CINTURA POLITICA

CINTURA POLITICA

El ejercicio del poder es una tarea muy difícil, y más difícil es cuando quien lo ejerce es una persona con poca educación, o más peligroso aun sin escrúpulos. La tendencia a evadir las leyes, reglamentos, decretos, etc. es muy común en nuestro país. Tal vez los resabios históricos no nos ayudan, desde antiguo nuestros gobernantes han querido hacerlo sin que nadie les acorte el poder, esto deviene desde la época de la organización nacional, dígase 1810, pasando por Rosas y la suma del poder, hasta estos últimos años que pasamos –póngale usted el nombre del Presidente, Gobernador o Intendente que quiera- siempre fue igual. Queremos la suma del poder público para gobernar. Es lógico, los argentinos tenemos un defecto muy grande: querer saltear las leyes, si esas que organizan el estado, y la sociedad para que la misma funcione en forma correcta. Pero no, si nos ponen una multa queremos zafar, si hay que pagar un impuesto, lo menos posible o no pagarlo. Estas conductas endémicas son muy difíciles de erradicar, porque no es más que producto de la falta de educación, a pesar de que muchos padres educaron a sus hijos bajo las reglas morales de su tiempo, ahora se encuentran que esas mismas normas no sirven para vivir en sociedad. Ya nadie paga sus deudas honrosamente a su acreedor, para hacerlo éste debe recurrir a difíciles vericuetos legales. Ni hablar de las relaciones humanas ahora se rigen por cánones tan difíciles de entender que todo termina enredado, y sin solución. Pero volvamos a lo político, ahora se vienen tiempos de cambio, tanto en lo nacional, provincial o municipal, las personas que asumen lo hacen en un estado recortado por las vicisitudes económicas, y tendrán que hacer muchas maniobras para que el dinero alcance. Esperamos que sus actos estén reñidos con las leyes que organizan el estado democrático, que respeten la división de poderes, que obedezcan las directivas dictadas  desde el Congreso, que no avasallen otros poderes, que sean los primeros en dar el ejemplo de obediencia legal, para después los ciudadanos también acaten estas órdenes. Así se da el ejemplo, así se educa al pueblo, y de esta forma empezamos a dar los primeros pasos para tener una gran Democracia. Sí, estamos como los bebes dando los primeros pasos, el problema es que tropecemos y nos caigamos como ya nos paso muchas veces. Tenemos una gran expectativa por saber ¿cómo actuarán nuestros representantes a la hora de gobernar?, ¿seguirán engañando?, ¿seguirán eludiendo las leyes? O de una vez se pondrán los pantalones largos de la Democracia y jugarán el papel que la historia les reclama?

Muchas preguntas y por ahora ninguna respuesta. Aquí el municipio espera un nuevo dirigente, en quien se depositó mucha confianza, para dejar atrás un pasado no muy halagüeño. Habrá inconvenientes difíciles de sortear pero el pueblo tiene mucha esperanza, y eso es un elemento muy importante que juega a favor del nuevo intendente. Que la ley y el orden iluminen esta nueva gestión.