Por Luis Marino Ejarque

El Jefe supremo de la Iglesia católica tiene, en teoría, un rol capital que es Gobernar la Iglesia católica, uno de los estados más influyentes del mundo. La función evangelizadora es otro de sus roles, determinando las acciones de la iglesia a fin de contener a los católicos y formar nuevos fieles.

Francisco, con absoluta naturalidad agrega a todo esto su participación activa en la vida política de su país natal. Y como buen peronista se acerca a los que considera desposeídos, aquellos que se sienten excluidos en una sociedad indiferente a sus dramas. Para esto se hace carne en sus actitudes el verbo populista de los K, y del peronismo en general. Que otra alternativa pastoral le queda sabiendo mejor que nadie que la iglesia necesita de los pobres para su propia subsistencia.  Tal vez sea el parámetro que más hermana a la iglesia con el peronismo… su dependencia de los pobres.

En esta posición debió desnudar su odio e indiferencia por el gobierno actual, representante de la más cruda derecha anti obrera y anti pueblo. Enarboló así el discurso de Hebe de Bonafini, de Barrios de Pie, de cuantas CGT pululen por el mundo político y gremial, de Estela de Carlotto, de Baradel, Scioli, por supuesto de Cristina, y de todo cuanto considere la antítesis de este gobierno, en un cóctel ideológico cambalachesco e incomprensible que tiene el broche de oro en el más puro Moyanismo. Su iglesia, allí en Luján, en plena efervescencia judicial de las variadas causas contra la familia del camionero, realiza una especie de reivindicación donde la institución de Dios parece reivindicar la epopeya justiciera de Moyano, prestándole la foto al mundo del gremialista más poderoso del país arrodillado ante el Obispo.. Hermoso momento… imborrable…

Parece la pintura de la decadencia moral de la iglesia, aquella que debiera pacificar, ser justa, ecuánime, comprometida ante todo con la conciliación y la justicia….

¿Puede verse esto como un complot de los factores de poder (iglesia- gremios, etc) ante un gobierno no peronista? Probablemente…pero mas grave que eso que es un clásico argentino, lo es el hecho de no encontrar institucionalmente reservas morales para recomponer alguna vez la sociedad.

No es una locura suponer que esta actitud de Francisco y SU iglesia, sea parte de un acuerdo muchísimo más grande, movido por intereses mucho más poderosos que el espiritual…