SIN NAFTA
Como aquella vez que Reutemann liderando el Gran Premio de Argentina, faltando una vuelta para ganar se quedó sin combustible, así parece que le está ocurriendo al intendente de nuestra ciudad. Después de haber ganado en forma apabullante las elecciones de 2022, logrando algo histórico: colocar 9 concejales, dejó sin lugar a la oposición, y todo gracias a la buena gestión que había llevado a cabo en la ciudad. Se hacían podas, la ciudad estaba limpia, se pintaban los cordones y sendas peatonales, arreglo de camino rurales, etc, etc. Era una gestión soñada, y así lo acompañó el voto de la ciudadanía, dejando sin chances a los demás partidos políticos, en especial al Frente, que gobernó en Capitán Sarmiento 20 años, todo un logro. Pero el tiempo pasa y ahora comienzan a verse los detalles que en esa ocasión no se pudieron ver. La ciudad está sucia, llena de hojas secas, el RSU no funciona, las cloacas con problemas, la pintura de cordones y sendas desaparecieron, porque el material no era de primera, el tránsito es un desastre, la gente no recicla porque no tiene incentivo, la gestión empieza a tener grietas, el ecopav está lejos de ser la cantidad de cuadras prometidas, pavimento ni hablar. De la oposición que se puede decir, si son tres contra nueve, nada podemos esperar, por lo tanto, estamos a merced de lo que disponga el ejecutivo sin quejarnos. Solo nos queda la esperanza de las próximas elecciones 2023 para cambiar algo de lo que tenemos. Hablando de lo que se viene. El intendente Iguacel se perfila como candidato a algún puesto a nivel nacional o provincial (algunos lo mencionan como futuro gobernador) y eso también repercute en la gestión local. No vemos que esté ocupándose del ejecutivo como lo hacía antes de las elecciones 2021, al contrario, su objetivo está puesto en lograr un puesto en 2023. Eso le lleva tiempo, porque tal como están en Juntos, la competencia interna es feroz, y tiene que moverse mucho, eso significa que viaja muy seguido, y la intendencia queda sola sin capitán, con muchos marineros. A eso le agregamos que Iguacel no tiene reemplazo en el puesto, alguien que tenga las agallas como para encarar las tareas cotidianas de nuestro municipio. Por su personalidad le gusta estar en todos lados y esto es imposible cuando se tiene la responsabilidad de conducir los destinos de Capitán Sarmiento, que para eso lo votamos. Antes los reclamos vecinales iban en tren bala, hoy van en bicicleta. A nuestro Intendente se le escucha decir como excusa que el gobierno provincial no lo acompaña, al contrario, le pone palos en las ruedas con el objeto de arruinar su gestión. Pero al pueblo no le alcanza con esa excusa, quiere soluciones rápidas a sus problemas, y eso hoy, no ocurre. Por eso decimos que la gestión del intendente Iguacel se está quedando sin nafta (metafóricamente), algo malo para el Capitán Sarmiento en general, y para quién lo reemplace en el ejecutivo en el futuro.