DÉJÀ VU

DÉJÀ VU

A veces uno tiene la fuerte sensación de que una experiencia o situación que se vive en la actualidad se ha experimentado en el pasado. Eso nos pasa a menudo con este tema: Seguridad y Transito. Cuando hablamos de seguridad en nuestra ciudad nos referimos a que los habitantes puedan salir a la calle y no sufran ningún tipo de inconveniente, ya sea provocado por objetos o por personas que tratan de cometer algún ilícito a los mismos. En el primer caso nos referimos específicamente a los accidentes de tránsito, infracciones, o pérdida de personas u objetos. En el segundo la seguridad de los ciudadanos dentro y fuera de sus hogares, también en lugares públicos como confiterías o canchas de fútbol. Para que esto se convierta en realidad contamos con la policía en sus distintas formas: Comisaria de la Mujer y la Familia, Comunal y Rural. Estas agrupaciones tienen cuadros importantes en número de personal y los elementos indispensables para garantizar la seguridad, como ser móviles, comunicación, armas, etc. Capitán Sarmiento además cuenta con una sala de monitoreo que se encarga de avisar en cualquier momento la comisión de un ilícito dentro de la esfera de las respectivas cámaras. Ahora últimamente el municipio también ha utilizado las cámaras de seguridad para cobrar multas a los conductores que cometen alguna infracción. Esta medida es muy cuestionable, porque el objetivo de la sala de monitoreo es PREVENIR ILICITOS, pero no labrar actas de infracción de tránsito, es elemental porque ese es el objeto principal. Ahora si por decisión unilateral del ejecutivo se está utilizando para otras tareas que no son las normales de una sala de monitoreo, ya entra en el terreno de lo cuestionable, no sólo administrativamente, sino también legalmente. Tenemos conocimiento que muchas de las infracciones de tránsito labradas por este organismo, fueron cuestionadas por los infractores con abogado y el destino final es que quedan en el “olvido”.  Conclusión:  el juez de faltas “intendente”  no ha continuado con la contravención porque se da cuenta que no prosperará, que si se plantea legalmente no tiene chance de sancionar al infractor.

Quede claro que no estamos cuestionando el funcionamiento de la sala de monitoreo sino el destino o indicación por parte de las autoridades municipales. Esta situación debió ser detectada por el HCD pero hasta hoy ningún Concejal ha realizado un pedido de explicación al Director de Seguridad y Tránsito, por lo tanto esto seguirá por muchos meses más.

Otro comentario es respecto de los partes policiales, observamos en ellos una gran cantidad de sujetos aprendidos en los controles que se hacen en las entradas a la ciudad, la mayoría están en situación de fugados o no comparecientes a las ordenas judiciales. Notoriamente no son sólo personas de otras ciudades, sino que de aquí también. Los foráneos es entendible pero los locales no está claro porque no los aprehendieron antes ya que la mayoría son conocidos, y con antecedentes en la justicia. Pareciera que no hay coordinación entre la policía y la justicia penal, llámese fiscalías. Otra falencia que detectamos es la falta de calabozos para albergar personas aprehendidas. Hace años que el local se encuentra clausurado, y las personas deben ser trasladadas a la comisaria de Carmen de Areco o Arrecifes. Un verdadero problema porque además de tener lugar, se debe trasladar al imputado y proveer personal para custodia en aquella comisaria. No entendemos por qué desde el ejecutivo local no se gestionó la apertura del calabozo local, ya que las reformas edilicias  no deben ser muy importantes. Si bien sabemos que el parte de prensa policial no deben figurar los nombres de los presuntos detenidos o infractores, es raro cuando se ven los nombres y apellidos de los denunciantes de un robo o hurto, o cualquier otro delito, habría que medir con la misma vara. Tampoco en los mencionados partes se cuenta como terminó la investigación de un delito. Caso de los robos a viviendas en el mes de febrero, que ya tenía detectados los autores pero se fugaron, y no sabemos si los encontraron, o quizás estén figurando en los partes policiales que reciben, y en algún control caerán en forma desprevenida.  Llama la atención la gran cantidad de aprehendidos por tener posesión de droga, ya sea para consumo como para traficar. Es preocupante ya que este mal contemporáneo es difícil de erradicar, demasiado consumo local para una población tan pequeña, las autoridades ausentes por supuesto, no existe Centro de Prevención de Adictos, no hay una organización para los alcohólicos que quieren dejar de tomar, todo queda sujeto a algunas iglesias evangélicas que aportan su granito de arena. Otra area donde las autoridades locales no se preocupan en lo más mínimo, porque detener al adicto no es la solución, porque sale y vuelve a la droga, en la recuperación como persona está la clave, y para eso existen organismos provinciales con delegación en las ciudades como la nuestra, que se ocupan de esta relevante tarea. En fin, como se ve hay muchas tareas inconclusas en el tema de seguridad, y ni que hablar del tránsito, lo dejamos para otra oportunidad, mientras tanto le damos tela para los futuros postulantes a la intendencia, ¿Qué piensan hacer?