ANARQUIA ESCOLAR

ANARQUIA ESCOLAR

Llega esta época del año en la República Argentina y renace el problema de la educación. La fecha de iniciación de clases es un karma que los padres no pueden escapar, situación que se ha repetido por muchísimos años. Sobre todo por la gravedad de la economía que nos limita para cumplir con los gastos básicos de los alumnos. El jueves antes del inicio escolar (¿a quién se le ocurre empezar un día viernes?) nos encontramos en un negocio de la ciudad a una madre de tres hijos que estaba comprando los uniformes para que sus niños concurran a la escuela.

Una vez que el comerciante le ofrece lo pedido a la sufrida mamá, observa que con el dinero que cuenta, no llega.

La mamá pregunta: ¿Cómo se puede pagar? ¿Cuotas?… En fin, allí se ve el reflejo de lo importante para los padres que es la educación de sus hijos, hacen cualquier artilugio para que ellos concurran a las aulas para aprender, para ese derecho soberano que la ley Nacional de Educación detalla con claridad: garantizar calidad y equidad educativa en todo el territorio.

Mientras uno ve por sí mismo ese esfuerzo desplegado por todos los padres, por otro lado, los docentes declaran paros poniendo en duda en inicio de las clases.   En la Provincia de Buenos Aires las clases comenzaron y el gremio provincial no se adhirió al paro decretado a nivel nacional. Una buena noticia, pero en nuestra ciudad se dio un caso muy particular. El domingo 3 los padres de un establecimiento escolar recibieron por mensaje que los alumnos debían completar el apto físico para realizar las horas de educación física, el mismo se encontraba en un quiosco donde lo deberían retirar. El primer inconveniente fue que el establecimiento comercial estaba cerrado el domingo, y el segundo que no había tiempo material para completar dicha documentación, y las clases de educación física comenzaban el lunes 4 de marzo. Conclusión: los chicos no tuvieron clase de educación física, es decir equivale a un paro porque los docentes no trabajaron, porque faltaba el apto físico. Parece un juego diabólico, hecho para perjudicar a los alumnos, a los que debemos proteger tal como indica la ley nacional de educación. ¿Qué es lo que está fallando? El gobierno que, para evitar conflictos, han preferido ceder a los gremios beneficios como licencias, participación en decisiones de gobierno del sector, ausencia de monitoreo y evaluación sistemática del desempeño laboral?? ¿Los docentes que ante la falta de órgano controlador cada cual hace lo que sabe o lo que le conviene en forma particular?

En el medio de estas decisiones se encuentran los niños y los padres que soportan la falta de ordenes claras y la amenaza constante del paro. Frente a esta situación es imprescindible declarar la emergencia educativa y a la educación como un servicio esencial. El gobierno nacional debe poner en marcha todos los recursos que corresponden a su nivel para hacer cumplir la Ley Nacional de Educación, y las provincias cumplir con sus responsabilidades de gestión.

El sacrificio de los padres es enorme y no debe desanimar la falta de organización de parte de los gobernantes y los gremios docentes para que, DE UNA VEZ POR TODAS,  terminar con paros y medidas absurdas que no ayudan a la educación de los alumnos.