Entrevista a Natalia Iriarte y Walter Rivabella
Dialogamos con Natalia Iriarte y Walter Rivabella, propietarios de “Eufemia Artes y Oficios” de reciente inauguración, con dirección en Avenida San Martín 83, un lugar donde se respira cultura y ganas de aprender. Lea la entrevista y tal vez se enganche con algunos de los talleres que se llevan a cabo, o tenga ganas de aprender a actuar. Nunca es tarde…
E.A.: ¿De quién fue la idea de crear este espacio?
N.I.: En realidad, fue de los dos. Cada uno por separado, antes de conocernos, teníamos la misma fantasía, o la misma idea de tener un espacio cultural. Él por lo suyo y yo por lo mío. Pero fue de los dos.
W.R.: Lo cierto es que yo la había dejado de lado. Y cuando nos conocimos, Natalia empezó a insistir, dije bueno, retomemos la idea.
N.I.: La verdad es que a mí, cuando se me pone algo en la cabeza, hasta que no lo cumplo….Fantaseaba desde hace mucho, hablaba con gente y les decía, “..acá en Sarmiento hace falta un lugar así….” Pero en realidad, recién cuando nos conocimos hace un par de años empecemos a pensarlo en serio.
E.A.: ¿Creen que esto viene a suplantar un poco el compromiso de la parte estatal que se tendría que ocupar de estos temas?
N.I.: No, no queremos reemplazar nada. En realidad, queremos hacer lo nuestro, lo que nos gusta. Walter que tenga su espacio para el teatro, yo para talleres. El estado tiene que cumplir esa función, nosotros lo hacemos a pulmón y desde lo privado.
W.R.: Estaría bueno que la parte estatal se pudiera cumplir mejor. Pero por cuestiones que no vienen al caso mencionar, pero que todo el mundo conoce, no se está desarrollando como se merecen, y entonces, por ahí se toma o se puede asociar como que este proyecto suple aquello, pero en realidad es que esta idea la hubiésemos realizado mas allá de la situación.
N.I.: Es más, nos sería mas fácil también porque la gente estaría más acostumbrada a un montón de cosas, que hoy aquí se arrancan de cero. Entonces, si habría más movida cultural en la ciudad, nos sería más fácil a nosotros también.
E.A. ¿Cómo responde la gente?
N.I.: Bien, yo ya venía con mis talleres en mi casa, mis tallercitos; la situación económica no es la mejor, todo lo contrario. Y bajó por supuesto, yo tenía antes más alumnas. Pero la gente igual se interesa. A veces no pueden hacerlo por falta de tiempo. Los talleres son abiertos, los interesados empiezan y terminan cuando quieren, es como que la gente circula. Y vienen respondiendo bien. No están los talleres llenos de gente, pero la gente responde.
W.R.: En teatro comenzamos con un poco más de alumnos que los que tenemos ahora, tiene que ver sobre todo con chicos y adultos que no habían hecho nunca teatro, como una especie de adaptación. Por ahí, yo quiero trabajar cosas que nunca se habían trabajado antes que la gente desconoce, es como que cuesta imponer un estilo de trabajo. Por ahí están más acostumbrados solamente a la representación, y el trabajo físico, las improvisaciones y demás, les ponen como una barrera y no se dan el permiso, ese permiso que yo insisto tanto: “…dénse permiso, dénse tiempo, no pasa nada…” Es como quieren enseguida salir a representar y no tener un trabajo de exploración previo y por ahí algunos se resignan antes.
E.A. ¿Cuántos talleres están funcionando en este momento?
N.I.: No los tengo contados, pero los puedo nombrar. Tenemos yoga, a cargo de Patricia Díaz, en un horario y a Ingrid Brown, en otro. Patricia Díaz hace un yoga suave, en silla. Eso es importante, porque es para gente mayor o que tiene algún problema y que no puede estar en el piso. Ingrid el tradicional. Despues Ritmos latinos, a cargo Paolo Martínez, de la ciudad de Arrecifes, empezó hace poquito, estamos muy contentos, las clases son muy divertidas. Teatro de adultos, adolescentes y niños en tres horarios diferentes. Mosaiquismo, tapicería y bordado, los cursos a mi cargo. Monica Massana dá clases de tejido al crochet y a dos agujas. Natalia Trebuq, costura para niñas y niños y para adolescentes, en diferentes horarios. Fotografía a cargo de Maximiliano Mena, de la ciudad de Buenos Aires. Melisa Pereyra Zustovich y Laura Grassi que dan un taller para adultos mayores de estimulación de la memoria y recreación. Dibujo y Pintura con Luli Daniele. Después hay seminarios intensivos, que son los sábados generalmente, en este momento tejidos XL, se teje con las manos, se repite el 27 de julio. Hay un intensivo de fotografía para aquellas personas que venden sus productos por facebook, o que muestran sus productos por las redes sociales, es sólo para aprender a fotografiar productos o artesanías, desde un zapato hasta una comida, eso el 21 de julio. Tenemos programado un seminario de macramé, que vienen unas chicas de Buenos Aires, el 28 de julio para realizar un tapiz.
