ENTREVISTA A NORMA BARRERA
Días pasados, concurrimos al Taller de Norma, nuestra pintora, en el Hogar de Niños. Allí, rodeada de paletas de colores, pinceles, proyectos e ideas, respirando arte, conversamos con ella y esto nos contaba.
“Cuando pintas estás en tu mundo interior, es la comunicación con la tela que te lleva a un mundo inesperado, por lo que no existe nada alrededor tuyo. Tu pensamiento está metido ahí en ese lugar y la paleta es tu banco de prueba permanente, pensando en la armonía, en el color, en el efecto, en todo eso…”
E.A.: ¿Cómo surgió en usted el amor por el arte?
Norma Barrera: De chica visitaba a un pintor muy amigo de mi padre, que era farmacéutico, y tenía obras gigantes, como del tamaño de una pared de su casa; pintaba en su hogar, en Luis Palacios, provincia de Santa Fe, el lugar donde nací. Mi padre iba a tomar mates con él, y yo siempre lo acompañaba y me quedaba sentada mirando, todo el tiempo, como pintaba. Pero además a mí el arte en general me gusta, porque mi padre nos mandaba a aprender piano, danzas.
E.A.: ¿Cuándo comenzaste a pintar?
N.B.: Desde chica-adolescente, pintaba cuadros en mi casa, sin tener conocimiento del oficio, me gustaba mucho el arte japonés, me encantaba las acuarelas y todo eso. Cuando estuvo Luis Nápoli en la Casa de la cultura de aquí, empecé a frecuentar talleres, y a partir de ahí tuve la suerte de tener grandes maestros como Omar Blachetti, que fue profesor de arte de todas las escuelas de Buenos Aires, después se radicó en Córdoba, y fue el primer muralista conjuntamente con Campodónico y Fedele. Yo iba a Córdoba a tomar clases con él porque era muy amigo de Nápoli, pero yo no sabía que eran amigos, me lo dijo otra pintora que era su profesor.
E.A.: ¿Dónde da clases?
N.B.: Estoy dando clases en el Hogar de Niños Nuestra Señora del Pilar desde hace un montón de años, trabajando en la dirección de Cultura ya estaba dando clases en este lugar a los niños, pero los talleres son abiertos a la comunidad
E.A. ¿Como ves la cultura en general en nuestra ciudad?
N.B.: Creo que remontó bastante, muchas cosas se han podido rescatar, como Cahuané por ejemplo. Me da una alegría que siga porque trabajo mucho para que continúe, me sumo al equipo de trabajo para que se siga haciendo porque los eventos van a seguir mientras el pueblo los defienda para que existan. Como los talleres, si vos pones talleres y la gente no participa no tendrán éxito, es importante porque algunos de ellos pueden tener salida laboral.
E.A.: Cuénteme del proyecto que acercó al HCD
N.B.: Hace muchos años, siempre viendo la necesidad de tener un lugar donde podíamos tener las obras del salón Nápoli resguardadas y cuidadas en muestra permanente, buscábamos un espacio para poder armar muestras y además hacer un trabajo con la comunidad y las escuelas, viendo la posibilidad de hacer proyectos de arte y que desde ese lugar pudieran tener una sala donde se podrían montar muestras, y otra salas que tuvieran muestras permanentes. Tuve la posibilidad de traer muchas obras de pintores, pero al no tener un espacio no las pude traer, inclusive 15 obras de Nápoli, que nos había donado. No me acuerdo bien que año fue, pero al no haber presupuesto quedó en nada. Habíamos anotado lugares que estaban con posibilidades de rescatar, pero no tuvimos suerte.
E.A.: ¿Qué siente cuando pinta?
N.B.: Cuando pintas estás en tu mundo interior, es la comunicación con la tela que te lleva a un mundo inesperado, por lo que no existe nada alrededor tuyo. Tu pensamiento está metido ahí en ese lugar y la paleta es tu banco de prueba permanente, pensando en la armonía, en el color, en el efecto, en todo eso. A mí me gusta mucho el paisaje, me encanta, me siento parte de él, me lleva a ver el paisaje desde otro lugar, desde su geografía, formo parte porque considero que cuando encontrás un punto que te atrae por alguna razón, uno tiene muchas vivencias interiormente, y la traslada a la imagen. Me encanta ver los efectos de las casas viejas, las paredes que están cayéndose, pienso cuanta historia paso por allí, cuantas voces escucharon esos ladrillos, cuantas emociones, cuanta historia, y eso me lleva a trasladar el pensamiento a la obra, es una comunicación y una emoción permanente. Cuando me voy a pintar a otra provincia generalmente me gusta irme dos días antes porque el cambio de geografía, hablar con la gente, ver cómo es su manera del día a día, como es la vivencia, me pasan cosas maravillosas, me encuentro con mis pares, y eso nos hace crecer a todos, esa es otra historia de parte del arte, del arte del amor, es el camino en esta vida transitándolo juntos, cosas que te pasan. Hemos perdido muchos amigos, que los extrañamos muchísimo, y a todos nos pasan cosas como seres humanos que somos, pérdidas importantes por eso en ese sentido nos acompañamos mucho.
E.A.: ¿Está con el grupo Renacer?
N.B.: Sí, estamos con el grupo Renacer, empezamos otra vez las reuniones, los días miércoles 20:30 hs porque necesitamos darle un poco más de valor a la plaza, ver que podemos mejorar, poner algunos arbolitos que se secaron por la sequía, reponer algunas lavandas, viendo día a día como empezar a trabajar otra vez con los padres.
E.A.: Norma ¿le faltaría algún concretar algún proyecto?
N.B.: Síii, me encantaría poder lograr hacer estos espacios para el bien de la comunidad, es como la plaza de la Mariposa, nosotros tratamos de tener ese espacio arreglado, acogedor, que la gente diga: “en este lugar hay una energía diferente”. Hay una energía diferente porque hay mucho amor de padre, que ponen el amor de sus hijos depositado en ese espacio. Estamos tratando de proyectar un folletito que cuente los precedentes de cómo se armó, la historia de ese lugar, como lo hicimos todos juntos. Fue una idea dibujada que llevé a una reunión y los padres se engancharon, y todos acompañaron, lo bueno es que si nos sumamos a estas cosas es posible que se logren cristalizar. Nada es imposible. Fíjate que la muestra del túnel fue un logro fantástico, pero a ese lugar hay que terminarlo para poder seguir aprovechándolo mientras se pueda, que no haya humedad, es un lugar fantástico y a mí me da vuelta la cabeza, por ejemplo. Proyectaría un montón de cosas porque no todos los pueblos tienen la posibilidad de tener lo que nosotros tenemos, por eso hay que aprovecharlo.
E.A.: ¿Algo que quiera agregar?
N.B.: Agradecerte que hayas venido a visitarme aquí al taller, siempre trato de poner un granito de arena para que mi ciudad sea un lugar donde podamos compartir, y cuidarla como si fuera nuestra casa. Es mi pueblo y lo amo con locura, a pesar de no haber nacido acá, porque vine a los 11 años. De todas maneras tengo un arraigo con mi pueblo natal, me encanta ir, a pesar de que no conozco a nadie. Volví cuando un intendente que fue compañero de escuela me propone ir hacer una muestra, dar talleres en la calle y todo eso.