ABORTO SI o ABORTO NO

ABORTO SI o ABORTO NO

“Las evidencias demuestran que la pobreza es el mayor factor de riesgo de mortalidad materna y el aborto es solo un factor de confusión”.

No resulta ser un argumento valedero en sí mismo, que muchos países tengan aceptado legalmente el aborto. Lo mejor es imitar lo bueno, descartando lo que no nos mejora como sociedad civilizada y defensora acérrima de los derechos humanos.

Pareciera que “el árbol no nos deja ver el bosque”. (Dr. Miguel Schiavone – Decano de Ciencias Médicas de la UCA – Especialista en salud pública)

Probablemente no sea el aborto “la única” solución terminal para la madre transgredida en su voluntad de quedar embarazada. El Estado debe ser un puente entre la fertilidad y la infertilidad; entre esa madre o pareja que no quiere o no puede continuar con esa vida engendrada, y esa otra pareja, que sueña y anhela -ante su imposibilidad biológica-, ser los padres de esa nueva vida. No hay malos en esta historia. Hay sufrientes que necesitan de un Estado sensato, creativo, eficaz y eficiente, con sensibilidad real, que le brinde salidas. Ahí debe estar el centro del debate, ahí deben estar los reclamos, ahí deben estar las propuestas, con esperanza activa y argumentos inteligentes. La principal causa de mortalidad materna no es el aborto, es “la pobreza”. Es la pobreza que las mata. Es la falta de educación, son las penurias para acceder a medios anticonceptivos; es el machismo que sucumbe a las mujeres carenciadas donde la dominación de los hombres empieza y termina en femicidios, en abusos violentos y relaciones sexuales impuestas; es ahí donde está el verdadero problema, que reclama justicia social. (De lo contrario, seguimos tapamos huecos y no desenchufamos el taladro) No se puede, partiendo de una mirada resignada de la realidad, legalizar lo ilegal. Tan injusta sería una solución basada en la exclusiva defensa de la madre; como también, la que siendo indiferente a ella, se preocupara únicamente por la continuidad de la vida, de esa persona por nacer. La prevención, la información, la educación y la asistencia sanitaria deberán converger para dar una respuesta eficaz a cada embarazo no deseado. En todas las etapas de aprendizaje, desde el  jardín de infantes hasta concluida la escuela secundaria, deberá educarse en esta realidad. Si nos animamos a bajar la guardia y nos rendimos ante la evidencia médica irrefutable de la existencia independiente de ese ser humano en el seno materno –a quien debemos respetar y dejar nacer-, la Argentina seguirá siendo coherente en su orden legal y en sus acciones. Habrá integridad entre sus convicciones profundas y la defensa innegociable de sus derechos humanos. De no ser así, la historia nos pedirá que rindamos cuentas por tantas vidas inocentes que les impedimos nacer.

(*)Abogado. Secretario en Ministerio Público Fiscal de la Nación – juandecesaris@gmail.com

Ya en el cierre de esta edición de El Argentino, en el Senado de la Nación comenzaba el debate por la ley del aborto, la sesión promete ser larga, como la vigilia emprendida por los grupos anti y pro aborto, en las afueras del  congreso. El final es incierto, porque los votos de los senadores están muy justos, y ante la ausencia de Alperovich y Menem, solo cinco senadores de distintos partidos políticos, tienen poco claro su voto final. De ellos depende que la ley se apruebe o no.