de activista feminista centra su discurso en algunos aspectos de Evo Morales más que en otros y las mujeres indígenas que, desde su “sentipensar”, saben que los que toman el poder responden a la lógica de los “blancos”.

El golpe no prosperó por los indios ni las feministas de Bolivia ni por los sectores más amplios de la población.

¿En pleno siglo XXI, seguimos debatiendo la igualdad entre aborígenes y blancos? ¿Todavía habrá quienes duden si los indios son seres racionales?

El golpe de Estado en Bolivia que derrocó a un presidente elegido democráticamente al que le faltaba apenas un mes para terminar su mandato, que había convocado a nuevas elecciones por las irregularidades que, según la OEA se habían encontrado, puede tener múltiples causas y , entre ellas muchas puede ser el propio Evo el responsable .

Pero la cuestión medular es una profunda división social, entre las raíces ancestrales reconocidas por el presidente Morales y negadas por un sector de la sociedad que no le importa aceptar apoyo extranjero, coptar a las FFAA y policiales y utilizar ciertos evangelismos mesiánicos con tal de tener nuevamente el poder.