“La Bestia y yo siendo felices…”

Sole se dió su gusto: comprarse una moto, ponerse el casco y empezar a recorrer caminos…. Y aconseja: “HAGAN LO QUE LES GUSTA”. Lea la nota y empiece a pensar que tal vez no sea tarde…

Me llamo Soledad Astegiano, tengo 48 años, 4 hijos, todos ya mayores porque fui mamá muy joven, están estudiando en la facultad, uno recibido y dos a punto de hacerlo, y el otro en carrera; soy profesora de inglés, doy clases en los colegios.

1. A.: ¿Cómo empezaste con la moto?

S.A.: Siempre, siempre amé la moto, yo sabía que en mi vida iba a llegar un tiempo en que tendría una moto. En casa, hubo motos chiquitas de 50, 70, 110, para andar por el pueblo, pero mi sueño era la moto grande. De donde viene la pasión no lo sé, pero desde chica, a los 13 años, mi hermano Daniel tenía una Gilera macho 200, gigante para mí en esa época, y él se fue al servicio militar, así que se la robábamos con mi hermana, no sé cómo la arrancábamos y andábamos en el campo. Las motos siempre me gustaron, cuando había un encuentro de motos cerca trataba de ir. Fui mamá joven, siempre me dediqué a tener mi familia, y la moto se fue postergando, pero sabía que el momento iba a llegar. Yo iba en auto por Buenos Aires, de repente iba por una avenida y  las escuchaba venir, me gustan las motos pesadas, con sonidos fuertes, y les decía a mis hijos chiquitos: “Bajen los vidrios que ahí viene una moto”. También me iba a los motoencuentros con mi hijos, un ratito, para verlas y escucharlas, es lo que más me gustaba.

E.A.: ¿Qué tipo de moto tiene?

S.A.: Tengo una Custom, la printons 50, estilo chopera, porque la chopera es un poquito mas recortada, pero es del estilo, la gente generalmente las confunde.

E.A.: ¿Cómo es el ambiente de las motos?

S.A.: Es genial, es genial!!!! Yo ando sola, por ahí me encuentro con amigos, acá tengo amigos que son los Errantes; Carmelo Godoy, Mary, entre otros, y cuando ellos salen me dicen: “Sole vamos para tal lado”, como somos un grupo, algunos se prenden, el que quiere se suma. Yo no pertenezco a ningún grupo, me gusta ser independiente, y estar con todas las agrupaciones que me van invitando, y también tengo amigos que son como yo, independientes, que decimos: “Que hacemos hoy domingo, vamos a tal lado o hay un motoencuentro en tal ciudad y agarramos viaje”.

En el mundo del motociclismo la Calavera significa la Igualdad, porque no distingue sexo, la gente lo asocia con algo muy rudo, nada que ver, tiene que ver con la Igualdad, porque la calavera no se sabe si es hombre o mujer, y yo aseguro que dentro del ambiente de la moto es precisamente eso: Igualdad. 

E.A.: ¿Qué se siente cuando sale sola?

S.A.: Es algo muy raro. Me pongo el casco y ya antes de subirme a la moto siento que arrancó el viaje. La moto te gusta o no te gusta: salir a dar una vuelta en moto, a donde llego no sé, no me importa, pero me encanta.  Lo que mas lejos que llegué fue Trelew.

E.A. Cuentenos algunos de sus viajes.

S.A.: Siempre fui por lugares cerca de Capitán Sarmiento, no más de 300 kms a la redonda, porque hace poquito que ando en moto, no hace un año que compré esta moto. Quería hacer un viaje más largo pero sola, porque era mi sueño. A lo largo de los viajes que había hecho los demás compañeros me decían “uy que buena onda, dale me engancho”, pero yo les decía “no, no te enojes, ni nada, pero este viaje es mío”.

E.A.: ¿Cómo preparó el viaje?

S.A.: Me llevé la carpa, pero en el mundo del motociclismo, existe la Moto Posada, son posadas para alojar exclusivamente a moteros, y hay todo un ambiente y una fraternidad que anda en moto, siempre tienen algo de hablar de su moto, y si a alguien no le interesa la moto, lo aburrís. Cuando estas en el ambiente te pasas el día entero hablando de motos, de los viajes, de las cosas y no aburrís a nadie, y estás genial, es muy familiar todo. Todas las Moto Posadas que fui, es de familias, el matrimonio donde te alojan compartís las habitaciones, los baños, es una casa de familia que tiene un sector destinado a alojar moteros. Usas la cocina de la familia, en algunas te hacen la comida si vos queres, o sea te sumas a la comida familiar, por supuesto que te cobran. Estuve en una mesa con ocho o diez moteros que estaban de paso, uno venía de Ushuaia, otro iba para Chile, otro venía de Uruguay y así, muchos paran descansan una noche para seguir al día siguiente.

