En la última década, distintos estudios concordaron que Argentina es, a nivel mundial, el país con mayor cantidad de mascotas por habitante. De cada 10 familias argentinas, 8  tienen al menos  un animal en sus hogares. ¿Los preferidos? La lista la encabezan los perros, con un 81% de presencia, le siguen los gatos con un 52% y con porcentajes mucho menores las tortugas (con un 7%  a pesar de que su tenencia sea ilegal), las aves (5%), los peces (4%) y por último los hamsters, esos eternos corredores de ruedita, con apenas un 2%.  A nivel regional, los demás países presentan números inferiores en materia de pasión animal: el 71% de los chilenos tiene mascotas, en México lo hace poco más de la mitad de la población (57%), Brasil aparece con un 44% y en Colombia, con apenas el 35%.

La gran presencia animal captó entonces la atención de muchos, que vieron la posibilidad de comenzar un negocio a partir de eso. De hecho, es bastante común caminar por cualquier ciudad del país, y toparse con algún hospital veterinario o con paseadores de perros. La economía de las mascotas ha crecido tanto que son todavía muchos más los emprendimientos que las tienen como protagonistas.

Pet shops

Hace menos de 20 años era casi inimaginable un local de ropa, accesorios, juguetes y hasta vehículos dedicado enteramente a las mascotas. Pero hoy, y sobre todo en función de la enorme oferta que implican, su popularidad aumentó notablemente. Ofrecen desde cuchetas o camas hasta juguetes, pasando por alimentos balanceados o rascadores para gatos, hasta llegar a los conocidos y graciosos tapados o vestidos, en su mayoría, para perros.

Desde abrigos con capucha, hasta chalecos impermeables, la presencia de ropa en animales es una realidad en las calles argentinas, más que nada en los días de invierno. Un capítulo aparte lo merece la ropa de diseño para galgos, quienes por sus peculiares características requieren de sastrería a medida, con resultados muy divertidos. Basta, de hecho, con recorrer algunas cuentas de Tik Tok dedicadas a esta raza para apreciar lo lindos que pueden verse vestidos con capas, sombreros y hasta disfraces de Sherlock Holmes que cuestan, desde luego, una fortuna.

Pet setting

La globalización ha facilitado a las personas el poder viajar, ya sea por trabajo o por gusto, a lo largo y ancho del planeta. Por lo general, estos viajes implican estar lejos de casa por mucho tiempo, y las mascotas necesitan quien las cuite. De allí ha surgido el pet setting o los cuidadores a domicilio. Estos  visitan regularmente a los animales (no es una guardería), juegan con ellos, les dan de comer, les suministran sus medicamentos si hace falta, los pasean e incluso los bañan. Y, desde luego, toman muchas fotos y hacen muchos videos para mandarles a los “padres” y “madres” lejanos.

Café y caniches

Muchas tiendas de café sabiendo que muchos de sus no van a dejar a sus animalitos atados en la vereda mientras ellos degustan sus frapuccinos, han tenido la idea de ampliar el público, y ahora no solo es humano sino también, animal. Para eso, acondicionaron  cómodos salones con agua para perros, jardines al aire libre para que ellos también disfruten y- aún más recientemente- cafés “gato- friendly”, en donde los mininos se pasean entre las mesas y pueden ser acariciados sin drama. La idea queda más que clara: disfrutar de un café y sentirse como en casa.