DESILUSIÓN
Por Luis Marino Ejarque
De tanto poner en la balanza mi visión de la realidad argentina (UN LADO DE LA GRIETA), versus la opinión de otros (EL OTRO LADO DE LA GRIETA), se perfila como resultado una gran desilusión respecto del resultado.
La búsqueda de puntos de coincidencia es muy dificultosa … a poco de buscarlas se cae en el pozo de la lógica amigo- enemigo que tan hondo ha calado entre nosotros.
Cada vez me parece más certera la opinión respecto de los grandes responsables de la decadencia actual. Y consciente que esto atenta contra la comprensión objetiva del problema, no logro encontrar, al final del análisis otro responsable: esto es EL Peronismo en todas y sus más diversas formas. Habiendo mutado tantas veces a fin de desidentificarse de sus malas administraciones, logra, como las cucarachas, sobrevivir a cualquier época y evento. Capaz de transformarse en una fuerza arrolladora luego de quedar reducido a su mínima expresión. El ariete usado habitualmente es el eslogan “no se puede gobernar si no es a través del peronismo”, o la facilidad hipócrita de “echar culpas a otros” como la actitud del kirchnerismo de atribuir todos los males económicos actuales a la endeble reacción del gobierno ante la crisis. Ello no tuvieron nada que ver….
La ausencia de autocrítica mas la facilidad de la hipocresía, es un arma de la que hacen gala para seguir combatiendo. Ganar la calle es para ellos la forma vital de hacer política. Arrastrar a los mas vulnerables como ganado para objetivar su fuerza, es la primer consigna para darle marco a discursos apocalípticos sobre el futuro sin peronistas en el poder. “Macri gato” es la marca y la demostración de intolerancia. En algún momento la calle tomada se aceptó como un espacio en el que “el pueblo” podía expresarse y por lo tanto no había que criminalizar la protesta…. Hoy quienes protestan tienen sus representantes en la cámara, por lo que su continuidad en los cortes no debería tener sentido. Solo lo tiene como objeto de poder y de desgaste del gobierno.
El germen de esta continuidad no es otro que la ignorancia, la ausencia de educación que conlleva al libre pensamiento, la que bloquea cualquier posibilidad de elección. La mayoría de los que participan en esta forma de expresión son funcionales, sin saberlo, a su propia decadencia.
Esta decadencia de la “moral pública”, que bien vale decirlo NO es patrimonio del peronismo, sino que está arraigada en toda la sociedad, tiene un punto de partida en el menemismo, que si bien no la inventó, le dio una magnitud insospechada. La década menemista fue la del perfil del “todo vale”, de la impunidad, del robo al estado por parte de los funcionarios admitido y hasta festejado desde la sociedad. La destrucción de los valores republicanos, la democracia disfrazada, el “todo es negociable” se extendió impunemente por toda la geografía. El presidente que nos hacía reír, Manzano y el Robo para la Corona, Maria Julia, Dromi y las privatizaciones de empresas del Estado que luego el mismo peronismo estatizó, los cierres de ferrocarriles, Rio Tercero……. Se me antojan muestras del comienzo de la impunidad de la que no logramos regresar…. Después todo fue malo, pero el deterioro de la moral pública se profundizó…. Y la ignorancia popular es su mejor aliada para que siga vigente.