VERSEADOR ORILLERO
Por Oscar Albelo
Tengo seco el gargüero
después de armar un alambre
y mis manos con calambres
de tanto amarre y tenaza
los dedos como una brasa
de tanto roce y forcejeo
a veces que mal me veo
cuando estoy llegando a casa.
Son los gajes del oficio
como todo trabajador
que va dejando el sudor
para ganar el jornal.
Y aunque a veces esté mal
de la espalda y la cintura
pensando la vida es dura
pero trabajamos igual.
Y como yo, tantos otros
que también le meten duro
y van haciendo el futuro
con toda su fortaleza
armando pieza por pieza
para hacer este país
con mucha prosperidad
y poder ser más feliz.
Por eso al prender la radio
escucho la politiquería
y toda la habladuría
que tejen los candidatos
me pongo escuchar un rato
de curioso nada más
cada cosa escuchás
pero hay poco en el plato.
Todos prometen cosas
y te la pintan muy bien
que si hoy vos ganas cien
si entran ellos, llegas a doscientos
te hacen poner contentos
empezás a sacar la cuenta
y pensás en la alacena
va a haber más arroz y polenta.
Yo quisiera te lo juro
que hablen menos y hagan más
que sean justos y capaz
de cambiar este presente
es lo que pide la gente
por eso yo me incluyo
que dejen de prometer
y no hagan tanto barullo.
Que desaparezcan ya
todos los privilegiados
que sea emparejado
todos los laburantes
que de ahora en adelante
quien trabaja con ahínco
no se jubile, unos a los cincuenta
y otros, a los sesenta y cinco.
Es triste aquel que trabaja
con dureza todo el año
vaya a parar a los caños
con políticas erradas
que sea abandonada
la pelea del trabajador
y en vez de pasarla bien
cada vez la pase peor.
Por eso verseo yo
todas estas injusticias
yo no quiero una primicia
quiero algo muy concreto
que no se falte el respeto
a todos los pueblerinos
y principalmente a aquel
que se sienta bien argentino.
Así ha salido el verso
con estas rimas desparejas
pero lisitas las quejas
y buenas las intenciones
y ahora en las elecciones
que en meses van a llegar
pueda ahora mejorar
toditas las decisiones.
Se ha armado tanta mezcolanza
que no se sabe ¿quién es quién?
pero si es para ¡bien!
no importa donde se junten
sólo pido que repunte
de cualquier palo que sea
que hagan las cosas bien
y más acción y menos peleas.
Y ya me estoy despidiendo
voy a untar mi cintura
que la lucha ha sido dura
con alambre y la tenaza
voy a encender unas brasas
y poner en la parrilla
aunque poco, lo he comprado:
dos chorizos y una morcilla.
Se me acabaron las palabras
ya ni me sale la jota
aunque con cintura rota
y calambres en los dedos
siempre voy a estar en el ruedo
como buen trabajador
y mañana bien temprano
trataré de ser mejor.