¿Hasta cuando aguantará la capacidad del ciudadano de Capitán Sarmiento a este gobierno municipal que desde hace rato tiró la toalla y nada hace por la comunidad? Por mucho menos los habitantes de ciudades vecinas como Arrecifes por ejemplo ya habrían organizado una pueblada para sacar al funcionario ineficiente, pero aquí somos muy serenos, las cosas nos pasan y no en vano. Si nos retrotraemos al gobierno de Francisco Álvarez, hace tanto que pocos se acuerdan…en aquella oportunidad el intendente y su gente organizó la limpieza del arroyo Cahuane. Para ello primero puso en funcionamiento las cloacas, que estaban sin los elementos filtrantes, después combinó a dos empresas, una el frigorífico –que cerró al poco tiempo- y otra la intocable Tres Arroyos. A ésta última obligó a que pusieran piletas y filtros, y además prohibió que se volcaran grasas al arroyo. Y la empresa cumplió –no se fue de la ciudad-  puso todas sus cosas en orden para no contaminar al afluente de agua. Después se llamó a La Plata y se dragó el Cahuané por kilómetros. A los meses en el Cahuané había plancton y con ellos peces, algo increíble no? ¿Saben ustedes cual fue el gobierno anterior al de  Alvarez que dejó semejante desastre? Si no se acuerda, fue Oscar Dario Ostoich.

¿A quienes votamos los sarmientenses después de los cuatro años de Alvarez? A Ostoich, lo trajimos de nuevo. Votamos a quién nos había demostrado su incapacidad para gobernar en la época de vacas flacas. Creo a este punto que somos unos masoquistas, nos gusta sufrir. Como será que lo seguimos votando durante cuatro periodos más. Nunca terminó una obra, pero nos seguía engañando. Ahora está en época de vacas flacas, y… ¿Cómo está gobernando? A las pruebas nos remitimos: no se recoge la basura, no se trata los residuos, las calles son un desastre, no se invierte en terminar ninguna obra, el arroyo Cahuané está otra vez con grasa, sucio, igual como lo dejó en su primera gestión. En conclusión amigo lector estamos igual que hace 18 años atrás, la historia vuelve a repetirse, los protagonistas somos los mismos, Ostoich y el Pueblo. La persona que elegimos y los que depositamos la confianza,  los mismos que tropezamos con la misma piedra. No aprendemos más, mientras las localidades vecinas prosperan, nosotros involucionamos, somos –según los comentarios- la ciudad que menos desempleo tiene, por ende más dinero circulante, y sin embargo tenemos los peores servicios municipales. Una vez más los empleados del corralón municipal le reclaman un aumento del 20% aproximadamente en el salario básico, y el Intendente Ostoich les habría ofrecido sólo un 2%.  Al cierre de esta edición no hubo acuerdo por lo que continuarán el paro o cese de actividades por tiempo indeterminado. Mientras tanto, imágenes como la que mostramos, serán siendo el paisaje de nuestra ciudad. El municipio es un enorme elefante blanco que no puede moverse, que solo recauda para satisfacer sus propias necesidades, y a veces ni siquiera eso.

Señores estamos pasando una crisis municipal pero no busquemos culpable, porque los únicos somos los ciudadanos que elegimos con el voto al más probado ineficiente y con conocidos antecedentes: Oscar Dario Ostoich, somos unos bobos.