CLASES PRESENCIALES EN ALGUNOS DISTRITOS

CLASES PRESENCIALES EN ALGUNOS DISTRITOS

Este es el principal título que se vio reflejado en los últimos días, y se refiere estrictamente que la provincia de Buenos Aires vuelve al sistema presencial de clases tanto primarias como secundarias, pero solo en los distritos del gran Buenos Aires y algunos municipios del interior. Esta forma de dar clases no será en nuestro distrito porque quedó inmerso en la fase 2 y esta fase no permite las clases presenciales. Hasta aquí todo está dentro de lo normal, pero la situación estalla dentro de la política, porque nuestro intendente Javier Iguacel, salió públicamente a cuestionar esta decisión provincial, considerándola injusta y tendenciosa, en particular con muchos municipios del interior cuya realidad epidemiológica está mejor que en el conurbano. Para dar fuerza a su pedido, que primeramente se hizo en las autoridades provinciales, salió por la radio La Red en un reportaje exclusivo, aclarando el sentido de su reclamo, y después de fundarlo en forma vehemente, terminó diciendo que si la provincia no escucha sus reclamos, cortaría la ruta para ser oído. Esto desató una catarata de opiniones contra dicha resolución. Desde la provincia el mismo jefe de gabinete Carlos Bianco en una conferencia de prensa dada en la casa de gobierno (martes), para explicar cómo funcionaría el sistema de presencialidad de clases, le dedicó un párrafo aparte diciendo que Iguacel estaba haciendo política con este asunto, además recalcó que llamar a cortar la ruta 8 es apología al delito, porque cortar una ruta es un  delito federal, y le llamaba la atención que ningún fiscal de la provincia no había actuado de oficio al enterarse, aclarando que se daba cuenta porque tanto Iguacel como el fiscal general eran del mismo partido político. También tomó carta en el asunto y salió de su ostracismo para criticarlo el actual diputado provincial Oscar Ostoich, quien a través de su cuenta de Facebook envió un fuerte repudio a los dichos de Iguacel, adjudicando la decisión de cortar la ruta a una idea descabellada, tal vez producto de su preocupación por la acumulación de causas federales que tiene en el justicia. Así las cosas se planteó en la sociedad de Capitán Sarmiento una polémica por los dichos y sus consecuencias. Posteriormente Iguacel salió a aclarar que en la nota él no dijo específicamente “cortar la ruta” sino manifestar al costado de la misma para que se escuche el reclamo sobre la presencialidad en las clases en la ciudad. La verdad es que dijo claramente que se cortaría la ruta pero después se retractó y dijo que había querido decir: manifestar al costado de la misma. En fin  a veces aclarar lo oscurece todo, es decir el reclamo puede ser legítimo pero la forma de hacerlo no sería la de cortar o manifestar al costado de la ruta. A lo mejor hacer una presentación judicial como la que realizó Larreta en la Capital Federal es más congruente y eficaz, y se lograría lo mismo. De todos modos lo que está claro es que se está haciendo de este reclamo una cuestión política, donde cada partido quiere llevar agua para su molino, y en el medio están los chicos que no tienen clases presenciales. Para ser claros en nuestra posición, estimamos que en tiempo real, reclamar judicialmente sería inútil porque los tiempos judiciales son muy largos e interminables, y tal vez cuando llegue alguna decisión, ya habremos entrado en fase 3 y las clases serán una realidad. No estamos de acuerdo con los cortes de rutas o calles, eso crea más caos en un lugar donde ya hay demasiados problemas con la misma pandemia, las vacunas, la inflación, los desempleos, la pobreza, y otros males endémicos de nuestro país. Que la educación es importante estamos seguros que lo es. Recordamos a Domingo Faustino Sarmiento, que cuando recibió el país como presidente, el mismo se encontraba sumido en una miseria económica, pero enseguida realizó un censo y su resultado arrojó que el 70% era analfabeto, entonces se dedicó a hacer escuelas porque pensaba que el mal que tenía el país era la falta de educación, y con el tiempo tuvo razón.

¿No será tiempo que ahora nuestros gobernantes tengan un pensamiento que por lo menos se eleve a la altura de Sarmiento?

Porque sin educación no saldremos de este pandemónium que son todas las malarias juntas que tenemos actualmente en la Argentina. Hace falta un gesto de humildad de parte de los políticos argentinos, y de una vez por todo lograr un acuerdo nacional para sacar a nuestro país de este pozo profundo en el que estamos sumergidos desde hace varios años, por culpa de malos gobernantes de un lado o del otro de la grieta inventada por esos mismos políticos.