VACUNATE

VACUNATE

La llegada y distribución de las vacunas contra el covid 19, son y serán fuente de muchas versiones según la campana que escuchemos. Aquí también la grieta hizo su trabajo. Si del presidente se trata dijo que: «Hay que preservar la salud antes que la renta, por eso nos preocupa que la vacuna sea gratuita»

Por su parte, Kicillof señaló que se trata de una campaña de “vacunación pública, gratuita y optativa” y explicó que la decisión “de que la vacunación sea pública quiere decir que las vacunas que consigue el Estado nacional se administran a través del sistema público, y eso genera igualdad”. “En esa decisión de a quién ir vacunando no está primero el que más plata tiene, ni el que tiene determinada prepaga, está primero aquel que según nuestra prioridad corresponde», dijo el mandatario provincial. Si se analiza el discurso guarda coherencia con el pensamiento del pueblo, pero en la realidad las cosas tienen otro color. Primeramente debemos decir, y no es un misterio, que las vacunas no llegan en la forma en que el gobierno había prometido, las dosis son sumamente menores a las que se esperaban. Aquí podríamos decir que la escasez de dosis en a nivel mundial, y a eso debemos agregar que la Argentina no dispone de muchos fondos como para dedicarle a las vacunas, pese a que es una prioridad. Ya las autoridades sanitaras están abriendo el paraguas diciendo que con una dosis es suficiente, algo que científicamente es reprobable, pero como dice el dicho: “a falta de pan…”. Bueno pero hasta aquí es un condimento mas a la salsa. El problema se agrava cuando se  trata de distribuir la vacuna. De las palabras del gobernador bonaerense surge que si el estado se encarga genera igualdad. Ya los ricos no se pondrán primero la vacuna porque tienen plata para comprarla, en desmedro de los pobres que deberán esperar los últimos puestos para acceder. Un argumento muy político, pero con trampas, una de ellas es que nunca se hicieron cargo de las vacunas Vip, si, aquellas a las que acceden los más cercanos al círculo político. Mucho se habló, y aquí en Capitán Sarmiento también. Todavía no se entiende porque una agrupación política está a cargo de la vacunación en Stia. Hace casi un mes que está abierto el local con personas que atienden para anotarse, porque vacunarse no, ya que no hay vacunas, mientras tanto el local está abierto, con custodia policial. Nos parece un despropósito. Si realmente se quería que fuera el sistema público el que administrara las dosis, debió utilizarse los hospitales públicos o vacunatorios que fueran administrados por personal sanitario estatal, y no político. Esto genera en el imaginario público versiones –no comprobadas- sobre jóvenes militantes vacunados, parientes, o amigos de los miembros del poder gobernante. Esto hace mal a la sociedad porque está en juego la salud pública de millones de habitantes que están en zona de riesgo, ya sea por edad como por enfermedad preexistente. Lo peor es que ninguna autoridad sale a explicar, o por lo menos publicar la nomina de personas vacunadas, para poner claridad en estos hechos que venimos relatando. Sabemos también que desde el municipio se vacunó a personal que no reunía los requisitos para hacerlo. Es decir todos están en infracción, de un lado y el otro de la grieta. Lo peor es que como dijo el director de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo,  Eugenio Semino: “Cada joven vacunado condenó a muerte a un adulto mayor»  Por esa razón llamó a un ruidazo el pasado 20 de marzo, que consistió en que todos los adultos mayores se pararan en cualquier lugar y hagan ruido con lo que tengan para que el gobierno los escuche. “No nos resignamos a morir en silencio. Nuestra vida tiene que ser una prioridad de los gobiernos y de la sociedad. Ya nos quedamos encerrados un año para resguardarnos, ahora salimos a la puerta a luchar por nuestro derecho a la vida. Y le pedimos al resto de la sociedad que nos acompañe”. Párrafo final no hubo mucha repercusión con el ruidazo, los mayores de setenta no tienen obligación de votar, eso los políticos lo saben, y no tienen corazón…