Semana Santa o Pascua, un poco de historia
La semana santa es la última del tiempo de la cuaresma y que coincide con la celebración de la pascua judía. Esta pascua fue lo que Jesús y sus discípulos celebraron. Además, el mismo Jesús dio la instrucción de seguir celebrándose en memoria suyo, por lo que con el paso del tiempo los cristianos llamaron a esta celebración de Jesús con sus apóstoles como «La santa cena».
No fue hasta varios siglos después cuando la Iglesia Católica Apostólica y Romana empezó a conmemorar lo que se conoce como semana santa. No existe ningún mandato bíblico para tal evento, sino que fue algo que surgió desde el seno del catolicismo y cuyo registro histórico es del siglo IV.
Es la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. La iglesia que realiza mayor número de actividades durante este período lo es sin lugar a dudas la iglesia católica, pues como ya dijimos es la creadora de tal evento.
Esta se inicia el domingo de ramos y finaliza el domingo de resurrección en la mayoría de los países donde se conmemora, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior y se considera parte de la misma el domingo de resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año).
La semana santa va precedida por la cuaresma, que finaliza en la semana de pasión donde se celebra la eucaristía en el jueves santo, se conmemora la crucifixión de Jesús el viernes santo y la resurrección en la vigilia pascual durante la noche del sábado santo al domingo de resurrección.
Triduo Pascual
Los días que se consideran más importantes de la semana santa son los formados por el llamado triduo pascual: La introducción al triduo (el jueves santo y el viernes santo), en el que se conmemora la muerte de Cristo; sábado santo, en el que se conmemora a Cristo en el sepulcro, y el domingo de pascua de la resurrección.
Historia del Cálculo de la Fecha de Pascua, Semana Santa
Durante los orígenes de este tiempo litúrgico por idea de la iglesia católica apostólica y romana, los líderes de esta no se ponían de acuerdo en cuanto a la fecha. Es en el Concilio de Nicea I (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto. En él se estableció que la pascua de resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:
1- Lo primero que establecieron fue que la pascua se celebrase en domingo, que no coincidiese nunca con la pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. Como vemos es muy diferente a la verdadera pascua que Dios instituyó en el antiguo testamento y que Jesús ratificó en el nuevo.
2- Lo segundo fue que se estableció que los cristianos no celebrasen nunca la pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del sol en Aries).
No obstante, siguió habiendo diferencias entre la iglesia de Roma y la iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad. Finalmente, Dionisio el Exiguo (en el año 525), desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose al fin el cálculo de la pascua cristiana.
La pascua de resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de marzo y se debe calcular empleando la Luna llena astronómica. Por ello puede ocurrir no antes del 22 de marzo y el 25 de abril como muy tarde. Esta es la razón por la cual esta celebración cambia de fecha cada año.
¿Cómo celebrar la semana santa?
Teniendo conciencia de que realmente la biblia te manda a celebrar la pascua, la misma que Jesús y sus seguidores celebraron, recordando y dando fiel cumplimiento a sus mandamientos. Recuerda su sacrificio de amor por ti y búscale de todo corazón anunciando al mundo su evangelio.