LOS QUE NO SOMOS NADIE
“Lo que natura non da Salamanca non presta”. Esta frase, atribuida al filósofo y escritor hispano Miguel de Unamuno, quiere decir que de nada sirve el estudio, sin el talento natural. Es decir, lo que no traes por naturaleza no lo obtienes ni aún en la mejor universidad. Según cuenta la historia, un príncipe llegó a estudiar a la universidad de Salamanca; después de un mes -y del hartazgo de Unamuno (rector) al ver que no había progreso- lo devolvió al rey con una nota que decía: “Quod natura non dat, Salmantica non prestat” (lo que natura no da, Salamanca no presta).
Todos nacemos con ciertos rasgos propios, como el temperamento, y otros como la personalidad, características y habilidades, se desarrollan con el tiempo, dependiendo del entorno en que sociabilizamos, de las situaciones que vivimos, de los patrones o creencias familiares, etc. por más que luego hagamos una carrera universitaria, el don de gente, la honestidad, la solidaridad, la prudencia no se aprenden, esas cualidades deberán estar en el ser humano. Por eso nos encontramos que excelentes profesionales: abogados, arquitectos, ingenieros, son buenísimo en lo suyo, pero como personas, como seres humanos, presentan fallas notorias. Para el desempeño de cargos públicos es necesario que el elegido sepa que su destino es servir al pueblo, sea quien sea, sin hacer distinciones. Atender a todas las personas, sean profesionales o no, y en ningún momento menospreciarlas, es algo que tiene que ver con el don de gentes. Sin distinciones, repetimos, porque todos merecemos respeto.
Estar ubicado en una situación de poder, marea. Esa manía que tienen los políticos de imponer al otro su voluntad porque tienen mayor fuerza, dinero, prestigio, autoridad, saber o algún otro atributo valorado socialmente y puesto en juego en la relación de poder, es propia de los que por más que se esmeren, Salamanca no les presta.
La aparición de nuevos organismos a nivel nacional y provincial que se ocupan de todo tipo de discriminaciones que se sufren a diario en la sociedad, van a jugar un papel muy importante en el futuro para que no se replique este tipo de conducta. Por el momento a nivel local no existe un organismo que se ocupe del tema, pero no faltará tiempo para que agrupaciones traten de acaparar la iniciativa, que bien vendría en estos casos.
Los que no somos nadie, no nos mareamos nunca. Tampoco tenemos nada que perder, y somos los más peligrosos, precisamente por ello.