ENTREVISTA A JOAQUIN DEL MARMOL

ENTREVISTA A JOAQUIN DEL MARMOL

Dialogamos con Joaquín Matías Del Mármol, médico neurocirujano, estudió en los colegios de nuestra ciudad, desarrolló una carrera importante en la materia y hoy es jefe de residentes en el Hospital César Milstein.

Con el tiempo me di cuenta que para llegar a niveles más altos o reconocimientos que uno quisiera tener debe resignar otras cosas también valiosas, entonces en esa balanza hay que saber elegir hasta donde llegar…”

Tengo 32 años, soy hijo de Gabriela y Gabriel. Aquí, en Capitán Sarmiento, realicé mis estudios primarios y secundarios en la 13 y en Escuela Normal Superior; estudié la carrera de medicina en la UBA, recibiéndome dentro de todo en tiempo y forma, siempre la carrera se extiende un poco mas de lo que se planifica. El ciclo de estudios de medicina en la UBA tiene una parte que es dentro de la Facultad misma, y otra parte de la carrera que se hace dentro de algunos hospitales escuela, y yo lo hice en el Hospital Argerich. Una vez terminadas las dos partes la de Facultad y la hospitalaria, empecé a hacer la residencia en la especialidad de Neurocirugía, en el hospital ex Francés ahora Cesar Milstein, y son cinco años de duración, la mayoría de las especialidades son de cuatro años.

E.A.: En la actualidad ¿dónde te estás desempeñando?

J.D.M.: Me quedaré en el Francés por unos dos o tres años como jefe de residentes. Entra un solo neurocirujano por año. Entre la Provincia de Buenos Aires y la Capital existen mas o menos unos treinta puestos, me animo a decir que son para toda la Argentina, para un número de doscientos postulantes. Hice guardias de lo que es patología de trauma -accidentes de tránsito- en la ciudad de Campana dos años, en el hospital San José de esa localidad. Eso fue bastante movidito, así que en algún momento dije ya está, porque lo que tiene esa parte de la neurocirugía -que me gusta- es la asistencia en los momentos mas difíciles. Por eso me llevó a elegir esta especialidad. Estar con un paciente complejo, en un contexto difícil, sabiendo manejar a la familia.

E.A.: ¿Cómo ves la medicina y los hospitales en el país?

J.D.M.: Está buena la pregunta porque lo vemos a diario, con los pacientes, con la familia, lo que sucede es que el personal médico suele ser el mismo que se maneja en hospital público y privado, casi te diría que los médicos que ves trabajando en un hospital privado los ves en el hospital público, todos con renombre, trabajan en el Favaloro, y también en el Francés. Entonces muchas veces las limitaciones son o bien edilicias o de materiales, que se terminan solventando con el trabajo de cada uno, a veces hace a los tiempos del éxito pero no al resultado final; la verdad que si hemos visto que se suspenden cirugías por falta de insumos, es algo cotidiano desde que entré a hacer la especialidad, pero tarde o temprano las cosas se terminan resolviendo. El nivel profesional es alto, porque se mantiene en competencia internacional, hoy por hoy las vías de comunicación son otras, entonces estar en comparación con otros países con caudal de pacientes mas altos, que tienen otra información, hace también que uno se exija a esos niveles.

E.A.: ¿Te irías a otro país?

J.D.M.:  De mis colegas que se fueron recibiendo adelante mío, tres ya se fueron: Barcelona, Alemania e Inglaterra, gran parte para lograr un buen perfeccionamiento. Dentro de mi carrera se llaman felows o post básicas dentro de neurocirugía, que  en la Argentina no son muchas. Si querés hacer una sub especialidad mas grande lo buscás afuera. Pero al margen de esto lo que es cierto es que un profesional debe tener varios puestos de trabajo para tener un sueldo digno, hay que trabajar en distintos lugares para estar conforme con un sueldo. En los países desarrollados no pasa eso, con un trabajo es suficiente, para estar cómodos, entras a las 8 y te vas a las 17, y podes disfrutar el resto del día. Acá en Argentina trabajas de sol a sol, y de lunes a lunes. Lo que tiene la medicina aquí es que lo que uno gana es  en función de lo que uno imprime en el tiempo. Acá lo que se gana es en la medida que gasto mi tiempo, no es que uno tiene una empresa.

E.A.: ¿Tu profesión es lo que esperabas?

J.D.M.: De la carrera, sí. Fui aprendiendo muchas cosas. Cuando arranqué tenía todas las intenciones de ser el mejor, son las ilusiones que uno siempre tiene de chico, en el transcurso vas resignando tantas cosas, sobre todo me costó resignar el tiempo con mi familia. Con el tiempo me di cuenta que para llegar a niveles mas altos o reconocimientos que uno quisiera tener debe resignar otras cosas también valiosas, entonces en esa balanza hay que saber elegir hasta donde llegar. Estoy conforme con mi carrera, mi formación y siempre estamos obligados a seguir creciendo.

E.A.: ¿Te gustaría hacer una especialidad más?

J.D.M.: Dentro de la neurocirugía hay algunas ramas, o sub especialidades, por ejemplo, neurocirugía vascular, o tratamiento de aneurismas, en cuanto a lo tumoral puede ser tanto cerebral como de columna, mas o menos en este tipo de jefatura uno se toma un tiempo para saber que elegir. Me gusta más lo que es cerebro y tumor en base de cráneo, es lo mas complejo dentro de mi especialidad. Es lo que por ahora me gusta seguir.

E.A.: ¿Algún agradecimiento?

J.D.M.: Tengo un apego muy grande por mi pueblo, lo llevo a todos lados, a mis compañeros de trabajo les cuento historias, anécdotas de Capitán Sarmiento, a tal punto que ellos llegan a quererlo tanto como yo. También quiero agradecer a todos aquellos que han pasado por mi vida, e infinitamente a mi familia.