Entrevista a Gabriela Sureda, Directora del Hogar del Pilar

Entrevista a Gabriela Sureda, Directora del Hogar del Pilar

E.A.: ¿Cuánto hace que es la Directora del Hogar?

G.S.: Empezamos en el 2002, en septiembre de este año 15 años. Soy Directora y también soy parte de la comisión.

E.A.: ¿En la actualidad cuántos niños y jóvenes están allí? ¿De qué edades?

G.S.: Llegamos a tener 25 chicos. En un momento vino el Obispo de San Nicolas y nos dijo que era mucha cantidad de chicos. El espacio físico lo vamos haciendo, de acuerdo a la necesidad. Porque en realidad teníamos sala de computación, sala de estar, y estos ambientes fueron desapareciendo.  En este momento hay 20 niños, la más chiquita tiene 8 meses y el más grande 17 años. Por convenio tenemos límites de edad, hasta 14 años de edad. La verdad es que no se puede respetar, uno puede decir que no lo quiere recibir, sólo que es muy difícil decir que no. Cuando hay una urgencia, pues los problemas son serios, graves, es muy difícil rechazarlos.

E.A.: ¿De dónde provienen los chicos que están en el Hogar?

G.S.: Siempre hemos tenido nenes de Capitán Sarmiento, Arrecifes y San Antonio de Areco. Hay muchas cosas que se fueron modificando por la necesidad. El Hogar se inició como Hogar de tránsito, siempre quisimos que así fuera. ¿Qué significa esto? Qué estaban en el Hogar hasta que se resolvía su situación. Si la situación familiar no se resolvía los nenes iban a adopción. Con esta finalidad se proyectó el Hogar y se pensó siempre así. Pero hay chicos que no les pasaba ninguna de las cosas, ni los adoptaban ni se resolvía su situación familiar. Nosotros tenemos chicos en este momento de 17 años, próximos a los 18, que están en el Hogar desde los 2 o 3 años. Entonces ese objetivo que era de tránsito jamás se cumplió. Se adoptaron dos nenes dos familias, una de San Pedro y otra de San Nicolás.

E.A.: ¿Cuál es en general su problemática?

G.S.: El motivo principal de que un nene llega al Hogar es el abandono, pues sin éste no existirían el resto de las cosas. Del abandono de  la mamá, del papá y de familia. Puede haber tíos, abuelos, por detrás pero la realidad es que tampoco hay nadie. El Hogar, otra característica que tuvo, era que era sólo asistencial, o sea no había ni delincuentes ni personas con problemas de adicciones. Pero en realidad es que tuvimos chicos con problemas de adicciones, por ahí porque eran de Capitán Sarmiento, para evitar traslados, para evitar otro desprendimiento más. No es lo ideal. Nosotros no estamos preparados para trabajar con chicos con adicciones, no hay personal idóneo.

E.A.: ¿Cómo se mantienen económicamente? ¿Con cuántos empleados cuentan? 

G.S.: La Provincia manda becas. Hasta el año pasado siempre mandaban 10 becas, sin importar la cantidad de chicos. Cada beca que mandaban no alcanzaba a cubrir las cargas sociales de los empleados. Muchas veces con los hogares hemos tenido reuniones con políticos en La Plata, o en Capital, a ver si existía la posibilidad de ser exentos de algún impuesto, pero no obtuvimos respuesta favorable, afirman que es ley, por lo tanto tenemos que cumplir con los requisitos. Tenemos 3 cuidadores de día, un sereno por la noche y el personal que reemplaza el fin de semana. Durante este gobierno lo que se empezó a hacer es que te envían becas de acuerdo a la cantidad de niños que tengas. Tenés 20 chicos, tenés  20 becas. Si de repente egresan 3 niños, el subsidio merma bastante, y los gastos siempre son los mismos. Hay que decirlo, tenemos la ayuda de nuestra Cooperativa de Agua, para nosotros muy importante; no se puede explicar la cantidad de ropa que se lava a diario. Porque hay muchos niños que hay que lavarles la ropa blanca todos los días, para nosotros es fundamental, es un gasto menos. Tampoco pagamos el cable; también tenemos la colaboración de Granja 3 arroyos,  la leche de La Elisa, la carne viene de Siga La Vaca de Pilar. La panadería La Loma nos hace descuento en las compras.

E.A.: ¿Recibieron el móvil prometido?

G.S.: El móvil llegó, es una Ford que estaba en desuso en la provincia. Para nosotros nos viene bárbaro, hacemos las compras en el Banco de Alimentos en Bs As. y ahora los vamos a buscar.

E.A.: ¿Cuántos profesionales trabajan allí?

G.S.: Por ley hay que trabajar con una Psicóloga y una Trabajadora Social, en el tema salud nos manejamos mucho con el Hospital, gratuitamente claro.

E.A.: Ediliciamente, ¿qué les estaría faltando?

