DECADENCIA
Por el Dr. Luis Marino Ejarque
Los tiempos de gobierno debieran tener más espacio…. Parece que se estuviera gobernando sólo para ganar las próximas elecciones. Esto transforma las campañas en una actividad política propagandística imparable. Los oficialismos obligados a demostrar obras y las oposiciones marcando déficits de gestión. La discusión ideológica carece entonces de matices… es la lucha por demostrar quién es el bueno y quién el malo… o al menos quién es el menos malo. Así las cosas aparecen personajes de todo tipo intentando una banca sin “ideas fuerza” que los sostengan.. .cada uno intenta el jingle: Yo soy el mejor… Y aparecen los que van a renovar y dar nuevos bríos a su partido… La renovación…. Pasen y vean, en todas las elecciones aparece una renovación para algún partido político, aunque esa renovación no disponga de la más mínima idea fundacional de ese partido y quienes la conducen son los mismos de hace 40 años… La lucha política se reduce hoy a la lucha de nombres, y las encuestas personifican la tendencia… No importa el producto político, la idea de país a la que cada uno quiere llegar…importa el personaje… es Cristina, es Florencio, es Lilita o es Margarita, o Sergio o … Solo nombres, nada de exponer a la sociedad las ideas que representan.
Esto señores se llama DECADENCIA…Se perdieron las ideologías… aunque quieran disfrazarla desde el FPV de representar a la izquierda (sí, eso es izquierda…), y dibujando a Cambiemos como la Derecha. Pero lo más grotesco, lo que más espanta, es la avidez por el logro de Fueros, ese engendro legal que más que inmunidad genera impunidad. Menem volverá a ser candidato a senador por La Rioja teniendo en cámara la sentencia por tráfico de armas durante su mandato, Cristina tanteando los tiempos para lo mismo por las múltiples causas que se le imputan y por las que está procesada, Scioli lo mismo… son los más representativos de este dislate. Pero peor aún es la intención de voto…algo que se puede entender solo desde algún interés oscuro o desde la ceguera política.
La explicación de esta permanencia en la valoración de estos candidatos está estudiada sociológicamente y psicológicamente como el fenómeno de masas. Es el fanatismo de éstas. El “lavado de cerebro” de las multitudes se vio en el nazismo como ejemplo paradigmático. Pero pasó y pasa en todo el mundo cuando hay estados convulsionados, con una enorme decadencia y escasa educación que sirven de cultivo a los mesianismos. Los líderes allí surgidos logran llegar al cerebro de las masas con discursos épicos, con relatos de un futuro inmejorable para esa sociedad que de a poco los convierte en casi Dioses. Venezuela lo logró con Chávez.. Este tableteo de promesas y reivindicaciones populistas logran en la masa lo que la hipnosis en el individuo. Solo hace lo que les indica el hipnotizador. Por lo tanto hacen abstracción de las razones de los opositores quienes rápidamente son transformados en enemigos. Es la explicación del por qué tanta gente conocida como “razonadora, pensadora,” alienta formas, ideas, propuestas y visiones tan pueriles y relatos tan mentirosos. Han perdido la virtud de la autocrítica y solo razonan por su líder.
Este fenómeno y la decadencia del nivel educativo explican que la lucha política sea tan pobre de ideas. El adversario puede caer en el mismo lodo…y eso es extremadamente grave.