FUTBOL LIGA SADA

FUTBOL LIGA SADA

UNA FINAL DE SANTOS

En un apasionante partido disputado en la cancha de San Carlos, el verde le ganó por penales a Capilla el partido de vuelta, en el tiempo reglamentario se impusieron por 2 a 1 y emparejaron el resultado del fin de semana anterior. Hacía rato que no se veía un partido tan disputado y muy atractivo entre dos equipos de la liga de Areco. Ninguno de los dos escatimó esfuerzos para doblegar al rival, por eso por momentos se jugó muy bien por parte de ambos. Todo fue parejo en el primer tiempo el visitante se puso en ventaja rápidamente a los 12 minutos, fue el mejor momento de Capilla que supo cómo dominar el medio campo y evitó el juego de San Carlos hasta la mitad del primer tiempo, después el verde tomó bien las marcas, y empezó de a poco a generar el buen juego que lo caracteriza. La destacada labor de Nazareno Carrasco y los arranques de Barrientos y Gómez, empezaron a abrir grietas para romper la cerrada defensa de la visita, por lo que no fue raro que los 36 minutos Bernasconi convirtiera el empate con el que se fueron a los vestuarios.

En el segundo tiempo todo empezó muy parejo como al principio del partido, Capilla se encerró y marcó muy bien en el medio campo impidiendo que San Carlos se armara, y con el transcurso de los minutos la cosa se ponía espesa para el local. Es así que el DT Rossich fue dotando a su formación de hombres de ataque. Primero ingresó Sebastián Iturralde para reforzar el ataque con Bernasconi, más tarde se sumó Maximiliano Cruz. La ofensiva de San Carlos se volvió persistente y llenó de centros y pelotazos cruzados el área de Rossé, que una y otra vez respondió con grandes atajadas. Capilla  resistió como pudo pero el gol se veía venir y fue cuando la angustia empezaba a surgir en los jugadores de San Carlos que el arbitro López sancionó un penal a los 40 minutos que Cruz lo convirtió en gol, llevando a San Carlos así a la definición por penales.

Ya en los penales Martín Villanueva fue brillante: abrió la serie convirtiendo su remate y luego atajó los disparos de Medrano, Francisco Bellido y Matías Romero, fue el héroe de la jornada que desató la alegría de la enorme concurrencia que presenció la dramática clasificación alentando sin parar a lo largo de todo el cotejo.

San Carlos: Martín Villanueva (9); Joaquín Rabellino (7), Matías Mansilla (6) y Fabricio Vuagniaux (7); Nazareno Carrasco (6) (después Sebastián Iturralde 6), Alan Fernández (5) (reemplazado por Maximiliano Cruz 6), Tomás Pastor (6), Ricardo Barrientos (6) y Juan Demergasso (5); Bernardo Bernasconi (8) y Juan Manuel Gómez Heredia (7). DT: Julio Rossich.

Capilla: Emilio Rossé (8); Marcos Arguello (6) (más tarde Francisco Bellido), Diego Santoro (8), Lautaro Camacho (7) y Alan Greco (6); Diego Bordoni (6) (después Carlos Córdoba), Joaquín Gallego (6), César Quinteros (6) (sustituido por Matías Romero) y Daniel Pérez (6); Rodrigo Rama (5) (reemplazado por Jonatán López) y Kevin Medrano (6). DT: Julio Márquez.

Goles: 12’ Rama (C), 36’ Bernasconi (SC) y 85’ Cruz (SC) de penal.

Definición por penales: Villanueva, Medrano (atajado), Iturralde, López, Vuagniaux, Bellido (atajado), Cruz (desviado), Romero (atajado).

San Patricio eliminó a Rivadavia

El sábado en el estadio Fitte se jugó la semifinal entre San Patricio y Rivadavia. El Santo se impuso 3 a 0 y esperaba el resultado del domingo. En el primer tiempo San Patricio se abroqueló bien en defensa y cuando atacó puso en guardia a los de Rivadavia, que a pesar de ejercer dominio no lograba concretar en el arco.

Rivadavia debía revertir el 4 a 1 y eso lo colocó en una actitud pujante que por momentos era suicida porque atrás quedaba muy desprotegido, fue así que los 40 el jugador de San Patricio Manuel Blanco convirtió el primero, y tres minutos después el segundo, esto selló la suerte de Rivadavia que ya no podía remontar el partido con el resultado global tan abultado.

Em el segundo tiempo a los 10 minutos Joaquín Bolea hizo el tercer gol y asunto terminado, de allí en más Rivadavia resistió heroico sin recurrir a la pierna fuerte, asumiendo la derrota.