PADDLE, FENOMENO SOCIAL
En estos tiempos raros, si bien la práctica del paddle o padel en nuestra ciudad se había convertido en furor, en nuestra ciudad en tiempos de pandemia se convirtió en deporte obligado. En principio porque el municipio habilitó su práctica, y también porque existen muchas canchas. El Encuentro Padel, administrado por César Minervini y Laura Seoane, Grillo Padel, la cancha de la calle Italia, quien tiene al frente a Rubén Dell’Oro, Padel CAI, en el Club Independiente, Diego Sigel al frente, la cancha del Club Los 14, cuyo administrador es Lucas Sarubba y la cancha cerrada del Complejo 29 de junio, única por ser vidriada y piso sintético. Los administradores cuentan que los chicos y los novatos sacan turnos desde temprano, para ir a practicar. Bienvenido sea, y que una opción para encontrarse, aunque sea de lejos y con mucho cuidado, con los amantes de la paleta, hasta que se pueda practicar los otros deportes colectivos. Hay que reconocer que sus dueños y administradores están hasta en el más mínimo detalle. Aquí le contamos una breve reseña de como nació este deporte, tan practicado en muchas partes del mundo.
El padel o paddle surge allá por el año 1962 en el Puerto de Acapulco, México, cuando Enrique Corcuera incorpora, a un frontón de su casa en Las Brisas, una pared opuesta al mismo de unos tres metros de altura, colocando una red en el medio y cerrando los costados de dicha pista con cuatro medias paredes bajas de medidas aproximadas 10 mts de ancho por 20 mts de largo manteniendo una idea que había desarrollado años anteriores en su Ingenio de ESTIPAC en Jalisco, hacienda donde Corcuera invitaba a sus amigos a grandes cacerías de Patos y por las tardes antes de la comida jugaban en un frontón tradicional al que le coloco una red de tenis y lo cerró con unos muros bajos con las medidas que actualmente son las reglamentarias. Así podemos decir que este juego llamado originalmente Padel Corcuera o Padel Tenis que hoy conocemos y lo llamamos Padel.
El segundo país en practicarlo fue España, donde llegó de la mano del Príncipe Alfonso de Hohenlohe, quien construye por el año 1968 en el Hotel Marbella Club de su propiedad dos canchas, al poco tiempo de haber compartido varios veraneos en el Puerto de Acapulco en la casa Corcuera donde tuvo oportunidad de jugar y con las características principales construyo una pista con algunas modificaciones e integrando parcialmente el alambre en lugar de las paredes laterales. En Madrid, el Club Puerta de Hierro construyo sus primeras canchas y, algunos años después, en la urbanización La Moraleja con 5 pistas de Padel se convierte en un centro de juego de muy buen nivel.
De ahí, y pasando de un país a otro, por medio de amigos, gente de negocios y la jet set en general, el padel empezaba a tener un futuro a corto plazo y llega a Argentina por el año 1969. Por esos años Marbella recibía un sofisticado turismo de todo el mundo y algunos argentinos eran asiduos visitantes, donde conocieron y jugaron al Padel, ellos mismos no tardaron en construir las primeras canchas de Argentina.
En el año 1982 en Argentina no había más de 12 canchas en todo el país, y es justamente este año en el que el padel comienza su desarrollo hasta convertirlo en lo que se tituló como un fenómeno social.
El Padel fundamentalmente lograba incorporar a la MUJER como ningún otro deporte integro, a la mujer y la familia, niños, sectores pasivos deportivamente, generó una atmósfera de familia y amigos, estimular a la gente a un hábito sano, de recreación y convertirse en un juego fundamentalmente para todos y también en un espectáculo atractivo y dinámico para verlo.