ENTREVISTA A PAOLA MANSILLA.

ENTREVISTA A PAOLA MANSILLA.

De alguna u otra manera, quisimos ayudar en estos tiempos difíciles, y entrevistamos a Paola, profesora de yoga, quien nos cuenta que con su práctica “…Te conectás con vos mismo conociéndote así un poco más, aceptándote y ayudándote a encontrar la paz….” Nos dá unos consejitos para relajarnos.

E.A.: Se presenta.

Paola Mansilla, 44 años. Casada y dos hijos, instructora de Pilates Reformer y profesora de Yoga.

E.A.: ¿Cuándo empezó a gustarle esta disciplina? ¿Qué clase de yoga practica? 

P.M.: Empecé a interesarme en esta disciplina cuando fui a estudiar a Buenos Aires, viviendo a la vuelta de la Escuela de Indra Devi. En realidad primero me empezó a interesar ella (Indra Devi) como personaje y después la disciplina.

Practico Yoga Integral: integra varios métodos generando uno más creativo. Tomando las mejores herramientas de cada uno, posturas (asanas), técnicas de respiración (pranayamas) y meditaciones.

E.A.: ¿Qué le motivó a hacerlo?

P.M.: Me motivó la transformación que genera en uno, más allá de lo físico, porque te ayuda a mantenerlo fuerte y saludable (teniendo presente que el cuerpo es el Templo de tu alma), también en lo mental y espiritual. Te conectás con vos mismo conociéndote así un poco más, aceptándote y ayudándote a encontrar la paz.

Y una cosa que me sigue motivando hoy día es el aprendizaje inagotable que tiene el yoga para darnos.

E.A.: ¿Desde qué edad se puede practicar? ¿Todos pueden, también aquellos que tienen alguna enfermedad específica? 

P.M.: Desde tu nacimiento podes practicar yoga. Hay prácticas para futuras mamás, mamás con sus bebes, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores. Y todos pueden practicarlo. Se adapta a las diferentes posibilidades. Todos deberían hacerlo.

E.A.: Para este tiempo tan especial, ¿qué aconseja para el cuerpo y para el espíritu? 

P.M.: Para el cuerpo, si practicas yoga, realizar el Saludo al sol todas las mañanas, ésta es una secuencia de 12 posturas que ayuda a mantener tu cuerpo flexible, fuerte y sano. También saltar, bailar, etc, mover el cuerpo como se pueda. Al moverlo generamos endorfinas y así liberamos miedos, angustias, etc., además de mantener el cuerpo saludable.

Para el espíritu, tomarte unos minutos (los que puedas) para respirar conscientemente. En el lugar más lindo, cómodo y tranquilo de tu casa. Inhalando y exhalando por la nariz, con solo observar la entrada y salida de aire por tus narinas u observar el ritmo de tu respiración, es suficiente. Con esta respiración consciente vas a tranquilizar el sistema nervioso, a desacelerar el ritmo cardíaco y lograr así que tu cuerpo y tu mente se equilibren.

E.A.: Reflexión final.

P.M.: Quizás pausando nos encontremos con la misma respuesta que daba Budha: “la razón de nuestro sufrimiento, es el constante desear”.

Que en la gratitud encontremos el descanso. Agradecer tiene que ver con apreciar, valorar y vivir en el presente. Aprender hacer las paces con el hecho de que la vida en general no es como nosotros creemos que debería ser. No en vano las expectativas y nuestra visión de la realidad influyen de forma determinante en nuestra capacidad de agradecer. Sin embargo la gratitud es como un musculo, a medida que la entrenamos, cada vez sentimos más cosas por la que sentirnos agradecidos.

Cuando decís “gracias” se unen el cielo y la tierra, te contacta con lo más sagrado que existe dentro tuyo, purifica y sana el lastre mental, emocional y físico.

La auténtica gratitud nace del aprendizaje derivado de todo lo que hemos vivido. Para desarrollarla tenemos que ser capaces de modificar nuestra manera de pensar, dejando de interpretar todo lo que nos sucede como problemas, para comenzar a ver las oportunidades de aprendizaje que hay detrás de cada situación complicada.

Que hoy sea un día para agradecer aquello que tenés y lo que no tenés, tus sonrisas y tus tristezas, tus virtudes y tus defectos, tu camino recorrido. Porque ser agradecido significa renovar la energía que nos crea cada día.

GRACIAS.