HALLOWEEN VS DÍA DE LA TRADICIÓN
Por estos días, desde hace unos años, nos empiezan a inundar con imágenes, artículos y eventos relacionados con Halloween; y con esto nos empiezan a bombardear en distintas redes sociales con una interminable cantidad de imágenes, artículos y frases alusivas apasionadamente en contra. Como cada cuatro años cuando se vienen los mundiales de fútbol, parecería que nuestra identidad nacional, cultura y amor patrio sólo renaciera para cuando nos sentimos de alguna manera “amenazados“. No es para menos que nos sintamos así cuando ciertas costumbres se nos instalan de a poco con el objetivo comercial obvio de vender, pero a veces me da por reflexionar porqué hay cosas que no soportamos si tampoco de otra manera cuidamos otras. ¿A qué realmente reaccionamos en contra? ¿Será la culpa?
Argentina es una nación que no en vano se la ha definido como un crisol de razas. Es una maravillosa tierra muy joven (al menos históricamente) y como tal tenemos que cuidarla para que crezca sanita y madura. Creo que todavía nos falta un trecho enoooorme pero vamos en buen camino. Empezamos por rechazar apasionadamente festividades ajenas y quizá algún día- y no me siento naif de creerlo- podremos festejar con la misma pasión las propias en todo nuestro territorio.
Pero seamos honestos. Hay un poco de hipocresía en todo esto. Jugamos un 90% de deportes extranjeros, escuchamos mayormente música extranjera, asimilamos constantemente vocablos extranjeros, vivimos cada vez más costumbres extranjeras (visitando un shopping o comprando en un supermercado por ejemplo), vemos en el cine solo los grandes blockbusters y amamos a Papa Noél. Y si fuera en estos días preguntando por la vida qué se festeja el 10 de Noviembre próximo pues quizá con suerte un 70% sepa responder, ahora si pregunto porqué en un 10 de Noviembre y no un 3 de Marzo los números segurito bajarían en picada.
Siempre nos quedamos en el festejo formal de esa fecha y ya. Vamos al desfile de gauchos barrial o miramos por la tele algún programita conmemorativo, celebrarán los colegios con empanadas y bailes típicos y al día siguiente si te he visto no me acuerdo.
Pues empecemos entonces de a poco. Empecemos leyendo el Martín Fierro. Leámoslo detenidamente, saboreando no solo la historia que nos cuenta sino cómo la cuenta. Hagámoslo de a poco porque en sus versos yace la sabiduría universal de la vida. El Martín Fierro no habla del gaucho solamente, habla de todo y de todos. Del amor, de los hijos, de la vida y la muerte, de la justicia e injusticia, de la política, del fuerte y del débil, de la fidelidad, la amistad y la traición.
Sigamos por apreciar nuestra música, una buena chacarera le levanta el ánimo a cualquiera. Podemos visitar algún paraje cercano a nuestra ciudad, Capitán Sarmiento, para que los chicos conozcan no solo un pelotero sino qué es una pulpería o un almacén de campo.
No se necesita más que voluntad y verdaderas ganas no solo de defender lo nuestro en las formas, sino hacerlo verdaderamente nuestro para conocer cabalmente de dónde venimos y quiénes somos. Ojalá tuviéramos acá el mismo espíritu de festejo “yanqui” para estos casos.