¿Qué hay de verdad y de mentira sobre esta historia?

Ya son varios los años que en Argentina se comenta acerca de una camioneta Trafic blanca que recorre las calles secuestrando chicos para el tráfico de órganos; a veces también se comenta que se dedican a la trata de personas.

Parece ser que se ha encontrado una explicación a esta “leyenda urbana”, mito popular, luego de que en los últimos días se viralizara (nuevamente) la foto de una camioneta blanca. En nuestra ciudad y los alrededores, días pasados hubo denuncias de vecinos, mamás asustadísimas, chicos más todavía.

Hace algunos años,  la camioneta blanca que circulaba era de Gendarmería;  luego de la repercusión que tuvieron estos hechos decidió reemplazar este vehículo que utilizaba para patrullar y realizar operativos por otro que no se le pareciera en nada.

La foto de la Trafic blanca estaba acompañada por un texto que denunciaba el secuestro de chicos en la zona sur de la Capital Federal, en los barrios de Boedo, Villa Soldati, Parque Chacabuco, Flores y Nueva Pompeya.

De acuerdo a lo informado por el diario La Nación, varias fueron las denuncias que llegaron a la Justicia, y los investigadores comprobaron que la Renault Trafic blanca con una franja verde en los costados y en la puerta trasera, con matrícula VRW 058 pertenecía  a la Gendarmería y se utilizaba para “tareas de prevención criminal”.

¿Por qué entonces esta versión del secuestro de personas comenzó a circular con tanta fuerza? Fue una estrategia de las bandas narco que operaban en la zona del Bajo Flores para delatar su presencia y desviar la atención hacia ella en vez de hacia ellos.

Creen que por eso incluso la fotografiaron y difundieron las imágenes, generando un nivel de alarma importante en los vecinos, muchos de los cuales la relacionaron con casos en los que nada tenía que ver una camioneta de estas características. Por estos motivos, Gendarmería decidió reemplazar la camioneta.

Respecto a esta Trafic en particular varias fueron las denuncias realizadas. Al corroborar, la Policía se encontró con que se trataba de la camioneta de Gendarmería o de que había graves inconsistencias en los relatos.

Tantas fueron las repercusiones que incluso en Lomas de Zamora la Municipalidad tuvo que emitir un comunicado desmintiendo estas versiones, explicando que había datos erróneos sobre el vehículo, el cotejo realizado por las cámaras de seguridad y la investigación judicial.

Como podemos ver el mito urbano surgió por iniciativa de delincuentes traficantes de droga, que querían cubrir sus ilícitos, la posibilidad de que sea cierta es remota. Si bien aparecieron comentarios en nuestra ciudad, los mismos carecen de toda seriedad. Antes nos asustaban con “el hombre de la bolsa” hoy con la trafic blanca.