ENTREVISTA

ENTREVISTA

Dialogamos con Emiliano, joven de nuestra ciudad participante de Bake Off , nos dice que se anotó para demostrar que  “…Nunca es tarde para intentar ser feliz con lo que a uno le gusta, eso quería transmitirles a todos…”

Felicitaciones Emiliano, no sabemos si llegaste a la final, pero lo que no nos queda duda, es que ya ganaste…

E.A.: Emiliano, sabés que te empezamos a conocer por tu participación en Bake Off??

E.D.: Es verdad, mucha gente no me conocía, y me voy a presentar: me llamo Emiliano Dibernardi, tengo 21 años, soy hijo de Flavia Orlando, mi familia materna es de Capitán Sarmiento, soy nieto de Carlos Orlando, que trabaja en el taller mecánico de Basílico y de Gladis De Felipe. Mi familia paterna es de Carmen de Areco, mi papá es Emiliano Dibernardi, allá tengo tíos;  ese es mi árbol genealógico resumido. Tengo dos hermanitas, por parte de mamá: Priscila 6 años, y de mi papá Emilia de 8 meses.

E.A.: ¿Cuándo empezó esta inclinación por la cocina?

E.D.: Cuando era chico -mas o menos a los trece años- me gustaba lo que era la gastronomía en sí, pero lo tenía como un pasatiempo, quería estudiar algo formal, con el tiempo me dí cuenta que no, que lo que quería hacer era pastelería. La mayor explosión fue durante la pandemia, allí me di cuenta que la pastelería era lo mío.

E.A.: ¿Qué estudios tenés?

E.D.: Estudié el secundario completo y arranque administración en una universidad de Areco, terminé el tercer año. En 2021 tenía que empezar el cuarto año, pero decidí dejar, porque no era lo que a mi me gustaba. Lo hablé con mi familia, principalmente con mi mamá, y le dije que lo que quería hacer era pastelería.

Hacer el programa Bake Off también me ayudó a la decisión.

E.A.: ¿En dónde trabajás en la actualidad?

E.D.: Ahora trabajo a la mañana en una oficina, de empleado administrativo aquí en la ciudad, y a la tarde estoy haciendo cosas de pastelería. Todo por encargue.

E.A.: ¿Cómo surgió el tema de Bake Off?

E.D.: Cuando arrancó la primera temporada, yo tenía 17 años, y me volví fan del programa. Por eso cuando vino la segunda temporada dije: “quiero estar ahí”. Este año cuando salió la promo del casting, dude mucho en anotarme o no, por tema de las cámaras, exposiciones y demás, pero no quería quedarme con las ganas de anotarme. Entonces un día grabé un video con una receta, llené el formulario y lo mandé. A los tres o cuatro días me llamaron y estaba recontento.

E.A.: ¿Qué ambiente notaste en el programa?

E.D.: En la carpa noté una competencia muy sana, porque había mucho compañerismo, si a alguien le estaba yendo mal, tratábamos de ayudarlo para que todos cumplamos con la consigna a tiempo. Estuvimos mucho tiempo juntos, y costaba ver que a alguien le vaya mal, que alguien fuera eliminado. Terminamos como una pequeña familia.

E.A.: ¿Es verdad que se trabaja en tiempo real?

E.D.: Si, el tiempo es real, y corremos como locos para cumplir con el tiempo estipulado.

E.A.: ¿Cuál te pareció tu gala más lograda?

E.D.: Tengo mi favorita que es la Torre de Shortbread, que fue el jenga, no podía creer que lo había hecho, porque quedó todo prolijito y lindo, y le había gustado tanto al jurado. También me gustó la torta piñata.

E.A.: ¿Te ves teniendo una pastelería propia?

E.D.: Si, me veo teniendo una pastelería propia, y a ello me estoy encaminando, tener una casita de té, una pastelería. Un lugar donde pueda vender mis cosas.

E.A.: ¿A quienes tenés como referentes?

E.D.: Sigo mucho a Damián Betular, a Pamela Rupas, y a Isabel Vermal, Dolly Irigoyen y Pamela Villar (del jurado) y por supuesto Osvaldo Gross.

E.A.: ¿Cómo ves la pastelería en Capitán Sarmiento?

E.D.: La veo muy bien. Hay lugares donde se venden ricas tortas y también personas que lo hacen desde su casa, lo que es importante porque cada uno desde su lugar demuestra lo que puede hacer. Hay quienes hacen cosas muy ricas. Soy fan de Andrea Dulce finde, hace unos trabajos preciosos.

E.A.: ¿Pensás que tu participación es un antes y después en tu vida?

E.D.: Pasar por la carpa fue un antes y después. Tanto a nivel personal como profesional, en el sentido de haber experimentado tantas cosas nuevas allí. Aprendí un montón, y sigo aprendiendo porque en mi casa sigo cocinando, estoy super agradecido al programa.

E.A.: ¿Qué mensaje darías a los jóvenes?

E.D.: Cuando entré al programa quería dar un ejemplo, por dejar una carrera estructurada como es administración, que era lo que quería mi familia, por algo que era mi pasión. El mensaje era “¿por qué uno tiene que hacer algo que no le gusta?”, ya sea por cuestiones económicas o por cualquier otra cuestión, y dejar de lado lo que a uno le apasiona, y lo hace feliz. “Nunca es tarde para intentar ser feliz con lo que a uno le gusta, eso quería transmitirles a todos”.

E.A.: ¿Qué te pareció el desfile de modelos que estuviste animando el domingo a beneficio de nuestro Hospital San Carlos?

E.D.: Silvina Ginestra me invitó, y al principio me daba un poco de vergüenza, pero después lo disfruté muchísimo, la pasé muy bien, quedó muy lindo, quizás en otra oportunidad también voy a colaborar. Guido Süller es un fenómeno, lo admiro, es un artista con todas las letras.

E.A.: ¿Querés agregar algo más?

E.D.: Quiero agradecer a mi familia, a mis amigos y a mi trabajo que siempre estuvieron ahí apoyándome desde el primer día de participación. Los primeros en enterarse de que iba a participar del programa fueron mi papá y mi mamá, que guardaron el secreto hasta los últimos días, estoy muy feliz en que me hayan acompañado. La gente del pueblo también me sorprendió, recuerdo el día que llegué después de terminar las grabaciones la gente me vio y empezó a enloquecer, al principio me costó entender, pero lo fui asimilando. Me dieron mucho cariño, me alentaron siempre, te cruzan, te mandan mensajes, te saludan es todo muy lindo, y les agradezco mucho.