Sucio 2018

Sucio 2018

 

Casi siempre al final del año se hace una síntesis de  lo ocurrido para saber si 2018 fue un año bueno o malo. Desde la óptica de nuestra ciudad fue un año intrascendente, no pasó nada. La culpa ni fue sólo del intendente sino que fue compartida con el Honorable Concejo Deliberante o “delirante” como quiera llamarlo. En momentos como estos hasta dudamos de la Democracia como sistema de gobierno, pero al final nos reponemos y pensamos que en 2019 hay que votar nuevamente, por lo que podemos cambiar de gobernantes, o representantes, podemos sacar los inútiles, poner otros que tengan más capacidad,  y más ganas de hacer cosas por la comunidad.

¿Que no dejó el año pasado?, resaltamos el incendio de la planta de Reciclado de Residuos Urbanos, que por  inoperatividad de los empleados o personas que allí trabajan se quemó y todavía no funciona. Ver el estado actual del nuevo basural a cielo abierto da pena. Han dejado una persona para “cuidar” el lugar y tratar de poner orden entre las numerosas personas que se acercan a tirar basura al lugar. Por supuesto que nadie sabe dónde tirar los residuos que son reciclables de los llamados secos, todo es un caos. Ya la gente no respeta nada y la basura se acumula a los costados del camino, y pronto no va a poder pasar ningún vehículo. Esto que lo vemos todos los ciudadanos que pasamos por ese camino por distintas circunstancias, ¿No lo ven las autoridades municipales?  La nueva intendente Irma Negri, que se ha tomado a pecho el nombramiento para reemplazar a su marido, tal es así que se sacó el apellido “de Ostoich”,¿ no la pueden llevar para que vea el desastre que le dejó el anterior intendente? Cualquier Concejal no podrá ir hasta el basural en auto, moto o bicicleta, y ver este nuevo basural a cielo abierto que se ha forjado en tan poco tiempo? Señores hace rato que venimos diciendo que la empresa adjudicataria no estaba cumpliendo con lo pactado, que desde la intendencia los funcionarios encargados de vigilar el cumplimiento del contrato no hicieron nada, y por último los miembros del Concejo Deliberante tampoco se movieron de su banca y no controlaron nada  de la planta de reciclado.

Con este hermoso combo no podía suceder nada más que lo que sucedió: Capitán Sarmiento, que podría tener una planta de Reciclado de Residuos modelo en la zona y hasta en la Provincia, se quedó transformado en un municipio con otro basural a cielo abierto y desorganizado, porque allí reina el caos y la basura. Solo nos queda preguntar ¿Quién hizo negocio con este engendro? Porque allí la Provincia puso mucha plata, compró esas hectáreas a un buen precio, una maquinaría costosísima, que luego se la dio en licitación a la misma empresa que se las vendió (¿no les parece raro?), después se quemó y ahora habrá que reponerlas (seguro que la reposición está a cargo de la misma empresa que las vendió) y no nos digan que esto no huele feo. ¿Habrá que pedirles rendición de cuentas a Ostoich cuando termine su mandato?  Si es así también habrá que pedirles rendición de cuentas a los ediles que convalidaron todo este desastre. Esto es necesario para fortalecer a la Democracia que tanto nos llenamos la boca pidiendo. De paso si lo hacemos, esto hará que en las próximas elecciones no se presente cualquier cachivache que tenga ganas de ganarse unos pesitos sin trabajar, como lo hicieron hasta hoy todos los que nos gobernaron en esta ciudad. Por esto es que nos duele 2018 y renovamos la esperanza de cambio para el 2019, para que elijamos con el cerebro, porque para mal ejemplo tuvimos estos veinte años que pasamos bajo el paragüas de Ostoich.