MALDONADO

MALDONADO

Por el Dr. Luis Marino Ejarque

Asistimos estos últimos días a contemplar uno de los fenómenos más paradigmáticos de la estupidez en la que estamos sumidos los argentinos.

¿Tan demenciados estamos socialmente que no entendemos la magnitud de una desaparición de persona?

Este Fenómeno  Maldonado ha servido para todo. En principio tratar de transformarlo en un trofeo político. Los progres atribuyendo  su  desaparición a la “Dictadura de Macri”, y el gobierno en desmentida permanente. La oposición hablando de desaparición forzada en pleno estado de derecho (no saben lo que es el término desaparición forzada). Las redes sociales replicando permanentemente a través del contrapunto para ver cuál de los dos lados de la grieta la tiene mas larga…. Vergonzoso. ¿Nadie pensó por un instante que todas las desapariciones son terribles sea cual fuere su motivo?  Y si piensan que es así… pueden explicar por qué tratan de contrarrestar esa desaparición con las que hubo durante el kirchnerismo (Julio López y otros)? El dolor de la sociedad es por todos, no es la desaparición de alguien de algún lado de la grieta… ¿O los DDHH tienen un dueño ideológico?

¿Y los desaparecidos?,  sean 30000, 500 o 1200? ¿No nos enseñaron nada? Esto es lo patético. Repetir errores es una criollada.

Pero utilizar el poder mediático de la desaparición de Maldonado para definir cuestiones ideológicas, como vincularla directamente con la Derecha, mientras se asiste a un llamativo silencio respecto de la dictadura de izquierda de Maduro, es insoportablemente estúpido y de mala leche.

Uno pierde la noción histórica de cuando comenzó todo esto para llegar al estado de inconciencia de la  moral social, de un tenor tal que un premio Nobel como Pérez Esquivel que sufrió  persecuciones durante el Proceso diga que lo de Macri es una Dictadura. Hace abstracción semejante mente brillante que la pequeña diferencia es al menos el origen en un golpe de estado en uno y elecciones libres en el otro. Y que además en la “dictadura de Macri” puede decir las estupideces que se le antojen sin sentir las persecuciones que había cuando decía las verdades ocultas en el proceso. Demasiada estupidez peligrosa, demasiado jugar con la libertad, demasiado odio, demasiada incomprensión. La ética republicana desapareció a través de unas pocas generaciones de estúpidos que crecieron a la sombra de una doctrina que les hizo creer que cualquier cosa vale para lograr el poder.

Al menos un poco de respeto para todos los que desaparecen, de cualquier lado de la grieta. Podemos empezar por pedir por Todos Ellos.