G.S.: Las cosas se van deteriorando, y por ahí hay algunas cosas que nos gustaría reformar. Por ejemplo, debido a la cantidad de niños y adolescentes que hay, terminamos cerrando una galería que era abierta, para tener el comedor de los varones y el comedor de las mujeres. Además porque miran distintas cosas en la televisión, los varones prefieren deportes, las nenas novelas. Pero nos quedó desconectado el comedor de los varones con la cocina, para pasar a la cocina hay que pasar por el comedor de las mujeres y recién ahí llegas. Nos  gustaría cerrar para que los varones tuvieran acceso a la cocina directamente. Por ahí el ambiente está tranquilo, pero hay niños de diversas edades y se complica.

E.A.: ¿Por qué cree que los padres abandonan a sus hijos?

G.S.: A mí me ha pasado de hablar con papás, para ver cómo se puede llegar a esta determinación, cómo no se pueden ocupar de sus hijos. Lo que veo es que esto viene de antes, familia tras familia, la misma historia que se repite, 1, 2, 20 veces. El fin del Hogar es justamente es que  los chicos que están aquí  el día que decidan tener una familia se puedan hacer cargo y romper con su historia. Hemos tenido mamás que sus hijos han vivido mucho tiempo en el Hogar, desde chiquititos. Cuando tienen 12 o 13 años vienen y dicen que se lo quieren llevar. Y no alcanzan a llegar a la casa que los abandonan nuevamente. Nos han llamado para decirnos, “fulano de tal está durmiendo en las vías.” O están alcoholizados. A veces no se sabe si es para poder cobrar los planes, a veces quieren que salga a trabajar para ayudarla a ella. Pero la verdad es que estos papás también tuvieron una infancia muy difícil. Se repite la historia, y la idea es poder cortar con esa historia. Cuando empecé con esta tarea, una  mamá contaba la violación de su hija con tanta naturalidad  y yo me horrorizaba, por lo que el juez Baldarenas de San Nicolás me decía que siempre hay que bajar a esa situación. Porque esta mamá que toma esta situación con tanta naturalidad, seguramente también ha sido violada de muy chica. Entonces, piensa que como ella pudo vivir con eso, por qué sus hijos  no lo van a poder hacer. Lo toman con otra mirada. Lo naturalizan.

E.A.: ¿Está conforme con lo realizado?

G.S.: Uno trabaja y el resultado final no siempre lo vé. Hemos tenido nenas que las vemos con su familia, con sus hijos, hechas unas leonas y pensamos ¡guau! Qué bueno. Pero también nos hemos encontrado con otras historias, con chicos que no han podido con sus vidas. Por ejemplo, un caso de un chico que vino de La Matanza, sólo por unos días, pues se iba a un lugar donde estaban sus hermanitos. Pasó mucho tiempo y cuando llegó el momento de irse, él no se quiso ir de acá. Cuando se fue al fin obligadamente, se escapa de ese Hogar y vuelve a La Matanza al lugar de donde venía. Terminó muerto en un enfrentamiento, eso nos dolió muchísimo, acá en el corazón. Lo vimos crecer, lo vimos luchar. Hay nenas que están estudiando, están haciendo terciario, vemos el esfuerzo que hacen, estudian y trabajan. Los nenes que han sido dados en adopción les ha cambiado la vida,  pues el Hogar no deja de ser un Hogar. Donde hay que compartir montones de cosas con gente que no conocés, donde todo el mundo demanda y vos no siempre podés estar escuchando a 20 a la vez. Una familia es una familia, y no hay nada que lo sustituya. Nada. Por eso, es tan importante  que se puedan adoptar. Pero cuando son chicos, porque en la adolescencia apenas podemos con nuestros hijos, es muy difícil que podamos hacernos cargo de los jóvenes que no conocemos. Generalmente a los jóvenes los regresan al Hogar. Estadísticamente, en un 60% los regresan al Hogar. Una nena fue adoptada a los 9 años, y hoy es maestra jardinera.

E.A.: Quiere agregar algo más.

G.S.: Hoy los chicos ingresan al Hogar con problemáticas más serias, como te decía ya no son sólo asistenciales. Por ahí, sería bueno que la gente se acercara para ver de qué manera se puede colaborar. Nos encantaría poner una huerta para que los chicos trabajen, y también  el costo del mantenimiento del lugar es terrible. Si por ahí alguien quiere ayudar, bienvenido sea. Estamos tratando de poner en funcionamiento el centro de día, consiste que durante  el día están en el Hogar  y de noche van a dormir a su casa. Ayer mismo, un nene vino y me dijo: “Señora, yo quiero vivir en el Hogar” Entonces me preguntaba qué situación tendría en su casa para que ese nene quiera vivir en el Hogar. En el Hogar falta mamá, falta papá, falta la abuela, el abuelo. Es difícil vivir acá, y sin embargo hay nenes que lo prefieren.