E.A.: ¿Alguna anécdota para contar?

S.A.: La principal fue que me quedé sin nafta, yo sabía que tenía que cargar combustible, pero me olvidé. Teniendo en cuenta la autonomía que tiene mi moto: 230 kms, el trayecto mas largo que tenía era de 220, entre Olavarría y Sierra de la Ventana, que era mi primer destino, cargue combustible en el ultimo punto que hay en Olavarría, y salí pero, suelo perderme, no mire el GPS, y salí como venía  no pensé que tenía que doblar, cuando empecé a mirar carteles, y dije esto no me suena nada, pegué la vuelta, pero hice 20 o 30 kms de más, y me quedé sin nafta 20 o 30 kms antes de llegar a Sierra de la Ventana. En el medio de las sierras, sin señal de celular, hice señas y autos pararon enseguida, uno era gasolero, otro no sabíamos como sacarle nafta, pero aparecieron dos motos, que venían de Moreno viajando todo el día, así que me engancharon y me llevaron de tiro hasta Sierra de la Ventana, así llegué a mi primer destino

E.A.: Nada de temor por lo que se ve…

S.A.: No, no cero, cero. Yo me compré la moto, y era la primera vez que manejaba una moto grande, yo siempre hice lo que siento, obviamente me faltaba experiencia, pero yo sentí que siempre había estado arriba de esa moto. Lo primero que hice fue irme a la ruta y sentir en viento en la moto: cero miedo. Si, tengo respeto y cuidado, pero miedo no.

E.A.: ¿Qué le aconsejaría a alguien que le gusta, pero no se anima a tener una moto?

S.A.: Cuando tenés hijos pequeños y una familia, no podés hacer esta experiencia. En una moto como mucho van dos, en la mía va una sola persona. Pero cuando tenes familia no podes llevar a todos. Mi consejo es que esperen, que ya va a llegar el tiempo, pero cuando llegue que lo hagan porque es fabuloso. Una vez me dijo Carmelo Godoy: “Sole vos vas andar en la ruta sola pero nunca vas a estar sola”. El motero nunca está solo, y yo lo comprobé en este viaje, nunca estuve sola, hoy hay grupos de whasapp, estoy en un grupo de apoyo patagónico, por eso todo el mundo sabe que estás en la ruta. Por ejemplo pregunto: alojamiento en Sierra Grande, enseguida te pasan alojamiento local en cada ciudad, te dicen pasa por mi casa no dejes de pasar, lo moteros te abren las puertas de su casa. La primera parada en Puerto Madryn, terminé durmiendo en la casa de familia de una agrupación, no los conocía, eran los Hermanos Ruteros Argentinos.

E.A.: Sus hijos, ¿la apoyan?

S.A.: Nunca los sorprendió, el día que compré la moto nunca les dije, estaban dos de ellos en casa  en casa, y les dije “filmen para la esquina”, cuando estaban filmando en eso pasa una moto. Ahí empiezan a gritar “se compró una moto” y después se  desilusionan y dicen “no, era una moto de delivery”, pero después doblo yo con mi moto y se alegraron muchísimo. Siempre supieron que en mi vida estaba una moto. Mi hijo mayor, para Navidad, me regaló una carpa. Es como decirme: “Mamá, andá a hacer lo que te gusta”.

E.A.: ¿Es caro mantener una moto?

S.A.: Si, o sea la moto que compré, fue rescatada, entonces hubo que ponerle tiempo, desde hace un año y pico que estoy con la moto, siempre le falta algo, pero yo la amo, nunca me dejó tirada, pero siempre que volvía a Sarmiento se rompía algo, pero ahora creo que ya está en condiciones, y una vez que está en condiciones no es caro mantenerla. Si me dan a elegir me compraría una Harley 833, hay cada una, es el estilo que me gusta, pero son motos que no puedo mantener, porque una cubierta de esa moto puede valer mil y pico de dólares.

E.A.: Una reflexión final

S.A.: Mi reflexión final es: HAGAN LO QUE LES GUSTA. Ya sea en moto o bicicleta es enriquecedor y les cuento que tengo un canal de youtube: “LA Bestia y yo siendo felices”.