W.R.: Próximamente, vamos a abrir un taller los sábados de escritura creativa a cargo de Carlos Diviestri. Porque con él vamos a hacer un monólogo en el teatro Payró, en octubre. Para aprovechar el viaje, para que yo no vaya para Buenos Aires para ensayar, viene él y los sábados haremos un taller de escritura creativa. Es un taller literario, pero no se trabaja sobre un tema puntual, es explorar sobre la forma de escribir de cada uno. Todas las clases se trabaja sobre un texto y se escribe. Y después entre todos comentan ese texto.
E.A.: Cuéntenos de la feria y el espectáculo que realizaron días pasados.
W.R.: Cuando abrimos la sala teníamos ganas de hacer de vez en cuando un espectáculo. La idea era traer conocidos, con los que he tenido contacto alguna vez. Flavio Gauna ya es la segunda vez que viene, porque me conocía. Y la idea es esa, que vengan narradores y cantantes y, de vez en cuando, alguna obra de teatro. Entonces surgió también de combinar con la muestra y feria de Natalia para aprovechar el día.
N.I.: Yo quisiera que las ferias se hicieran una vez al mes en lo posible y allí combinamos libros porque tenemos amigos libreros, Hugo Carrizo de aquí de nuestra ciudad y Fernando Delucci de Sudeste Libros de Buenos Aires, que se quedaron con ganas de venir a la feria del libro, que el año pasado no se realizó en Capitán Sarmiento, ahí pusimos libros con artesanías, con cosas hechas a mano, manualidades. Y vino una chica de San Antonio de Areco que hace velas y jabones, otra de Arrecifes que trabaja en papel, de nuestra ciudad expusieron Laura Lovara que hace muñecos y títeres, Giselle Colonella, con su encuadernación artesanal y mi stand, con tejidos de Monica Massana y Natalia Graciani. Durante el día fue la feria, que estuvo muy linda, pasó bastante gente, las chicas quedaron contentas y los libreros también, todos quieren que los volvamos a invitar. Así que la idea es darle continuidad, había otras personas que tenían ganas de venir, pero justo no podían porque fue un fin de semana largo, así que en las próximas ferias van a venir algunos expositores más. Por ahí los espectáculos no sé si es bueno que los combinemos el mismo día, porque se acorta mucho el tiempo. La gente sale a pasear tarde los domingos.
E.A.: Todo a pulmón…
N.I.: Por ahora, es más lo que pusimos que lo que sacamos, es la realidad. Pero también seguimos invirtiendo en cosas….muy a pulmón, dos o tres alumnos por acá, otros por allá.
E.A.: ¿Cuáles son sus aspiraciones?
W.R.: La aspiración básica, en mi caso, que creo que coincidimos con Natalia, es poder vivir de esto. Yo quería tener mi ingreso, empezar a vivir de mis trabajos, no sé si decir artísticos. Entonces, pensé, voy a empezar a dar clases, vamos a abrir el espacio. Con lo de la obra del Payró no me voy a llenar de plata, pero es algo redituable. De hecho hay una producción que invierte en algunos gastos, para que yo me pueda trasladar, para que el director se pueda trasladar. Bueno, se abren puertitas, son como varios kiosquitos que tienen que ver con la misma cosa, la gente dice, “eh…..pero hacés un montón de cosas…”, y enseguida empiezan a hablar de dinero como si no supiéramos lo que es la cultura.
E.A.: Si se presenta algún subsidio, ¿lo tomarían?
N.I.: No tenemos ni idea de qué se trata eso.
W.R.: Habría que evaluar, pero yo siempre que trabajo hay un camino que me gusta y otro que no me quiero bandear. Hay quizá es equivocado, puedo avanzar o no, pero es el camino que confío. Y cuando empiezan los subsidios empiezan a recomendarte o a imponerte cosas. “..lleválo a Fulano, tenés que traer a éste o a aquel…”. Y es ahí es donde no sé decir que no, y es como que se me va un poco todo de las manos. Por ejemplo el otro día, con el tema Peña. Con la palabra Peña. No es que yo esté en contra de las peñas. Pero también quiero que se escuche la música. Que el artista que hace canciones, no cante nomás que para que la gente baile. Entonces la gente asocia la peña con el baile, y está buenísimo que se bailen las danzas nativas. Pero quisiera que el artista sea escuchado por la música y la letra que compuso o que interpreta. Y eso va a costar. Los que vinieron días pasados a cantar eran para escuchar. Hay una frase de una canción folklórica que dice: “Levántate cagón que aquí canta un argentino”. Es como una euforia el baile, yo no soy tan eufórico.
E.A.: ¿Los visitó alguien de la Casa de la Cultura local?
N.I.: Jorge Bojanich, es amigo.
E.A.: Alguien a quien quieran agradecer.
W.R.: Son muchos,…..la familia que es poca pero de alguna forma u otra apoyó, en mayor o menor medida. A los amigos y a la gente que nos visitó.
N.I.: Para el espectáculo y la feria puntualmente, a Chelo Bertolini, que nos salvó de un montón de cosas. Ese día él sirvió empanadas y locro, la próxima será otra cosa, picadas o algo asi. Todo sencillo, no nos vamos a dedicar a la gastronomía. Gracias también a Flavio Gauna, uno de los músicos, que nos dio un gran impulso, nos dijo: “…tienen que arrancar….”