EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS HERMANOS GRIMM
Por Luis Marino Ejarque
Tal vez las nuevas historietas o comics, o cualquier obra de fantasía moderna, den por anticuadas otras que antes de Disney hacían las delicias de los niños y los nostálgicos.
Las nuevas historias y sus sagas, llevadas a la pantalla y a los juegos interactivos con versiones que las modernizan permanentemente, ocupan hoy (y lavan) los atentos cerebros de niños y no tan niños. La “play”, convertida en un elemento de primera necesidad no tiene competencia.
Los mayorcitos hemos vivido la creación, el germen, el nacimiento de estos personajes que la fantasía y luego la tecnología convirtieron en cotidianos. La Play de mi generación era la vieja o la abuela contándonos cuentos en sus regazos o sentadas en nuestras camas para, a modo de trasnoche del pasado, inducir un plácido sueño.
Los hermanos Grimm, alemanes nacidos en 1785 y 1786, fueron los responsables de nutrir a Europa primero y al mundo entero después, de cuentos recopilados del folclore alemán, dándole forma literaria. Fue tanta su producción que se convirtieron en los padres de la filología alemana. Están entre los primeros y más conocidos coleccionistas de cuentos porque popularizaron relatos orales tradicionales como La Cenicienta, El príncipe rana, La pastora de ocas, Hansel y Gretel, Rapunzel, Rumpelstiltskin, La bella durmiente y Blancanieves. Su colección clásica de cuentos de hadas, Cuentos de la infancia y del hogar y tantos otros.
Parte de sus obras fueron llevadas al cine en varias versiones. Sus obras ilustraron la ilusión y la fantasía como pocas. La particularidad histórica es que toda la obra es de un dúo, sin discriminar que parte del genio correspondía a cada uno.
No hay duda que todos los países, todas las culturas, han tenido sus referentes literarios que a modo de los hermanos Grimm en Alemania, documentaron literariamente el folclore, las costumbres, lo cotidiano de la sociedad a la que pertenecieron.
Argentina tiene la particularidad de aportar genios en todos los órdenes, y así como disputó con Alemania varias finales del mundial de fútbol, o al piloto mas ganador de Grand Prix (Fangio-Schumacher), o la tasa de pobreza más baja en tiempos del inefable Aníbal Fernández, viene a ofrecer una nueva disputa, esta vez en el rubro literario … Los Hermanos Grimm vs…LOS FERNANDEZ!!
Nacidos casi 200 años después en Argentina, Cristina y Alberto supieron resumir como narradores de cuentos, años de historia de la Argentina de las últimas 7 décadas. Claro que lo suyo, opuestamente a la inspiración de los Grimm, no fue producto del folclore popular Argentino (que fue mejor interpretado por José Hernández, DF Sarmiento, Ricardo Güiraldes, Landriscina entre otros,) sino que tuvo su fuente en el peronismo, una suerte de combinación difícil de describir entre el fascismo, el comunismo, el conservadorismo, el personalismo, el populismo y las modernas teorías del quetrabajelotrismo…. Aún con las dificultades que padece su país, se las ingenian para dilucidar cosas que no hay que dilucidar, para oscurecer cosas que hay que aclarar y para someter al destino que varía entre el gris oscuro y el negro a toda la sociedad Argentina. Sus cuentos, desde la Exitosa Abogada, El Jubilado Pijotero, El tengan miedo a Dios y un Poquito a Mí, El Ultimo Tren Bala a Rosario, La Arquitecta Egipcia, La Doble Moral y su origen, La Postverdad, Un Titere en la Suprema Corte, Un Nabo para Balcarce 50 y tantas otras obras…. Una producción majestuosa aplaudida hasta despellejar las manos de la multitud subsidiada y mantenida con el esfuerzo ajeno.
La particularidad de los Fernández es haber elaborado su obra desde los estrados políticos. Se nutrieron obviamente del talento de sus antecesores (recordar obras maestras como Un vuelo a la Estratósfera del anillaquense Carlos Saúl o El que puso dólares recibirá dólares del lomense Duhalde, Mi Casa en el Médano del contemporáneo Boudou, o los Bolsos del Convento de Lopecito, etc). La nutrida obra cuentista de los Fernández se basa fundamentalmente en el cuento-mentira, conocida dentro del folclore nacional como Cuento del Tío. Sin duda son insuperables en este estilo cuentista. Los Grimm hicieron con la fantasía lo mismo que los Fernández con el cinismo. Cada cual hace lo que puede, lo que sabe o lo que se le canta…
Los Fernández y los Hermanos Grimm, una epopeya de cuentistas que la historia nos permite comparar a través de los años.