Cuando uno recorre Capitán Sarmiento, suele suceder que en el lugar mas inesperado aparece algo insólito. Esto nos ocurrió la semana pasada cuando concurrimos a un taller mecánico, allí nos encontramos con una pieza de museo automotriz, un auto emblemático si lo hay. Un Cadillac 1961 El Dorado 5 de 345 H.P. un automotor americano (EEUU) que en nuestro país fue conocido porque supo ser el vehículo que conducía al presidente de la Nación cuando recorría el tramo desde el Congreso a la Casa Rosada. Es descapotable, por ese motivo era el auto presidenciable por excelencia. Este que está en Sarmiento fue traído a reparar por la empresa La Elisa, rescatado de una exposición en Osaka Japón. Tiene como anécdota haber sido el auto en que se sentó el vicepresidente de los EEUU de Bush padre, cuando vino a la Argentina, y fue pedido por el gobierno para la asunción de Menem pero no fue cedido. Pertenece a los herederos de Sarita Hirsch, una de las dueñas de la estancia La Elisa. Está original con piezas de fabrica, pero ahora para que funcione los expertos deberán echar a mano a algunas réplicas modernas. Por ahora sigue en terapia, en el taller de Alejandro Basilico, pero es probable que reparado saldrá a los caminos argentinos a poner su nota histórica.