ENTREVISTA A NORMA FERRARI

ENTREVISTA A NORMA FERRARI

Dialogamos con la Señora Norma Ferrari de Betancourt, en la actualidad Presidente de la Cámara, quien nos transmite  un ejemplo de trabajo y un mensaje positivo para estas fiestas. “…no tengan miedo, que ya hemos pasado esto, no va a pasar nada, ésta la vamos a pasar también…”

E.A. ¿Cuántos años hace que está la Panadería de La Loma?

N.F.: La panadería tiene de vida alrededor de 150 años. Empezó con un señor llamado Martitegui, su dueño original, primo de los señores Demergasso. Luego siguió otra persona, luego Clos y Marti, luego Fernández y otro socio que fueron a los que mi padre, le compró. Luego quedamos nosotros, hace 68 años, tengo 75 años.

E.A.: ¿Le gusta ese trabajo?

N.F.: Y….yo no sé porque lo mamé de chiquita. Mi papá trabajaba antes en otra panadería, ahí yo tenía 5 años. Dejé de estudiar para quedarme en la panadería. Mi papá nos crió de una manera, nos enseñó a  amar el trabajo y que todo salga bien, que todo se haga con respeto, que todo se haga como a él le gustaba.Y uno fue aprendiendo de esa manera, tal es así que cuando mi papá se lastimó la mano, y luego se mejoró, yo seguí haciendo el mismo trabajo y cuando volvió mi papá le había resultado cómodo que yo lo hiciera. Mi papá falleció del corazón trabajando en la cuadra.

E.A. : ¿Qué distingue el pan de Panadería La Loma?

N.F.: Nosotros hacemos el pan a la antigua, con levadura madre y con horno a leña. Y cada vez los colegas panaderos en la actualidad simplifican más la tarea. Todos los panaderos de nuestra ciudad, tienen panificadoras, hornos eléctricos, hornos a gas. Todo va en bandeja, nosotros estamos con  las palas, quemando el horno dos veces por día. No sabemos hacerlo de otra manera. Intentamos trabajar a la tarde para cocinarlo a las 3 de la mañana. Y la gente no lo quiere. La gente viene y pregunta: ¿Tiene pan de piso? La gente le gusta el pan de campo a nuestra manera, el pan de piso.

E.A. : ¿Cuántos empleados tiene?

N.F.: Son cinco en la cuadra y dos en el negocio. Cuando llegan estos malos momentos económicos que tenemos como el de ahora, baja el trabajo, pero no hay que desesperarse. Hay que saber calcular, hacer cantidad exacta y hay que ir remando para el lado que va la corriente. Comprás menos, gastás menos materia prima. Lo justo y necesario. Ya hemos pasado tres crisis de éstas aquí dentro, esta es la cuarta. Y yo le digo a mis hijos, que son quienes en este momento están a cargo, no tengan miedo, que ya hemos pasado esto, no va a pasar nada, ésta la vamos a pasar también. Algunas veces me dicen que no me meta, pero yo pienso: “la pucha, yo lo hice sola tantos años….”  Pero al primer problema vienen: “Mami, cómo hacemos….” Pero la vamos pasando.

E.A.: Norma, también está a cargo de la presidencia de la Cámara de Comercio. ¿Cuánto hace que se encuentra allí?

N.F.: 14 años que estoy en la Cámara. Me pusieron de oficio y no me sacaron nunca más. La Cámara cumple sus funciones perfectamente pero lo que pasa es que la gente no sabe para qué está la Cámara. Y la gente dice: “….y la cámara no se ocupa de los supermercados grandes que se instalan….” Sí, nos hemos ocupado. Pero cuando nosotros terminamos el trámite, ellos ya consiguieron el permiso para construir. Como si fuéramos un paso atrás. Y ahí no se puede hacer nada, no hay ninguna ley que ampare al comerciante chico ante semejantes mounstros. Y las autoridades tendrían que vigilar que tengan todo en orden, las medidas reglamentarias, la cantidad de cajas, el estacionamiento.

E.A.: ¿Cuál es su tarea en la institución?

N.F.: La Cámara presta un montón de servicios, trabajamos todos juntos, yo soy como el arbolito de Navidad dentro de la Cámara, de abajo para arriba, ahora me tocó ser Presidente, pero deciden todos los demás. Me gusta estar ahí, me gusta trabajar y preocuparme por las cosas y por las personas.

E.A.: ¿Le quedó algo que hubiera querido hacer y no pudo?

N.F.: Nada, porque yo todo lo que quise hacer lo hice. Todo lo que se me antojó lo tuve. Y vivo tan feliz adentro de la panadería, porque a pesar de que rezongo, me gusta estar ahí. Cuando tuve problemas de salud, el médico me decía: “¿Qué hace Norma cuando se levanta?” Y yo contestaba: “Qué quiere que haga…..voy a la panadería” Porque uno se acostumbra. Mi hijo se preocupa mucho por el negocio, y mi hija acompaña. Todo está entre familia. Y tratamos a los empleados como si fueran familia, porque ellos necesitan de nosotros, y nosotros necesitamos de ellos. Entonces los tratamos bien. Algunos feriados que trabajamos los pagamos. Los domingos no trabajamos, desde la época de mi papá. Ni tampoco los feriados. A veces han venido las instituciones a hacerme un pedido y yo les digo, si la fiesta es un domingo no. Entonces les conviene ir a otra parte. Trabajamos con el Municipio, le suministramos el pan al Taller Protegido, y con el Concejo Escolar también.

E.A.: Alguien a quien quiera agradecer.

N.F.: Para agradecer, tengo que agradecer a medio pueblo. Porque cuando me han pasado cosas malas me han ayudado siempre. Y cuando pude, yo también ayudé a otros. Me siento tan feliz y tan contenta de haber llegado hasta aquí. Me gusta cuando la gente reconoce a la panadería La Loma como la panadería de Margarita, que era el nombre de mi mamá.

E.A.: Norma, déjenos un mensaje de Navidad para los sarmientenses.

N.F.: Que todos pasen una buena fiesta, que no se preocupen, hemos salido de tantas que de ésta también vamos a salir. Felicidades.