CÁRCELES BONAERENSES UN SISTEMA COLAPSADO
La gente cada vez exige más seguridad, la policía controla más la posibilidad de combatir el delito pero aquellos aprehendidos no tienen lugar donde ser alojados a la espera de su definición en el camino judicial. Este es el lado oscuro de la problemática de la política de seguridad de la Provincia de Buenos Aires. En efecto, el mayor incremento de la tasa de encarcelamiento, que se aceleró durante la gestión de María Eugenia Vidal, no encontró en los últimos años su correlato en el incremento de la infraestructura penitenciaria: actualmente, las cárceles y comisarías bonaerenses registran una sobrepoblación del 46,3%. Esto significa que actualmente hay alojadas 43.100 personas donde solo entran 29.500. O, dicho de otro modo, que donde debería haber dos presos, hoy conviven tres.
La situación se torna más dramática en las comisarías bonaerenses: según datos del Ministerio de Seguridad, a abril de 2018 se alojaban 3.797 detenidos, cuando los camastros habilitados son 1.003. Una sobrepoblación del 278%, lo que implica que cuatro presos convivan en el lugar que, en teoría, debería ser para uno solo.
Según los números oficiales, solo 137 de las más de 400 comisarías que posee la Policía bonaerense están habilitadas para alojar presos. La Comisión por la Memoria (CPM), por su parte, denunció en las últimas horas que también se utilizan los calabozos de otras 129 que no estarían avaladas por la Justicia. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), por su parte, asegura que 110 de los 135 municipios bonaerenses cuenta con dependencias «sobrepasadas» en su capacidad. En el caso de Capitán Sarmiento los calabozos de la Estación de Policía están clausurados por orden judicial a consecuencia de un amparo presentado ante la Jueza de Garantías de San Nicolás. Conclusión aquí en nuestra ciudad no hay posibilidad de tener algún apresado tanto como delincuente o infractor. Una persona puede pasar, en carácter de aprehendido, entre 24 y 48 horas alojado en una comisaría. Luego debería ser trasladado a una cárcel en carácter de detenido o, caso contrario, liberado.
Al respecto, la gobernadora María Eugenia Vidal dijo que «cada vez tenemos más detenciones porque ahora la policía actúa, la policía se siente más respaldada». Sobre las plazas carcelarias, la mandataria indicó que «es un problema estructural que venía desde los últimos años en la provincia», y señalo que «se están terminando de construir alcaidías paralizadas y acondicionando calabozos de las comisarías». Al respecto, desde el Gobierno informaron que prontamente habrá disponibles otras 372 plazas en diferentes alcaidías y unidades penitenciarias, mientras que 908 se encuentran en construcción y 450 están prontas a adjudicarse. Con todo, se trata de 1.728 lugares nuevos para un déficit de 13.600.
A modo de corolario agregaremos que si queremos una política seria en el tema de seguridad, debería el gobierno Provincial pensar seriamente en construir nuevos establecimientos penitenciarios, y mientras tanto hacer convenios con otras provincias para que la población carcelario bonaerense sea trasladada a otras penitenciarias en el interior, que posiblemente estén en mejores condiciones y tengan menos población. Solución momentánea pero eficaz.