Parece que la llegada del año 2024 nos pegó fuerte a todos. Tal vez no era como esperábamos. La asunción de un nuevo gobierno nos esperanzaba en que lograríamos salir del atolladero fenomenal en el que estamos inmersos. Pero no, pronto las ilusiones quedaron “deshechas en la arena” como dice aquel tango punzante que los viejos tangueros recordarán. La verdad es que lo que encontramos como semejanza moderna a esta situación es el tren bala. Si, porque esto parece que subimos a un tren bala, de esos que llegan a 320 km/hora y recorre 700 km en tres horas. Recién arranca y tiene cuatro años por delante, y no nos podemos bajar hasta que arribe a una estación. En ese tren vamos los argentinos a 320 km/hora, y algunos ya empiezan a arrepentirse por el vértigo que la situación impone. Si llegamos hasta aquí es por nuestra exclusiva culpa: no supimos elegir los gobernantes apropiados para nuestro país. El comienzo de la debacle empezó hace muchísimos años atrás, no tiene autor, porque si los hubo los elegimos nosotros pensando que estábamos en presencia del mejor. Pero no. uno tras otro fueron peores, sin pensar en banderías políticas, todos fueron malísimos gobernando, en mayor o menor medida.  Las consecuencias las estamos pagando hoy. Siempre el gobernante que entra le echa la culpa al anterior y así eternamente. La cuestión es que los que votamos somos el pueblo, y debemos aceptar que nos equivocamos mucho. Lo que pasa es que creemos en las soluciones mágicas, y no en las pragmáticas que llevan tiempo y esfuerzo. Queremos las cosas rápidas, ¡ya!, así como en los celulares: todo es al instante, así queremos que ocurra todo, como el tren bala: celeridad. Es el mundo que nos toca vivir.  Por eso, hoy no nos podemos bajar del tren bala, recién empieza a andar, nos espera un largo viaje (4 años) y promete llegar a destino. ¿Cuál será? No se sabe, pero los que lo votaron piensan que es el mejor. Esto nos trajo a la memoria el famoso tren bala argentino de 4.000 millones de dólares en la época de Néstor Kirchner, uniendo Buenos Aires-Rosario-Córdoba en tres horas, adjudicado a una empresa asociada francesa-española-argentina, en enero de 2008 por la entonces presidenta Cristina Fernández que, nunca se concretó. También tenemos en el recuerdo la monstruosa deuda externa que dejó el presidente Macri, entre otros para mencionar, se explica entonces ¿POR QUÉ ESTAMOS COMO ESTAMOS?