Y estalló la bomba! El secreto a voces salió en el momento más inesperado, y para colmo en la Nación. Le costó la cabeza al ministro Ginés González, pero esto que ocurrió a nivel nacional, también ocurre a nivel provincial y municipal. Que los políticos se creen una casta especial no hay duda, pero también lo son los sindicalistas, y los amigos del poder. Aquí todo se maneja por “influencias”, si sos amigo de… llegas a cualquier lado, caso contrario a la cola. Es una realidad dolorosa porque el principio de igualdad en Argentina no existe, pero los políticos se empeñan en hacernos creer lo contrario, y así asegurarse los votos. Semejante escándalo puesto al descubierto por Horacio Verbitsky, raro porque es uno de los intelectuales kirchneristas, no hace mas que descubrir el velo de corrupción que rodea este acto, y pone en duda todos los demás. Pero lo principal es que dicha práctica era común en todo el país, en la provincia de Buenos Aires como se denunció en su momento en las municipalidades de La Plata, Henderson, Chivilcoy, Navarro, Rauch y San Andrés de Giles. Claro que el manto de duda se traslada a nuestra ciudad: ¿aquí hubo vacunación VIP? Al parecer ahora surgen rumores que personas que no reunían los requisitos para ser vacunados, sin embargo recibieron la Spunik V. No se olviden que las 450 dosis eran para personal de salud, luego seguridad y por último personas adultas de más de 60 años con riesgo de salud. Al parecer hubo personal municipal de muy corta edad que usufructuó el privilegio de vacunarse, antes que los grupos protegidos por ley, que se habían anotado en la página de la Provincia. Todo un mejunje que es producto de quienes ejercen el poder en el municipio, que por ser de distinto color político, posibilitó que interviniera un Grupo organizador de la Campaña de Vacunación contra el COVID-19, claramente de la agrupación La Campora, que apareció para poner orden en este berenjenal en el cual estamos metidos todos. Ahora la gente no sabe si anotarse en la página de la provincia, en la sede de la Campora o en el hospital San Carlos, un verdadero caos, agravado por los acontecimientos ocurridos en la Nación. Esto demuestra una vez más que cuando los asuntos sean los que sean pasan por la política, nada es claro, es mas posiblemente tengan un rasgo de corrupción imposible de dejar pasar, porque la salud es lo principal para el ciudadano. No se sabe para que dieron a conocer un organigrama de vacunación a la población si después ante la falta de vacunas para todos y todas, se recurre al amiguismo, sea el municipio del partido político que sea, Capitán Sarmiento, no escapa a la excepción. Por los corrillos de los centros donde la gente se reúne, saltan nombres de personas que en algunos casos tienen entre treinta y cuarenta años de edad, que recibieron la primera dosis de la Spunik V. A modo de excusa se dijo que al abrirse las dosis, eran para cinco personas y debían estar todas para no cortar la cadena de frio, y por esa razón al sobrar algunas se recurrió a personas que estaban disponibles en ese momento, y por eso gente joven las recibió. Puede que sea cierto, pero es un acto inmoral, porque la vacunación debió organizarse perfectamente, y si alguno faltaba, ya debía estar un reemplazante con las mismas condiciones que exige el protocolo vacunatorio, y que todos ya conocemos.

Que lo sucedido a Ginés González nos sirva de ejemplo para todos y todas, que de una vez por todas se despejen las dudas cuando de vacunación se trate porque aquí la grieta política no existe, y de seguir así se formará una grieta entre los que se vacunaron y los que faltan vacunar, con el riesgo de vida para estos últimos. Un párrafo final: sería bueno que el comité de crisis o el intendente dé a conocer públicamente la lista de  las personas vacunadas hasta el presente, tal como lo hizo la Nación.